Las firmas turroneras Sanchis Mira (Antiu Xixona) y Turrones Picó han anunciado la compra de Chocolates Clavileño, ubicada en La Vila Joiosa. Una operación que, según han informado desde estas compañías, permitirá “garantizar la sostenibilidad del negocio, mantener los puestos de trabajo y la actividad”, al mismo tiempo que abrirá “nuevas posibilidades de desarrollo de la emblemática empresa”.

En este sentido, el comunicado remitido por las compañías también señala que Clavileño seguirá siendo gestionada por su actual equipo directivo, “dando continuidad a su operativa comercial”, aunque sin ofrecer más detalles sobre los planes de futuro.

Lo cierto es que, tanto Turrones Picó, como Sanchis Mira ya fabrican distintos productos de cacao y, de hecho, esta última es la proveedora de los chocolates de marca Hacendado para Mercadona. En este sentido, la firma mantiene desde 1999 una sólida alianza con la cadena de supermercados presidida por Juan Roig, para la que produce la mayor parte de los turrones de su marca blanca y también la mayor parte de los productos de chocolate. Tanto es así que en 2011 la compañía puso en marcha unas instalaciones específicas para la fabricación de sus líneas de cacao.

De acuerdo con las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, la compañía que preside César Soler cerró el año 2020 con unos ingresos de 120,6 millones de euros frente a los 114,5 del año anterior, lo que supuso un crecimiento del 5,4%. Igualmente, registró un beneficio de 8,7 millones de euros, un 15% más.

Por su parte, Turrones Picó consiguió el año pasado unas ventas de 14,7 millones de euros, lo que supuso una caída del 12,7% sobre las cifras de 2020, en que la compañía incrementó notablemente sus ventas, como consecuencia de la mayor demanda por el confinamiento. Igualmente, el benefició fue de 223.384, también inferior al del año anterior por el mismo motivo.

En cuanto a Clavileño, cuya razón social es Hermanos López Lloret, la compañía facturó en 2020 algo más de 10 millones de euros, prácticamente la misma cifra que en 2019, y consiguió un beneficio de 635.172 euros, de acuerdo con los balances remitidos al Registro Mercantil.

La compañía cuenta con más de 130 años de historia, enmarcada en la tradición chocolatera de La Vila Joiosa, donde también tienen su sede otras importantes firmas del sector, como Chocolates Valor o Chocolates Marcos Tonda. Su actual nombre comercial –Clavileño, el caballo de madera de El Quijote- lo adoptó en 1960, cuando su principal mercado eran los hogares manchegos. En la actualidad, la firma está gestionada por la cuarta generación familiar.

La compañía elabora unas 2.000 toneladas de chocolates y derivados del cacao.