La recuperación iniciada tras la pandemia de coronavirus y las ganas de disfrutar del primer verano sin restricciones de los dos últimos años, con el empuje que eso ha supuesto para la actividad turística, han venido mitigando hasta la fecha los perniciosos efectos de la guerra de Ucrania. El impacto real, sin embargo, va a empezar a conocerse muy pronto, con la llegada del otoño, momento a partir del cual se espera un fuerte retroceso de la economía en la Comunidad Valenciana. Así se desprende de un informe elaborado por el Comité Económico y Social (CESCV), que advierte de efectos muy negativos en las exportaciones, el consumo y el empleo en este territorio, así como de un incremento de la pobreza. La situación es lo suficientemente preocupante como para que desde el organismo se inste a la Generalitat a adoptar medidas paliativas, tanto coyunturales como estructurales, que permitan superar la crisis.

La palabra recesión no aparece en el informe del Comité Económico y Social de la Comunidad Valenciana, pero el panorama que dibuja para los próximos meses sí que permite aventurar un retroceso de la actividad económica de notables dimensiones. El organismo, en concreto, destaca que el conflicto bélico está teniendo consecuencias adversas a la vista de los datos de los primeros meses de 2022, que recogen una escalada de los precios de las materias primas energéticas y el consiguiente aumento de la inflación. De hecho, se deja constancia de que el crecimiento económico del territorio autonómico ya se redujo en el primer trimestre.

En cuanto a la demanda interna, el informe señala que su principal componente, el consumo privado, moderará su dinamismo a corto plazo por el aumento de la incertidumbre y, sobre todo, como consecuencia de la inflación, que conlleva la pérdida de poder adquisitivo y el estancamiento salarial. Lo mismo, añade, puede ocurrir con la inversión empresarial, en un contexto en el que se prevé un encarecimiento de los costes de producción.

Por lo que respecta a la demanda externa, y pese a que la exposición del comercio exterior valenciano con Rusia y Ucrania es reducido, la guerra puede tener un efecto negativo sobre las exportaciones e importaciones a través de las cadenas globales de suministros y sobre algunos países terceros que están más expuestos a los dos territorio en conflicto. Así, se recuerda que en marzo las exportaciones de la Comunidad solo aumentaron un 0,6% con relación al mes anterior, frente a los avances del 4,7% y del 6,95 de enero y febrero respectivamente.

El comité, asimismo, resalta que la guerra también afectará sensiblemente al mercado de trabajo. Así, y pese que hasta el momento no ha habido efectos cuantitativos sobre el empleo, se destaca que si bien se ha recuperado la prohibición de los despidos objetivos basados en el aumento de los costes energéticos, dicha medida solo afecta a las empresas que reciban algún tipo de ayuda contemplada en el plan de choque de respuesta al conflicto bélico.

El organismo, igualmente, alerta ante los aumentos significativos de los alimentos y la energía, con el consiguiente riesgo de aumento de pobreza, sobre todo en los colectivos de personas consumidoras vulnerables.

Con todo ello, el CESCV reclama planes y programas a corto, medio y largo plazo que se traduzcan en medidas paliativas, coyunturales y estructurales que permitan superar la crisis y avanzar hacia una recuperación robusta, firme, duradera e inclusiva, potenciando el diálogo social y la negociación entre todos los agentes. En este sentido, en la Comunidad, dentro del ámbito de sus competencias, considera que deben adoptarse medidas contra la ralentización del crecimiento económico y que aceleren el desarrollo de la denominada autonomía estratégica y tecnológica en el ámbito de la energía, las materias primas fundamentales y los alimentos. 

Buena valoración del plan Reactiva

El Comité Económico y Social de la Comunidad Valenciana (CESCV) valora en su informe el importante montante presupuestario asignado por la Generalitat al plan Reactiva, destinado a responder a la emergencia climática y luchar contra la inflación en este escenario económico y social sobrevenido por el conflicto bélico de Ucrania. El programa, en concreto, está dotado con 944 millones de euros y financiado con fondos autonómicos y europeos, así como con recursos del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia. 

Covid e inflación no impidieron el crecimiento en 2021

El Comité Económico y Social de la Comunidad Valenciana (CESCV) también ha realizado un informe sobre el comportamiento de la economía autonómica durante 2021, destacando el crecimiento del 6,1% registrado durante este ejercicio pese a que la pandemia de coronavirus y la inflación operaban en su contra. También resalta la evolución heterogénea de los distintos sectores, siendo el textil y el químico los más dinámicos.

En lo que respecta al mercado de trabajo, el informe pone de manifiesto que los mecanismos de protección social, fundamentalmente los ERTE, permitieron una mejor situación para la recuperación con tendencia alcista del crecimiento del empleo, la mayor cifra desde el año 2013. Con todo, el organismo insiste en la necesidad de avanzar en una transformación del modelo productivo, basada en la innovación y la generación de valor añadido.

El comité, asimismo, incide en la reforma del sistema de financiación autonómica y en la adecuada ejecución de los fondos europeos Next Generation, al tiempo que resalta la importancia de la sostenibilidad medioambiental, animando a la transición ecológica y energética.

El CECV, por último, apuesta en su informe por una sociedad inclusiva, el refuerzo de los servicios públicos esenciales, la protección social y el empleo de calidad.