Poco podía imaginar Rafa Climent, cuando tomó posesión de su cargo de conseller hace dos legislaturas, que tendría que hacer frente en la provincia de Alicante a una serie de problemas de los que, de momento, ha podido salir bastante airoso, aunque asumiendo al mismo tiempo un desgaste por las críticas de los colectivos directamente afectados a los que se ha tenido que enfrentar.

Viene esto a cuento, sobre todo, del centro de oficios de la Confederación Empresarial de la Provincia de Alicante (Coepa), el ambicioso proyecto en el que se embarcó esta entidad y que, al final de la partida, supuso su disolución como consecuencia del enorme endeudamiento. En la actualidad, tras múltiples gestiones en las que ha participado activamente el Ayuntamiento de Alicante, se vislumbra un futuro ilusionante para el inmueble en materia formativa, aunque en su momento se produjese una fuerte disputa entre el IVF, el Servef y la propia Coepa a cuenta de la titularidad y las ayudas.

Algo similar ha ocurrido recientemente con Fundesem, al que el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) quiere rescindir el contrato de alquiler del edificio que ocupa por la deuda acumulada. De momento hay una calma tensa, a la espera de ver qué ocurre con el concurso voluntario de acreedores presentado por la entidad. 

También complicado ha resultado sacar a flote a la Institución Ferial Alicantina (IFA), un auténtico vía crucis, que finalmente se ha saldado de manera positiva con la asunción de la deuda de 70 millones de euros por parte del Consell, lo que libera a la entidad de cargas y le permite acometer un plan de mejoras y ampliación de actividades tanto feriales como de otro tipo. Y todo ello en un camino que no ha sido sencillo, con enfrentamientos incluidos, en este caso, con la Conselleria de Hacienda, con relación al modelo de gestión.

Un nuevo modelo de gestión para IFA tras quedar exenta de la deuda

La Institución Ferial Alicantina (IFA) tiene ante sí un futuro repleto de posibilidades después de haberle visto de cerca las orejas al lobo. Y es que la deuda de 70 millones de euros que había venido arrastrando la estaba maniatando a la hora de organizar actividades con las que ayudar a promocionar a los diferentes sectores económicos de la provincia. La situación, ahora, ha cambiado de manera radical, cuando el lastre ha desaparecido y está a punto de constituirse en mercantil para una gestión público-privada.

Para que ello haya sido posible, el Consell, en una iniciativa liderada desde el departamento de Economía, ha asumido el importe de la deuda, en una tramitación que no estuvo exenta de discrepancias con la Conselleria de Hacienda. Según explica Rafa Climent, «al final no es una cuestión de decir quien se ha salido con la suya. Lo positivo es que se ha encontrado una fórmula por medio de la cual habrá un control público de la institución y una gestión privada, porque a fin de cuentas son los empresarios los que mejor conocen sus necesidades».

Dentro de este proceso, está a punto de constituirse la mercantil que se encargará de regir los destinos de IFA. Será después de las vacaciones, y todo parece indicar que con la actual directora, Beatriz Serrano, al frente de la misma, toda vez que el cargo se someterá a votación a propuesta del presidente, en este caso, el propio Climent.

«Nuestra intención -señala el conseller- es que IFA sea rentable. De hecho, y exceptuando la época de la pandemia, los últimos años se había conseguido una rentabilidad, y esa es la senda por la que debemos seguir transitando a partir de ahora».

Así lo confirma la propia Beatriz Serrano, quien no duda a la hora de señalar que «estamos hablando de un servicio totalmente esencial para la provincia, que precisa de un lugar en el que celebrar eventos».

De entrada, están previstas inversiones para la mejora de las infraestructuras feriales, que se han venido degradando en los últimos años, así como la urbanización de los terrenos colindantes aportados por IFA como pago de la deuda para la ubicación del centro de envejecimiento y la instalación de empresas de carácter innovador, algo que será gestionado por la Sociedad Proyectos Temáticos, tal y como fue aprobado por el Consell este pasado viernes.

Y en cuanto a contenidos, el objetivo es ampliar las actividades que se desarrollan en IFA. Según explica Serrano, en la actualidad se celebran veinte ferias anuales y un número similar de eventos de otro tipo. «Lo que queremos -destaca- es incrementar las actividades a todos los niveles, incorporando nuevas ferias sectoriales». Ahí podría estar la feria de calzado de la que se viene hablando en los últimos años, «aunque eso es algo que deben plantear los empresarios», matiza.

Inversión de 5,5 millones para devolver la vida al antiguo centro de oficios de Coepa

Tras años de abandono y degradación, el antiguo centro de oficios de la extinta patronal provincial Coepa va a tener una nueva vida. Y es que la Conselleria de Economía está ultimando el proyecto de las obras de rehabilitación del inmueble, con el objetivo de acometerlo el próximo año y que a partir del siguiente pueda empezar a dar servicio también en materia formativa, atendiendo las necesidades empresariales de la provincia. Todo ello después de un largo y complicado periplo que desembocó en un acuerdo con el Ayuntamiento de Alicante para poder acometer la iniciativa.

La idea de construir un centro de oficios surgió en el año 2001, con la finalidad de ofrecer una respuesta a la falta de mano de obra especializada que en aquel momento sufrían sectores de la provincia como la construcción o la hostelería. Fue por medio de un acuerdo a tres bandas. El Ayuntamiento de Alicante cedió la parcela y la Generalitat financió la construcción del inmueble, que tuvo un coste de 6,8 millones de euros, a través de subvenciones del Servicio Valenciano de Empleo (Servef) y de una hipoteca del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), mientras Coepa se encargaba de su gestión y de impartir los cursos, que también venían subvencionados por parte del Consell.

Sin embargo, con la llegada de la crisis económica, los presupuestos para la formación de desempleados se redujeron y Coepa fue incapaz de concurrir a las diferentes licitaciones que iban surgiendo. Así las cosas, el inmueble en cuestión se encuentra en desuso desde 2012, cuando el IVF empezó a reclamar el préstamo concedido. Lo que ocurrió es que Coepa no pudo afrontar estos pagos como consecuencia de la pérdida de su principal fuente de ingresos, recibiendo la puntilla cuando el Servef exigió la devolución de las ayudas.

El edificio, a partir de ahí, fue languideciendo y cayendo en manos de la degradación, hasta que finalmente se cerraba a principios de este año un acuerdo entre el Servef, el IVF y el Ayuntamiento de Alicante, que permitirá recuperar esta infraestructura para convertirla en un centro de formación.

El proyecto de rehabilitación cuenta con un presupuesto de 5,5 millones de euros y, en el marco del convenio, el Consistorio cede durante 50 años el derecho sobre el suelo y edificación construida a Labora, para que imparta cursos a personas tanto ocupadas como desocupadas para que puedan mejorar sus habilidades y capacidades profesionales. También se va a prestar apoyo al emprendimiento o ejecutar cualquier otra política activa de empleo. La finalidad, destaca el conseller Climent, es atender las necesidades empresariales.

Fundesem ultima un plan de viabilidad para continuar con la escuela de negocios

El último conflicto en el que se encuentra inmersa la Conselleria de Economía en la provincia de Alicante es el de la escuela de negocios de Fundesem, a raíz de que el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) acordase rescindir el contrato de alquiler de la sede que ocupa como consecuencia de los impagos. La situación, ahora mismo, se encuentra en un compás de espera, mientras la entidad ultima un plan de viabilidad que le permita continuar con su actividad en el inmueble que ocupa en estos momentos.

El conflicto estalló el pasado mes de junio, justo cuando la dirección del Ivace acordaba rescindir el contrato y exigir toda la deuda que Fundesem había venido acumulando desde 2012 por los atrasos en el alquiler, que asciende a 1,65 millones de euros. Esta decisión se adoptaba pese a que desde el centro habían planteado una propuesta para el pago de las cantidades adeudadas a través de un acuerdo con la Universidad Europea, a la que subarrendaría parte de las instalaciones. Esta solución, sin embargo, no acababa de fructificar.

La postura del Ivace provocó críticas por parte del Ayuntamiento de Alicante y del empresariado, motivo por el que el conseller Rafa Climent y el alcalde de la ciudad, Luis Barcala, acordaban dar una nueva oportunidad a Fundesem para plantear una nueva propuesta, aunque, eso sí, con la exigencia por parte de la Generalitat del pago inmediato de 600.000 euros.

Sin embargo, y teniendo en cuenta que la fundación mantiene otras deudas que elevan la cifra total a 2,5 millones de euros, desde la propia entidad se decidió plantear un concurso voluntario de acreedores ante el riesgo más que real de que algún acreedor presentara una reclamación en el juzgado. Este hecho coincidió con la decisión de la Universidad Europea de retirarse del acuerdo que había firmado el año pasado, ante la imposibilidad de ponerlo en marcha para el próximo curso, y la postura del Ivace de seguir adelante con la rescisión del contrato.

Pese a todo, los gestores de Fundesem no arrojan la toalla. La directiva liderada por Cayetano Sánchez Butrón está trabajando en la confección de un plan de viabilidad que piensa presentar a finales de este mes o principios del próximo. Así lo señala el propio Sánchez Butrón, quien asegura que no renuncian a seguir con su actividad en la misma sede. «Seguramente -indica- sería con un uso menos potente y un personal más reducido, pero nuestra intención es continuar, siempre en base a un espíritu dialogante». El conseller, por su parte, señala estar a la espera de «ver si se puede reconducir el tema», con la intención de que, pase lo que pase, el edificio pueda seguir siendo utilizado como centro de formación.