Si hay un proceso textil que se lleva la palma en materia de consumos energéticos, recursos hídricos y productos químicos ese es, sin lugar a dudas, el de los tintes. Algo que chirría en unos mercados en los que cada vez se valoran más los conceptos de sostenibilidad y ecologismo. Pero este problema tiene solución, y ha llegado de la mano de Care Applications, una empresa que adapta la maquinaria encargada de colorear las prendas, reduciendo de forma drástica semejante despilfarro de electricidad, agua y sustancias de carácter contaminante.

Por cada kilo de prendas textiles que se tienen que tintar son necesarios nada menos que entre 60 y 100 litros de agua, así como una importante inyección de energía y químicos, lo que deja bien a las claras la baja eficiencia de este proceso industrial. Conscientes de este hecho, el matrimonio formado por Carmina Ferri y Romano Campese decidió crear en 2015 la empresa Care Applications, con sede en la ciudad de Alcoy, en el centro de un potente clúster textil.

Ambos trabajaban ya en el sector. Carmina Ferri como responsable de una planta de acabados de prendas vaqueras y Romano Campese, directamente, en una sección de tintura. Después pasaron a prestar sus servicios en una compañía de fabricación de máquinas, concretamente en un departamento que se encargaba de optimizarlas y hacerlas más adecuadas para las finalidades para las que estaban concebidas. «Esta experiencia acumulada durante 20 años es lo que nos llevó a fundar Care Applications, poniendo nuestros conocimientos al servicio de las empresas textiles», enfatiza Carmina, que ejerce como gerente de la firma, mientras que su marido lo hace como director técnico. El equipo lo completa la ingeniera Belén Hinojosa, especializada en Desarrollo de Producto.

La máxima responsable de la empresa destaca que «lo que hacemos, básicamente, es estudiar la máquina de tintura para adaptarla de forma personalizada con equipos modulares, de manera que no sea necesario someterla a una profunda transformación ni cambiarla de ubicación». Para conseguir la máxima eficiencia, Care Applications ha desarrollado dos tipos de soluciones. La primera consiste en un proceso de absorción por nebulización, que sustituye al baño habitual de las prendas. La otra se basa en la introducción de nitrógeno y la supresión del oxígeno en el proceso de tintado, lo que también permite minimizar el uso de productos químicos.

Y los resultados que se consiguen, bien con solo uno de los sistemas o con la combinación de ambos, son más que reseñables. Carmina Ferri señala que con estas tecnologías se ahorra hasta un 70% de los recursos hídricos, al pasar de 100 litros por kilo de prenda a apenas 22, así como un 80% de energía y un 90% de sustancias químicas. Eso también permite optimizar la depuración. «Al final -enfatiza-, lo que hacemos, a través de estas tecnologías, es pasar de un proceso tradicional estándar a uno actualizado y sostenible, y con unos resultados óptimos en lo que se refiere al tintado de la ropa. Los costes, además, se reducen, lo cual no es una cuestión menor teniendo en cuenta los precios actuales de la electricidad y las materias primas».

Desde que la empresa inició su andadura son más de un centenar las máquinas que ha adaptado para compañías textiles ubicadas en 16 países distribuidos por todo el mundo, en una trayectoria que ha sabido reconocer el Instituto Tecnológico Textil (Aitex) con su premio a la sostenibilidad. La pandemia, que afectó de manera especial a la industria de la moda, también redujo la actividad de Care Applications, aunque confía en recuperar pronto el medio millón de facturación anterior a la crisis.