El auge que ha experimentado el comercio electrónico a raíz de la pandemia ha disparado la cifra de menores de 25  que compran productos falsificados online, ya sea intencionadamente o por desconocimiento, según pone de manifiesto el último Barómetro de la propiedad intelectual entre los jóvenes, que ha publicado este jueves la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO).

Además, aunque este colectivo cada vez accede más a contenido online a través de fuentes legales, también se mantiene un importante porcentaje del 33% que sigue descargando series, películas o música de páginas ilegales.

Se trata de la tercera ocasión en que la euroagencia con sede en Alicante realiza este trabajo, para el que ha encuestado a más de 22.000 jóvenes de entre 15 y 24 años en todos los países de la Unión Europea.

La principal conclusión es que más de la mitad de los jóvenes europeos –el 52%- admite haber comprado al menos un producto falsificado en línea durante el último año y, lo más preocupante, un 37% confiesa que lo ha hecho deliberadamente. Se trata de una cifra mucho mayor que en la anterior edición de la encuesta realizada en 2019, cuando sólo un 14% admitió haber adquirido productos falsos en internet a propósito. Un aumento que el propio estudio relaciona en parte con el avance que ha experimentado el comercio electrónico con la pandemia.

El estudio también destaca las importantes diferencias entre países en este terreno. Así, el porcentaje de jóvenes que compra deliberadamente productos falsos en internet va desde el 62% de Grecia hasta el 24% de República Checa. España se sitúa por encima de la media, en cuarta posición, con un 45% de consultados que adquiere este tipo de artículos conscientes de que son ilegales.

Las cifras de compra de productos falsificados. David Navarro

Los productos falsificados que los jóvenes suelen comprar deliberadamente más frecuentemente son ropa y accesorios (17%), seguidos del calzado (14%), los dispositivos electrónicos (13%) y los productos de higiene, cosméticos, cuidado personal y perfumería (12%).

Sin embargo, también hay muchos jóvenes que caen en la trampa y compran estos productos sin ser conscientes. Así, hasta un 37% de los consultados asegura haber sufrido este tipo de engaño, ante las dificultades para distinguir los productos auténticos de los falsos. Cabe señalar que los porcentajes de quienes recurren a las falsificaciones a propósito y los que han comprado engañados alguna vez no pueden sumarse, ya que una misma persona puede haber estado en ambas situaciones.

Piratería digital

Por lo que se refiere a los contenidos digitales, el acceso a partir de fuentes legales está ganando terreno entre las generaciones más jóvenes. El 60% señaló que durante el último año no había utilizado, reproducido ni descargado contenidos de fuentes ilegales, ni había accedido a transmisiones en directo (streaming) a través de estas fuentes, en comparación con el 51% en 2019 y el 40% en 2016, confirmando así la tendencia.

Así, la piratería intencionada se mantiene estable, ya que el 21% de los consumidores jóvenes (uno de cada cinco) reconoce haber accedido deliberadamente a contenidos pirateados durante los últimos 12 meses, una cifra que se eleva hasta el 25% en el caso de España. Una proporción significativa de los jóvenes fueron inducidos a error para que accedieran a contenidos pirateados. El 12% accedió a contenido pirateado accidentalmente, y el 7% no es consciente de haberlo hecho. Los principales tipos de contenidos pirateados fueron las películas (61%) y las series de televisión (52%), seguidas de la música (36%), principalmente, mediante sitios web, aplicaciones y canales de medios sociales especializados. En España, uno de cada cuatro jóvenes (el 25%) accedió conscientemente a contenido pirateado.

La piratería de contenidos audiovisuales. David Navarro

“En un momento en el que el comercio electrónico y el consumo digital han venido aumentando significativamente, el incremento de las compras intencionadas e involuntarias de productos falsificados constituye una tendencia preocupante”, ha asegurado el director ejecutivo de la EUIPO, Christian Archambeau, que aboga por realizar campañas de concienciación para reducir estas cifras.

Precio y disponibilidad

Aunque el precio y la disponibilidad siguen siendo los principales motivos que incitan a la compra de productos falsificados y al acceso intencionado a contenidos pirateados, las influencias sociales, como las pautas de comportamiento de la familia, los amigos o los conocidos están ganando terreno significativamente.

Otros factores incluyen la despreocupación por si el producto era falso (o si la fuente del contenido era ilegal), el hecho de no percibir ninguna diferencia entre los productos originales y los falsificados, y la facilidad para localizar o encargar productos falsificados en línea. Uno de cada diez encuestados mencionó recomendaciones de personas influyentes o famosas.

 En cuanto a los factores disuasorios, tanto en el caso de los productos como de los contenidos digitales, los jóvenes mencionaron los riesgos de fraude cibernético y las ciberamenazas como factores de disuasión importantes. Asimismo, en la actualidad, los jóvenes encuestados hacen referencia de manera más generalizada a una mejor comprensión del impacto negativo en el plano medioambiental o social.