La mejora del empleo, pero, sobre todo, la inflación siguen llenando las arcas de la Agencia Tributaria en la provincia. De acuerdo con el último informe realizado por el organismo fiscal, hasta el pasado mes de mayo la recaudación de los principales impuestos de carácter estatal en Alicante alcanzó los 1.605 millones de euros, un 20,5% más que en el mismo periodo del año anterior. O lo que es lo mismo, en los primeros cinco meses del año los alicantinos ya han pagado a Hacienda 275 millones de euros más por conceptos como el IVA, el IRPF o el Impuesto de Sociedades.

Una parte de este aumento de los ingresos públicos tiene su explicación en la mejora que ha registrado la actividad económica, que se ha traducido en un considerable incremento del consumo –hay que recordar que el año pasado aún seguían vigentes muchas de las restricciones adoptadas para contener la pandemia- y también en un crecimiento del empleo y de las retenciones que se aplican en las nóminas.

Pero, sin duda, otro factor decisivo ha sido el aumento de los precios, que ha provocado el ensanchamiento de las bases imponibles en los tributos directamente ligados al consumo, como el IVA, pero también ha inducido indirectamente una mejora en los ingresos de otros tributos como el IRPF, a través de la revalorización de las pensiones. Así, la propia Agencia Tributaria atribuye a la mejora de las pagas de los jubilados buena parte del incremento en la recaudación de este último tributo, tanto por el aumento del volumen total que suman las pensiones, como por la subida de tramo que se ha producido en muchos casos, lo que implica porcentajes de retención también mayores.

De esta forma, entre enero y mayo los pagos por el Impuesto de la Renta ascendieron en la provincia a un total de 569,7 millones de euros, casi 95 millones más que en el mismo periodo de 2021, un 20% más.

Con todo, la mayor diferencia hay que buscarla en el IVA, que logra recaudar 145 millones más, al pasar de los 677,8 millones del año pasado, a los 823,5 contabilizados este ejercicio, un 21,5% más. Y es que, al tratarse de un impuesto que grava el consumo final, cada vez que suben los precios de los productos, aumenta también lo que se paga por este tributo en los mismos. Un aumento que habría sido incluso mayor de no ser por la decisión del Gobierno de rebajar el IVA de la electricidad.

Eso sí, también es cierto que no todo este incremento se puede atribuir directamente a la inflación, que cerró el mes de mayo en el 8,7%, por lo que también hay un componente importante de mejora de la actividad en estas cifras.

Así lo refleja también la evolución del Impuesto de Sociedades, que grava los beneficios de las empresas y que también crece un 18,1%, hasta los 94,7 millones de euros; o, por ejemplo, el impuesto de Tráfico Exterior, que se aplica sobre las importaciones de países terceros, que aumenta un 37,3%, hasta los 30,2 millones.

Únicamente desciende la recaudación por Impuestos Especiales, un 43,7%, aunque en este caso hay que tener en cuenta que los pagos por este tributo que se efectúan en la provincia son muy poco significativos –de 12,7 millones hasta mayo- debido a que la mayor parte se gestiona directamente desde los servicios de la Agencia Tributaria en Madrid.