Ya es oficial. El juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante ha admitido la solicitud de Fundesem y ha declarado el concurso voluntario de acreedores, tanto de la fundación, como de la sociedad limitada responsables de la gestión de la escuela de negocios. De esta forma, el equipo liderado por Cayetano Sánchez Butrón logra su objetivo de adelantarse a la posible reclamación de algún acreedor, lo que hubiera supuesto la declaración un proceso forzoso, con la suspensión de facultades de los administradores.

Los actuales gestores tratarán a partir de ahora de lograr un acuerdo que permita reducir considerablemente el volumen de su deuda mediante alguna quita y también una renegociación de los plazos, con el objetivo de conseguir la supervivencia del centro. Eso sí, a partir de este momento deberán hacerlo de conformidad con el administrador concursal que ha designado el juez, la firma bilbaína PKF Attest Concursal, que tiene cinco días para decidir si acepta o no el encargo.

La deuda actual de Fundesem asciende a unos 2,5 millones de euros, según la información facilitada por Sánchez Butrón, de los que 1,65 millones son con el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) por los atrasos en el alquiler de la sede que ocupa la escuela en la calle Deportistas Hermanos Torres de Alicante. Un inmueble que la administración autonómica construyó a principios de los años 90 sobre una parcela de titularidad municipal para arrendárselo al centro formativo y utilizarlo como sede del entonces Impiva.

En este sentido, cabe recordar que la decisión de Fundesem se produce después de que el pasado 29 de junio el consejo de dirección del Ivace acordase rescindir el contrato de alquiler y exigir toda la deuda acumulada, a pesar de que desde el centro habían planteado un plan de viabilidad para el pago de las cantidades atrasadas mediante un acuerdo con la Universidad Europea, a la que subarrendaría parte de las instalaciones.

Las presiones del empresariado y del Ayuntamiento de Alicante llevaron a que el conseller Rafa Climent y el alcalde de la ciudad, Luis Barcala, acordaran dar una nueva oportunidad a los responsables de la escuela de negocios para presentar una nueva propuesta, en la que, eso sí, la Generalitat exigía el pago inmediato de una cantidad significativa de esa deuda, unos 600.000 euros.

Una imagen de la reunión celebrada entre Cayetano Sánchez Butrón, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, y el conseller Rafa Climent. Alex Dominguez

Sin embargo, ante el riesgo cada vez más real de que algún acreedor presentara una reclamación en el juzgado, el consejo rector de Fundesem optó por solicitar el concurso voluntario de acreedores, lo que coincidió con la decisión de la Universidad Europea de retirarse del acuerdo que había firmado en octubre del año pasado, ante la imposibilidad de ponerlo en marcha para el próximo curso. Por su parte, tras el paso dado por los gestores del centro, desde el Ivace optaron por seguir adelante con la rescisión del contrato, que ahora deberá pasar por las manos del juez responsable del concurso.

Los responsables de Fundesem aseguran que no tiran la toalla y que la intención es que se trate de un concurso "de continuidad", es decir, en el que se logre un acuerdo que permita reducir su deuda y garantizar la viabilidad de la escuela.

Negociación con la plantilla

De momento, y a la espera de que puedan arrancar las negociaciones con los acreedores –que tendrán un mes para comunicar sus deudas a partir del momento en que la declaración de concurso se publique en el BOE-, los administradores de Fundesem ya han iniciado las conversaciones con la plantilla con la intención de aprobar un ERE para la mayoría de los 17 trabajadores con que cuenta el centro y un ERTE para los que se queden.

Según señala Sánchez Butrón, la reducción rondará el 80% de la plantilla ya que la intención es que se quede únicamente el personal imprescindible para tramitar el concurso. El también abogado asegura que este paso se da de común acuerdo con los propios trabajadores para darles una salida y evitar que queden en un limbo durante meses, en los que no podrían cobrar sus salarios. De esta forma, al menos podrán inscribirse en el paro y buscar alternativas. Eso sí, una vez declarado el concurso, la reducción de personal deberá conseguir la conformidad del administrador concursal.

Los problemas de Fundesem arrancaron con el estallido de la crisis de 2008, que redujo los ingresos de la escuela de negocios promovida por el empresariado alicantino a través de una fundación. La situación llevó a que en 2011 dejara de pagar el alquiler de su sede y, tras una primera reclamación del Ivace en 2017, en 2019 se llegó a un acuerdo de refinanciación de la deuda, que también supuso la sustitución del anterior equipo gestor y la llegada a la presidencia de Cayetano Sánchez Butrón. Sin embargo, en este tiempo, lejos de mejorar, el centro ha elevado la deuda que mantiene con el Ivace, en gran parte por las consecuencias derivadas de la pandemia.