La rápida recuperación registrada por la provincia de Alicante tras al fuerte impacto que supuso la irrupción de la crisis sanitaria del covid se ha estado sustentando en buena parte en el buen funcionamiento de las exportaciones, con índices de crecimiento que las ha llevado a batir registros históricos. De hecho, la progresión se ha mantenido también en el primer semestre de este año, que se ha cerrado con un aumento del 19,7% en relación al mismo periodo del ejercicio anterior. Hasta aquí, todo bien, salvo por un dato preocupante que, además, dibuja negros presagios de cara a lo que pueda suceder este otoño. Y es que en el mes de junio la tendencia al alza ha registrado un frenazo en seco, toda vez que las ventas al exterior han caído un 8%, en lo que supone el primer contratiempo desde el inicio del año. La fuerte inflación, con la consiguiente pérdida de competitividad de las empresas, y la incertidumbre que se vive a nivel internacional, se esconden detrás de esta situación.

Los últimos datos de exportación publicados por el Ministerio de Industria Comercio y Turismo hacen referencia al primer semestre de este año. De acuerdo con la información facilitada, las ventas al exterior de la provincia de Alicante se situaron en 3.567 millones de euros, lo que representa un 19,7% más respecto al mismo periodo de 2021 y, lo que es más importante, se ubica un 27% por encima de los primeros seis meses de 2019, antes de que irrumpiera la pandemia. La progresión, por tanto, resulta positiva, aunque ya aquí aparecen algunos indicios preocupantes, como es el hecho de que el incremento ha sido inferior al registrado en el conjunto de la Comunidad Valenciana, que cerró este último semestre con un aumento exportador mayor, concretamente del 24,9%, merced a las notables subidas del 29% y del 24,5% de las provincias de Castellón y Valencia respectivamente.

Con todo, la cifra que invita más a la alerta es la del último mes, toda vez que Alicante vio truncada la tendencia al alza que venía manteniendo desde el comienzo del ejercicio, al registrar un descenso de las ventas al exterior del 8% con relación a mayo, situándose en los 596 millones de euros. En este contexto, los descensos más significativos afectan a sectores relacionados directamente con las manufacturas de consumo, como es el calzado, que, además, es la principal actividad exportadora de la provincia. Esta industria, en concreto, pasó de vender al extranjero 103,4 millones de euros en mayo a quedarse en 89,3 millones en junio. Dentro de este apartado también aparece el textil, que pasa de 54,3 millones a 47,4. También cae la sección que incluye la alimentación y las bebidas, transitando desde los 166 millones a los 143; los metales no ferrosos, de 39,6 a 36,2; o los juguetes, de 12,1 a 11,4. En el lado contrario se encuentran productos como la maquinaria, que pasa de 12 a 14,9 millones; los automóviles y motos, de 12,5 a 13,4; o los muebles, de 10,9 a 11,1.

A la hora de explicar los motivos de estos descensos, la catedrática de Análisis Económico Aplicado de la Universidad de Alicante (UA), Paloma Taltavull, hace referencia a diversos factores, aunque la inflación ocupa un lugar destacado. Según sus palabras, la devaluación del euro frente al dólar, en principio, tendría que haber favorecido las exportaciones, "pero -matiza- el fuerte incremento de los costes que están teniendo que afrontar las empresas puede haber propiciado una pérdida de competitividad a la hora de comercializar sus productos en el ámbito internacional. Todo esto nos pasa factura, y más cuando las compañías se mueven en márgenes muy reducidos".

Taltavull también llama la atención sobre la fuerte dependencia que las exportaciones alicantinas tienen de los productos tradicionales. "Se trata -subraya- de artículos muy sensibles a los precios y también a las cadenas de distribución internacional. Cualquier anomalía en este sentido hace que se resientan de una manera más significativa".

La catedrática de Economía señala que habrá que seguir muy de cerca la evolución de los próximos meses, aunque todo parece indicar que "lo que hemos sufrido en junio puede ser un anticipo de lo que está por llegar en este escenario de guerra en Ucrania y caída de la actividad".

¿Y qué opinan los sectores más afectados? La presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Marián Cano, recuerda que las exportaciones de esta industria habían marcado hasta ahora datos de crecimiento, "pero -destaca- nos preocupa que la incertidumbre que sigue existiendo en los mercados pueda derivar en una caída del consumo". De entrada, añade, el descenso de las ventas al exterior en junio "hay que verlo como un dato aislado. Tendremos que ver la evolución durante los próximos meses para valorarlo bien y concretar si esta bajada es el preludio de un cambio de tendencia".

Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval), Pepe Serna, también coincide en que habrá que esperar a la evolución, aunque reconoce que "pintan bastos. Las empresas están perdiendo competitividad por la inflación y el nuestro no es un producto de primera necesidad".