Las subidas de la energía y los carburantes arrastran ya a buena parte de los productos que componen la cesta de la compra media de un hogar, hasta el punto de que el Índice de Precios al Consumo (IPC) se situó el pasado mes de junio en el 10,2% interanual, su mayor cota en 37 años, según ha confirmado este miércoles el Instituto Nacional de Estadística. Un aumento que es incluso mayor en el caso de la provincia de Alicante, donde este organismo calcula que los precios se han incrementado dos décimas más que la media, hasta el 10,4%.

La diferencia hay que buscarla en la mayor subida que han experimentado algunas de las categorías que más pesan en la composición de este indicador, y que también supone que las familias alicantinas han sufrido una pérdida de poder adquisitivo mayor que las del resto del país.

De esta forma, entre los productos que se han mostrado más inflacionarios en la provincia que en el resto del país destacan los alimentos, que suben un 14,1% en tasa interanual frente al 13,3% de la media nacional, y lo mismo ocurre con las bebidas no alcohólicas, que se han encarecido un 10,1% en Alicante en el último año, frente al 8,2% del resto del país.

Igualmente, el uso del vehículo privado cuesta ahora hasta un 28,8% más que hace un año, 3,6 puntos más que la media, un apartado que viene marcado sobre todo por la evolución de los carburantes, que siguen en máximos históricos, antes de aplicar el descuento de 20 céntimos del Gobierno.

También sale más caro el calzado, que ha subido un 8,8% en la provincia frente al 3,3% del resto del país, un aumento que, además, contrasta con lo ocurrido con el vestido, que incluso se ha abaratado un 1,1% en este tiempo en Alicante, mientras subía un 2,1% en otras zonas de España.

La conservación y las reparaciones de la vivienda son otros de los servicios a los que los alicantinos tienen que destinar ahora más dinero que el resto de españoles, con una subida del 9,8%, tres puntos más que la media, al igual que ocurre con otros productos para el hogar, como los artículos de menaje (11,6% frente al 8,4% nacional), los electrodomésticos (6,5% frente al 5,8%) o el textil hogar (7,2% frente al 4,3%).

Los alimentos han subido más en Alicante. MANUEL R SALA

Por el contrario, entre los componentes del gasto de los hogares que han subido menos en Alicante que en otras zonas destaca la electricidad y el gas, que se encarece un 34,9%, cinco puntos menos que en el conjunto del país; o los servicios de alojamiento, es decir, los hoteles, que suben un 26,3%, cuatro décimas menos. Eso sí, en ambos casos las subidas, aunque inferiores, siguen siendo muy significativas.

Todo esto se traduce en una considerable pérdida de poder adquisitivo para las familias alicantinas. Especialmente si se tiene en cuenta la evolución de los salarios. De esta forma, mientras que los precios escalan un 10,4%, el aumento medio de los sueldos pactados en convenio apenas alcanza el 2,57%, lo que se traduce en una caída del poder de compra de 7,8 puntos.

Y eso, además, en el mejor de los casos, porque lo cierto es que una gran parte de los trabajadores tienen que llegar a final de mes con los mismos ingresos de hace un año, ya que la renovación de muchos convenios se encuentra estancada, con el perjuicio que ello conlleva. Así, según los datos del Ministerio de Trabajo, en los primeros seis meses del año apenas se han suscrito 65 acuerdos en la provincia, que afectan a algo más de 86.000 trabajadores. El resto sigue pendiente de que empresarios y sindicatos alcancen algún acuerdo.