El Ministerio de Trabajo ha anunciado este viernes la puesta en marcha del plan especial de la Inspección para hacer frente a los riesgos derivados de la exposición a altas temperaturas. Los sectores donde la 'policía laboral' va a poner el foco son la agricultura, la construcción y la hostelería, donde por la propia naturaleza de la actividad hay mayor riesgo de sufrir insolaciones, quemaduras, golpes de calor u otras derivadas. Las multas a empresas que incumplan con la normativa en materia de prevención de riesgos laborales oscilan entre 2.451 euros, la mínima, hasta 983.736 euros, la más grave.

Los inspectores de Trabajo ya incorporan en su rutina habitual la supervisión de los sistemas de prevención de riesgos. Especialmente en verano, cuando las temperaturas suben y la probabilidad de sufrir accidentes vinculados con este fenómeno meteorológico aumentan. En 2021 a lo largo de todo el año hubo un total de 7.038 accidentes registrados relacionados con quemaduras y otros 234 siniestros vinculados directamente con temperaturas extremas, luz y radiación. Entre ambas casuísticas sumaron cinco accidentes mortales, según los datos recopilados por el Ministerio de Trabajo. Pero ante la ola de calor la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha anunciado un refuerzo de la actividad inspectora en este ámbito.

Uno de los recursos habituales en estos planes y que imperará en el presente es el envío masivo de cartas a empresas de sectores vulnerables a la calor, recordándole a los empresarios sus deberes en materia de prevención de riesgos. Concretamente Trabajo enviará 115.000 cartas a compañías de la hostelería, la recogida de residuos u otras "labores al aire libre", que desde el Ministerio no han especificado.

Los puntos que habitualmente revisa la Inspección en sus actuaciones es el respeto a los tiempos de la jornada laboral, tanto para que no se supere el horario pactado, como para que se respeten los descansos y las pausas de hidratación pactadas por convenio. También que los empleados dispongan de los equipos de protección individual (EPI), es decir, gorros, cremas protectoras y ropa de trabajo adecuada, entre otros.