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La hostelería de la provincia afronta el verano con un déficit de 18.000 camareros

Numerosos establecimientos optarán por mantener aforos del covid y reducir turnos. El sector advierte de que el problema amenaza la recuperación turística, mientras que los sindicatos piden mejoras en las condiciones laborales

Un camarero atendiendo la terraza de un establecimiento de hostelería en Benidorm. David Revenga

La hostelería ha sido una de las actividades más castigadas por la pandemia y, una vez levantadas las restricciones, parece que tampoco le va a poder sacar partido a todo su potencial. Y es que los establecimientos de la provincia afrontan el verano con un déficit de nada menos que 18.000 camareros, debido a que no encuentran personal suficiente dispuesto a trabajar en el sector. La consecuencia es que numerosos bares y restaurantes optarán por mantener los aforos del covid y reducir turnos, medidas estas que, lógicamente, también supondrán una reducción de la oferta para los clientes. Mientras desde las asociaciones empresariales se advierte de que el problema es una amenaza para la recuperación turística, los sindicatos consideran que el asunto se solucionaría con una mejora de las condiciones laborales.

Todos los indicadores apuntan a que el verano que está a punto de iniciarse volverá a registrar baremos muy similares a los de antes de la pandemia en lo que respecta al número de visitantes que acudirán a la provincia de Alicante. La hostelería, sin embargo, no podrá contar con el mismo nivel de actividad, por el simple hecho de que no tendrá suficiente personal. Tomando como referencia los datos correspondientes al año pasado, cuando ya hubo muchas dificultades para encontrar mano de obra, todo parece indicar que esta campaña estival se moverá en parámetros muy parecidos, con alrededor de un 75% menos de contrataciones o, lo que es lo mismo, un déficit de 18.000 trabajadores en relación a los que hubo en 2019. Como no podía ser de otra forma, el principal problema, por su condición de buque insignia, va a estar en Benidorm, donde, tal y como ya ha adelantado INFORMACIÓN, hacen falta 6.000 camareros. Los otros 12.000 corresponden al resto de la provincia.

La presidenta de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante (Apeha), Mar Valera, confirma que las dificultades del ejercicio pasado se están reproduciendo este año, hasta el punto de que, como es su caso, "hay bastantes establecimientos que vamos a trabajar con las mismas mesas que teníamos en la pandemia y sin repetir turnos, para no quemar al personal que hemos podido contratar". Para la representante del sector, no se trata de un problema solo de la hostelería, "porque -enfatiza-, casi todos se están quejando de lo mismo. Se están perdiendo los oficios, y la gente no es consciente de que no todo el mundo puede convertirse en funcionario o influencer. Y una parte importante de la culpa la tienen las familias, que quieren hijos universitarios, como si no hubiese otras opciones". Valera, además, destaca que encontrar gente formada en la profesión ya es imposible, "por lo que nos conformamos simplemente con que tengan ganas".

Por su parte, la secretaria general de la patronal hotelera Hosbec, Nuria Montes, señala que el problema no está afectando solo a bares y restaurantes, sino también a los propios hoteles. "De los 7.000 empleados que tenemos -indica-, alrededor de 2.000 se cubren con contratos temporales cuando llega la temporada alta. Es ahí donde tenemos dificultades". Según sus palabras, no se trata de una cuestión de salarios, "porque se están ofreciendo condiciones ventajosas, y ni así se consiguen cubrir las plazas". Montes alerta de que esta falta de personal está teniendo unas consecuencias más que perniciosas, hasta el punto de que, subraya, "se ha convertido en una de las amenazas que van en contra de la recuperación turística".

¿Y qué opinan los sindicatos? La solución, según ellos, pasa por mejorar las condiciones laborales. El secretario general de CC OO en l'Alacantí-Les Marines, Paco García, destaca la necesidad de aplicar los acuerdos de la negociación colectiva, de manera que "haya una regulación del tiempo de trabajo real". También reclama que los contratos temporales pasen a fijos discontinuos. En parecidos términos se expresa su homóloga en UGT, Yaissel Sánchez, quien resalta que en la actualidad en la provincia hay 17.000 personas inscritas al paro en la sección de hostelería, "por lo que si no se deciden a trabajar, es porque las condiciones no son las adecuadas", asevera.

Del trasvase a otros sectores a la marcha de inmigrantes

Las restricciones registradas durante la pandemia se esconden detrás de una parte muy importante de la pérdida de mano de obra que ha sufrido la hostelería. Así lo destaca la secretaria general de la patronal Hosbec, Nuria Montes, quien hace referencia a cuestiones como el trasvase de trabajadores a otros sectores o el regreso de inmigrantes a sus países de origen.

Según explica, los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) lograron conservar a los trabajadores fijos. Pero no pasó lo mismo con los temporales, que para subsistir tuvieron que buscarse la vida en otras actividades, como la logística y la construcción. Asimismo, numerosos inmigrantes que trabajaban en la hostelería optaron por volver a sus países a causa del covid, «por lo que -subraya-, al producirse una recuperación tan rápida, nos hemos encontrado con que ahora se echa en falta a todas estas personas».

Otro de los factores, añade Montes, es que «hay gente que se siente cómoda con la prestación que recibe y no la cambia por trabajar. Sino, no se explica que haya tres millones de parados y que no encontremos mano de obra».

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