El cambio climático está teniendo una incidencia directa sobre las temperaturas, y uno de los sectores que se está viendo más afectado es la agricultura. Una muestra de ello es lo que va a suceder este año con la vendimia, que va a sufrir un importante adelanto como consecuencia de las sucesivas olas de calor. La maduración de las uvas se ha acelerado de manera notable, hasta el punto que las tareas de recolección en la provincia está previsto que se inicien la próxima semana, cuando lo habitual era que esos trabajos arrancaran a final de mes. Pero la cosa no se queda ahí, toda vez que el ambiente tórrido ha propiciado una disminución de la cosecha de alrededor del 10%, al tiempo que ha aportado dudas en relación con la calidad. Con todos estos condicionantes, se espera que la producción de las 45 bodegas de la Denominación de Origen Alicante se sitúe próxima a los 140.000 hectolitros.

No están siendo las de este año unas condiciones meteorológicas ni mucho menos óptimas para los viñedos. La pluviometría ha sido irregular, más generosa en l'Alcoià y El Comtat y en las Marinas que en el Vinalopó, pero, de cualquier forma, de eso ya hace mucho tiempo, y la sequía que ha venido después no ha contribuido a reforzar los cultivos. A ello se le ha unido después un tórrido verano, con sucesivas olas de calor que no han hecho otra cosa que estresar a las uvas. Así lo hace constar Eladio Martín Aniorte, gerente de la DO Vinos de Alicante, que ve el panorama un tanto complicado. "Todos estos elementos -explica- han propiciado que la uva esté engordando menos y que, por tanto, se vaya a producir una reducción de la cosecha que oscilará entre el 5% y el 10%, dependiendo de las zonas. Lo que está claro, es que la producción va a estar por debajo de los 30 millones de kilos, que es nuestro baremo más o menos habitual".

Las elevadas temperaturas, por otro lado, también siembran dudas con respecto a la calidad de la uva. Según sus palabras, "nos estamos encontrando con noches tropicales, por lo que no se está dando el contraste adecuado con respecto al día. Eso propicia que la maduración no sea la adecuada y que, además, puedan alterarse algunos parámetros fisicoquímicos que afectan a la calidad".

El otro contratiempo es el adelanto de la vendimia, también como consecuencia del fuerte calor. "Estamos notando en los últimos años que cada vez hay que esperar menos, pero esta campaña va a ser un tanto excepcional, porque los primeros trabajos de recolección ya podrían empezar la próxima semana, con las variedades de la malvasía y el moscatell, cuando lo normal era hacerlo a finales de mes", asevera.

Miguel Ángel Díaz, de Bodegas Pinoso, también hace referencia a las complicadas condiciones a las que se enfrentan los viñedos. "La primavera fue buena en cuanto a lluvias -resalta-, pero luego ha venido el calor y la sequedad, con cada vez menos agua para el riego. Eso nos genera cierta inquietud, porque puede que las uvas estén madurando por fuera, pero no haga lo mismo la pepita, que es de suma importancia".

Por su parte, José Juan Reus, presidente de la DO Alicante y de Bodegas Xaló, coincide en la necesidad de que la uva madure de manera conveniente. "En nuestra zona -indica- la producción va a ser más o menos la normal, aunque si hubiese llovido hace unas semanas, nos encontraríamos ante una producción excepcional".

El sector teme una fuerte bajada del consumo después del verano

Las bodegas de la Denominación de Origen Vinos de Alicante están viviendo un buen verano, animado sobre todo por el consumo nacional, que es su principal mercado. La situación, sin embargo, amenaza con torcerse de cara a final de año.

Según explica el gerente de la DO, Eladio Martín Aniorte, «la verdad es que el verano lo empezamos con muy buenas expectativas, gracias al tirón del turismo y la hostelería. Sin embargo, de cara a finales de año tenemos muchas dudas con relación a lo que pueda suceder, porque el panorama está muy complicado».

Hay diferentes elementos que contribuyen a esta preocupación y que son comunes para la mayor parte de los sectores productivos. La fuerte inflación es uno de los más importantes, debido a que los consumidores están viendo reducido de manera notable su poder adquisitivo. Después aparece la incertidumbre internacional generada por la guerra de Ucrania y la recesión ya presente en EE UU, que amenaza con propagarse, más pronto que tarde, a la Unión Europea.

Bodegas Pinoso es un gran exportador de vinos al mercado norteamericano, y según señala su director comercial, Miguel Ángel Díaz, «ya se ha empezado a notar la recesión en EE UU, porque las ventas ya no están siendo tan fluidas como lo venían siendo hasta el momento».

Las bodegas alicantinas venden al exterior alrededor de un 25% de su producción, mientras que el resto se queda en España.