El auge de las reformas tras el confinamiento, que ha tenido especial incidencia en la adecuación de terrazas y balcones, y el aumento de la actividad en el sector de la construcción permitieron que la facturación del fabricante de persianas, toldos y mosquiteras Persax se incrementara más de un 16% durante el año pasado y dejara atrás los efectos de la pandemia.

En concreto, según las cuentas depositadas por la compañía en el Registro Mercantil, la firma sajeña ingresó 23,5 millones de euros en 2021, frente a los 20,2 del ejercicio anterior, cuando la cifra de negocio se vio impactada por la paralización económica provocada por el confinamiento.

"Durante aquellos meses la gente pudo comprobar que si hubiera tenido una terraza mejor o el patio mejor acondicionado, lo hubiera podido disfrutar más y eso ha llevado a que muchos se hayan decidido a hacer las reformas necesarias", explica el director general de la firma, Salvador Ochoa. Una tendencia que se inició durante el mismo 2020, pero que se consolidó plenamente en 2021.

Los balances también confirman que el aumento de las ventas se registró tanto en el mercado nacional, donde los ingresos de Persax pasaron de los 14,3 a los 16,3 millones de euros, como en el exterior, que aporta ya casi un tercio de su facturación. En concreto, las ventas al resto de países de la UE sumaron 3,4 millones frente a los 2,9 de 2020, mientras que los envíos a los mercados extracomunitarios alcanzaron los 3,8 millones, frente a los 2,9 del ejercicio anterior.

En este sentido, Ochoa está convencido de que el cambio climático puede suponer una oportunidad para elevar aún más las ventas de la firma en los mercados europeos, ya que el aumento de las temperaturas y los episodios de olas de calor como los vividos este mismo verano empiezan a poner de relieve la necesidad de que los edificios empiecen a contar con elementos que proporcionen sombra. Así, el ejecutivo anticipa que se empezarán a ver más persianas.

En este sentido, la compañía acaba de certificar los cajones de persianas que fabrica para ser utilizados en arquitectura Passivhaus, que promueve la construcción de inmuebles con menor consumo energético al mantener temperaturas más constantes, gracias al aislamiento.

Desde el punto de vista de los resultados, Persax también logró mejorar el beneficio, de 101.547 a 133.470 euros, a pesar del golpe que supuso la subida de las materias primas y los problemas de aprovisionamiento. A este respecto, la compañía reaccionó para evitar falta de materiales adelantando sus pedidos y aumentando el material en stock.