El Instituto Tecnológico del producto infantil y de ocio (Aiju), con el apoyo de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo), ha creado una innovadora herramienta educativa gratuita, para el arranque del nuevo curso escolar, para enseñar a los niños la importancia de la propiedad intelectual y el riesgo que los juguetes falsificados suponen para la salud, el medio ambiente y la economía.

El último barómetro de la propiedad intelectual entre los jóvenes de la Euipo afirma que el 45% de los jóvenes españoles ha comprado al menos un producto falsificado a propósito en el último año. En este sentido, la educación y la concienciación desde la escuela sobre el riesgo que entraña este tipo de artículos son clave. Los jóvenes consumidores, explican desde Aiju, deben aprender a tomar decisiones con conocimiento de causa, y este aprendizaje comienza desde pequeños.

Así las cosas, el proyecto "safe or fake?" está dirigido a niños y niñas de 8 a 12 años y maestros de primaria y consta de recursos educativos gratuitos que les ayudarán a ser consumidores responsables. Esta herramienta, en concreto, pone a disposición de la comunidad educativa una serie de materiales lúdicos y didácticos que pueden ser utilizados tanto en casa como en la escuela, o en actividades extraescolares.

Según Mari Cruz Arenas, coordinadora del proyecto, con esta iniciativa “los alumnos pueden ser diseñadores de nuevos juguetes o autores de un cuento, para poner en práctica sus conocimientos a la hora de proteger sus creaciones. También aprenden a detectar si el juguete que van a comprar puede ser una falsificación. Estos recursos abarcan desde tercero hasta sexto de primaria”, subraya. A través de los mismos, los niños trabajan la comprensión del concepto de riesgo no evidente tanto para su salud, el medio ambiente y la sociedad.

Los maestros y profesionales de la educación que han participado en el proyecto han valorado positivamente la utilización del juguete como vehículo para llegar a los alumnos y tratar temas relacionados con el consumo responsable. Además de su enfoque hacia las materias tradicionales impartidas en el aula como ciencias sociales o ciencias naturales.

Los recursos del proyecto también están alineados con materias que se imparten en clase, desde la perspectiva del consumo y la realidad social, a los nuevos modelos de compra online. Y es que, solo la compra online de regalos para niños supone ya el 43% de las adquisiciones totales, mientras que los artículos de primera infancia destinados a niños de 0 a 2 años suponen el 60% de las compras en la categoría de juguetes, según los datos de un estudio recogido por la Guía Aiju 2021-2022.

Precisamente, el comercio online se ha convertido en el principal canal de distribución de productos falsificados. Más del 50% de las incautaciones de productos falsificados, importados en la UE, están relacionados con el comercio electrónico, según un estudio de Euipo y la Oecde.

Este auge del comercio electrónico ha supuesto también mayores oportunidades para hacer llegar los productos falsificados a los consumidores de todo el mundo. Y los juguetes son uno de los productos que más sufren el problema de las falsificaciones.

En este sentido, la herramienta impulsada por Aiju y la Euipo pretende trasladar la importancia de la propiedad intelectual y los peligros que entrañan las falsificaciones para la salud de los niños, ya que pueden contener sustancias tóxicas, componentes pequeños con los que se pueden atragantar o materiales inflamables.

Estos materiales educativos también abordan las consecuencias de la compra de juguetes falsificados, desde la perspectiva medioambiental y económica. No solo para las empresas, sino también para el conjunto de la sociedad, ya que las copias conllevan pérdidas económicas para las arcas públicas, la ciudadanía y el estado del bienestar.

Además, los delitos contra la propiedad intelectual llevan implícitos a menudo otros delitos graves como blanqueo de capitales, fraude documental, ciberdelincuencia, estafa, producción y tráfico de estupefacientes y terrorismo.

En este sentido, la responsable del laboratorio de Aiju, Ana Sánchez explica que “para motivar y generar interés en los niños, estamos utilizando el juguete como centro de interés para el aprendizaje del concepto de propiedad intelectual o las lesiones que puede causar un juguete falsificado”.

Con este proyecto, añade “ponemos a disposición de padres y maestros una herramienta educativa que permita trabajar las competencias clave del niño, a través del respeto de las creaciones de otros y los valores europeos en cuanto a propiedad intelectual, protección de los consumidores más vulnerables y del medio ambiente”.