La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que la demanda mundial de petróleo se dispare por encima de los niveles previos a la pandemia hasta alcanzar los 101,6 millones de barriles diarios en 2023 por el “resurgimiento” de China, pese a la caída del consumo por los precios altos y una perspectiva económica más débil, según el informe que publica mensualmente este organismo.

A diferencia de este año, cuando los países integrados en la OCDE lideraron el consumo, la AIE prevé que el año próximo las economías no pertenecientes a este grupo representen casi el 80% del crecimiento del próximo año.

Pese a esa recuperación del consumo, que había caído por la menor actividad derivada del coronavirus, la agencia reconoce que el suministro mundial de petróleo “puede tener dificultades para mantener el ritmo de la demanda el próximo año, ya que las sanciones más estrictas a Rusia obligan a cerrar más pozos y varios productores se enfrentan a limitaciones de capacidad”. Los países de la UE acordaron prohibir el 90% de las importaciones del bloque de crudo y productos petrolíferos rusos, que se eliminarán gradualmente de los próximos seis a ocho meses.

Moscú es uno de los dos grandes productores de petróleo dentro del cártel junto con Arabia Saudí. Así, si Libia recupera sus caídas, la producción de los países de la OPEP+ podría aumentar en 2,6 millones de barriles diarios, erosionando su reserva de capacidad disponible, añade el organismo.

De esta forma, los aumentos “modestos” que realice el cártel de productores que agrupa a Rusia (OPEP+) proporcionarán una “compensación parcial” al veto a Moscú, pero serán los productores no OPEP+ quienes “dominarán las ganancias durante el resto del año y en 2023” con un incremento adicional de 1,9 millones de barriles diarios en 2022 y 1,8 millones de barriles diarios en 2023. Los productores ajenos a la OPEP+ están liderados por Estados Unidos. Sin embargo, para evitar que el saldo implícito caiga en déficit, la OPEP+ tendría que aprovechar aún más su “colchón de capacidad” cada vez menor, reduciéndolo a mínimos históricos de solo 1,5 millones de barriles diarios, agrega.

“Después de siete trimestres consecutivos de considerables retiradas de inventario, la desaceleración del crecimiento de la demanda y un aumento en la oferta mundial de petróleo hasta final de año deberían ayudar a reequilibrar los mercados mundiales de petróleo”, indica la AIE. Sin embargo, también añade que “esta situación podría resultar efímera” según entren en vigor mayores sanciones contra Rusia, se recupere la demanda de China y si persisten las pérdidas de Libia y se erosiona el “colchón de capacidad” de producción excedente de la OPEP+.