Las exportaciones alicantinas siguen creciendo con fuerza a pesar de los efectos de la inflación y de la incertidumbre económica provocada por la guerra. Es más, incluso aceleran algo su ritmo. Así, durante el pasado mes de mayo las ventas de las empresas alicantinas al exterior alcanzaron los 649 millones de euros, lo que supone un incremento del 31,6% sobre el mismo periodo del año anterior, frente al crecimiento del 23,8% que había anotado en abril.

De esta forma, los envíos al extranjero acumulados durante los cinco primeros meses del año suman ya 2.971 millones de euros, un 20,6% más que en 2021. En otras palabras, que en lo que llevamos de ejercicio la exportación ha reportado a las empresas alicantinas 508 millones más que el año pasado y 641 millones más que en 2019, antes de la pandemia. Eso sí, no todo es tan positivo como parece, ya que los empresarios advierten de que buena parte de los beneficios generados por este aumento de ventas se los está comiendo la subida de costes, según recuerdan patronales como Avecal, Asaja o Ibiae.  

Además, este crecimiento es ligeramente inferior al registrado a nivel autonómico, del 22%, y también algo menor que la media nacional, del 24,4% en este periodo.

Por sectores, el aumento de las exportaciones es prácticamente generalizado con respecto al año pasado y la mayoría de productos se sitúan también en cifras anteriores al covid. El calzado se mantiene como el producto de la provincia más exportado, con un total de 577 millones de euros entre enero y mayo, un 18,8% más, con lo que consolida su recuperación tras dos años en los que se ha visto lastrado por la reducción de la vida social que provocó el coronavirus.

"Estos meses se ha trabajado muy bien y ha habido muchas reposiciones de la colección de verano, pero ahora el principal temor es lo que pueda ocurrir en septiembre, si se mantiene la inflación y el consumo se retrae", señala la presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Marian Cano, que también apunta que uno de los factores que han propiciado estos buenos datos ha sido la decisión de muchos fabricantes de absorber el impacto de la subida de los materiales y la energía para mantener sus precios, lo que se traduce en márgenes más ajustados.

Una de las empresas hortofrutícolas de la Vega Baja que trabajan la alcachofa. TONY SEVILLA

En segundo lugar se mantiene el sector agroalimentario, aunque ya sin el empuje que registró en plena pandemia. Los envíos de hortalizas se incrementaron un 10% hasta mayo, con un total de 256 millones, mientras que los de fruta fresca sumaron 248,4 millones, sólo un 3,1% más, y los de conservas, otros 105 millones, un 2,3% más. Una evolución marcada por la climatología, ya que las lluvias de marzo y abril favorecieron a algunas verduras, como el brócoli o la alcachofa, y perjudicaron a determinadas cosechas de fruta, según explica el secretario técnico de Asaja, Ramón Espinosa. Eso sí, Espinosa señala que la principal preocupación son los precios que se están pagando en origen, que son incluso menores que en años anteriores, aunque en las tiendas hayan subido. Una caída que, además, va acompañada por el aumento de costes que afecta a todas las actividades.

Entre los principales productos exportados también destaca la evolución de las ventas de manufacturas de plástico, que alcanzaron los 189,4 millones de euros, un 22,2% más, en buena medida gracias al sector de los envases para alimentación o la producción de productos de menaje, según explica Héctor Torrente, el director de la asociación empresarial de Ibi, IBIAE, que agrupa a buena parte de los productores de este material. También suben las ventas de piezas de fontanería o de otro tipo utilizadas en la construcción, sobre todo por el auge de las reformas. No obstante, también en este caso la subida de las materias primas frena la mejora de la rentabilidad.

Los productos alicantinos más exportados de enero a mayo. David Navarro

En cuanto al resto de sectores, también aumentó la exportación de manufacturas de aluminio, hasta los 170,2 millones, un 38,5% más, impulsada por la revalorización de ese material; o la de maquinaria, que sumó 74,5 millones, un 16,2% más. Igualmente, crecen con fuerza las ventas del sector del mueble, que contabilizaron 60,8 millones en este periodo, un 20,4% más, e incluso parece que el mármol empieza a recuperar algo de terreno, tras varios años de capa caída, con un incremento de ventas del 7,6%, hasta rozar los 44 millones.

El que no parece tener el mejor arranque de año es el sector juguetero, cuyas exportaciones se estancaron, con 53,5 millones de euros, sólo un 0,4% más. Una cifra que contrasta con la mejora del mercado nacional en el mismo periodo.

Por último, las ventas de automóviles al extranjero, que en los últimos años habían crecido mucho por la necesidad de las empresas de alquiler de lograr liquidez y deshacerse de sus flotas, también se estancan, con 73,6 millones, prácticamente la misma cifra que en 2021. Todo lo contrario de lo que ha ocurrido con las ventas de carburantes que se han facturado desde la provincia, que sumaron 77 millones de euros, casi 20 veces más que el año anterior.

Por destinos, los productos alicantinos mejoraron su cuota en todos los grandes países europeos, con especial intensidad en Holanda, donde las ventas aumentaron un 79,3%; Portugal, con 31,8%; y Reino Unido, con un 27,2%. También son destacables los avances en Estados Unidos (+17,9%), o en Marruecos (29,3%).