La decisión de la Conselleria de Economía de exigir a Fundesem el pago con carácter inmediato de alrededor de 600.000 euros como condición para aceptar cualquier plan de viabilidad cogió el lunes por sorpresa a los responsables de la escuela de negocios alicantina, que no ven en estos momentos demasiadas alternativas para conseguir el dinero. Así, Cayetano Sánchez Butrón y su equipo han decidido mantener su apuesta por el acuerdo que firmaron con la Universidad Europea y negocian con el centro privado algún tipo de fórmula que les permita obtener esa cantidad por adelantado y cumplir así la condición impuesta por la Generalitat.

El objetivo es poder presentar cuanto antes, tanto a la propia Conselleria, como al Ayuntamiento de Alicante, la propuesta detallada que ambas administraciones han reclamado para el pago de la deuda atrasada por el alquiler de la sede que la escuela de negocios ocupa en la calle Deportistas Hermanos Torres de la capital de la provincia, así como el plan de viabilidad económica y el plan formativo. Un documento que Sánchez Butrón confía en entregar por registro en los próximos días.

Si las negociaciones con la Universidad Europea lo posibilitan, el plan incluirá ese pago de alrededor de 600.000 euros que la Generalitat reclama como gesto que pruebe la voluntad del centro de abonar toda la deuda, que asciende a un total de 1,65 millones de euros. Sin embargo, si no se encuentra la fórmula para adelantar ese dinero, Fundesem insistirá en su propuesta inicial, en la que, en lugar de un abono en efectivo, el centro plantea que se descuente de la deuda la inversión de alrededor de un millón de euros que la Universidad Europea debería realizar para acondicionar el edificio y modernizarlo, para poder impartir allí varios grados relacionados con la rama sanitaria.

Lo cierto es que ni una ni otra alternativa cuentan tampoco con garantías de que la Generalitat vaya a aceptarla, ya que hasta el momento el conseller de Economía, Rafa Climent, no se ha pronunciado claramente sobre si permitirá la presencia del centro universitario privado en las instalaciones propiedad del Ivace, algo que sí respalda el Ayuntamiento de Alicante, titular de los terrenos donde se asienta.

Además, cualquiera que sea el plan también deberá superar el análisis de los servicios técnicos y jurídicos de la Conselleria de Economía, así como de otros departamentos del Ejecutivo autonómico, como la Dirección General de Patrimonio.

Todas estas incertidumbres han llevado a que los responsables de la escuela de negocios sigan trabajando también en paralelo en la vía del concurso de acreedores, preparando la documentación necesaria para instar el proceso en el juzgado, en el caso de que el plan que presenten en los próximos días sea rechazado y no vean más posibilidades. Una vía con la que frenarían cualquier posible reclamación por parte de otros acreedores y con la que intentarían renegociar una quita de la deuda y un alargamiento de los plazos de pago para buscar la viabilidad del centro, aunque también podría acabar con su liquidación.

Tras varios meses de negociación, Fundesem cerró un acuerdo con la Universidad Europea el pasado mes de octubre para que el centro universitario privado pudiera utilizar sus instalaciones para impartir cuatro grados de la rama sanitaria y la realización conjunta de másteres. Un acuerdo con el que la escuela de negocios buscaba elevar sus ingresos para abonar la elevada deuda que arrastra con el Ivace y garantizar su futuro. Sin embargo, el pasado 29 de junio, cuando se esperaba que debatiera la propuesta, el consejo de dirección del organismo autonómico acordó rescindir el contrato de alquiler con Fundesem y exigirle el pago de los 1,65 millones de euros. Las presiones del Ayuntamiento de Alicante y de los empresarios llevaron a que el titular de Economía, Rafa Climent, aceptara dar una nueva oportunidad al centro para presentar una propuesta de pago y un plan de viabilidad, pero exige que se realice un pago inmediato de 600.000 euros como parte del planteamiento.