Cristina Gallach, comisionada especial del Gobierno para la Alianza por la Economía de la Lengua, participa este martes, 27 de septiembre, en una nueva edición del Foro +Europa, organizado por Casa Mediterráneo e INFORMACIÓN, evento este en el que informará de los 1.100 millones de euros que se van a recibir de los fondos europeos Next Generation para lograr que tanto el español como las lenguas cooficiales tengan mayor presencia en las aplicaciones que hacen uso de la inteligencia artificial. Será un acto previo al encuentro con empresas de procesamiento del lenguaje natural que tiene programado para el día siguiente, también en Alicante, para que conozcan el contenido del proyecto.

Hasta hace apenas un año era secretaria de Estado de Asuntos Exteriores. ¿Cómo ha pasado a encargarse de coordinar la gestión de estos fondos europeos?

Tengo un perfil profesional vinculado a la comunicación en el ámbito internacional y la diplomacia, y, además, una experiencia previa en coordinación forjada desde mi puesto anterior como alta comisionada del Gobierno para impulsar los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030. Así que, teniendo en cuenta que el plan que se va a implementar es técnico, pero que además tiene una parte importante vinculada a la comunicación, no puedo hacer otra cosa que agradecer a la vicepresidenta Nadia Calviño que haya pensado en mí para afrontar este reto.

¿Cuáles son los principales objetivos que se persiguen con este proyecto?

Por un lado, está la promoción de la lengua española, una de las más habladas a nivel mundial pero que, sin embargo, no tiene una presencia adecuada en el ámbito de la inteligencia artificial, lo que puede hacerla retroceder. Por eso es necesario profundizar en su proceso de digitalización, al igual que en el del resto de lenguas cooficiales de nuestro país. Y luego está el objetivo económico, es decir, que apoyemos a las empresas vinculadas a la telecomunicación y las tecnologías de la información para que puedan desarrollar este proyecto.

¿Cómo puede impactar esta iniciativa en la sociedad?

En la actualidad nos encontramos con que hay un dominio apabullante del inglés en este campo, y que lo que existe en español no está suficientemente desarrollado. Y aquí hablamos de cuestiones básicas como los asistentes de voz que sirven para cuestiones tan simples de la vida cotidiana como dar citas para el médico o ayudar a resolver procesos administrativos, que no cuentan con la calidad suficiente ni cubren todos los acentos. De lo que se trata, por tanto, es de que en la inteligencia artificial se hable un buen castellano.

¿Y en el caso de las lenguas cooficiales?

Lo mismo. Un gallego que quiera hablar con su lengua ante el sistema de salud puede encontrarse en la actualidad con que no le entiendan o que directamente no le respondan, por lo que es necesario el desarrollo de aplicaciones tecnológicas que cubran este déficit. En el caso del catalán ya está bastante introducido, pero lo que queremos es entrenar a las máquinas para que también entiendan los matices que tiene el valenciano.

¿El impacto del proyecto va a quedar reducido al territorio nacional o va a traspasar fronteras?

En España los beneficiarios van a ser las instituciones, empresas, universidades, centros de investigación y la sociedad en general, pero cualquier avance que logremos va a suponer un beneficio inmediato para, por ejemplo, América Latina. De lo que se trata es de crear economías a escala.

Defina el concepto economía de la lengua...

El plan tiene la vocación de movilizar al sector económico, y no me refiero al tradicional, sino a una nueva economía instalada en el mundo digital, para lo que es muy importante el papel que pueda desempeñar el tejido empresarial. En la actualidad ya están las grandes tecnológicas que copan el mercado, pero hay sectores específicos en los que podemos incidir, formados mayoritariamente por pequeñas empresas. Hablamos de las que desarrollan traductores automáticos, buscadores, asistentes personales o resúmenes de textos que tan importantes son para conectar el conocimiento científico, firmas que en su mayor parte están formadas por lingüistas e informáticos. Se da el caso, además, de que el 80% de las empresas relacionadas con la inteligencia artificial se dedican a las tecnologías del lenguaje, desarrollando aplicaciones computacionales o estadísticas. Lo que queremos es ayudarles a crecer y a que desarrollen los diferentes objetivos que buscamos.

¿Cómo se van a distribuir los fondos europeos?

Los recursos financieros están repartidos por distintos ministerios, como son los de Educación, Cultura, Economía, Transformación Digital, Universidades, Ciencia y Exteriores. Nuestro papel, en este sentido, es el de que les ayudemos a tener una mirada común, dando coherencia a todo lo que se va desarrollando.

¿Por qué se ha elegido a la ciudad de Alicante como el escenario de la primera reunión para difundir el proyecto?

Alicante tiene un peso específico en este campo y está llamada a jugar un papel muy relevante en el reto de que la inteligencia artificial piense en español. Dispone de un espacio de investigación muy importante con la Universidad y el centro Ellis, además de numerosas startups muy dinámicas. Nuestro objetivo es que el plan se conozca y beneficie a todos los territorios nacionales, porque la lengua española es de todos, y también queremos llegar a las cooficiales. Pero no cabe duda de que Alicante es especial en este sentido, y también por su realidad multilingüe, teniendo en cuenta que se encuentra en una ubicación estratégica en el ámbito del Mediterráneo. Por eso hemos convocado este encuentro que, de entrada, ha generado una amplia expectación, toda vez que contamos con más de 70 empresas inscritas.

Alicante se está postulando para acoger la sede estatal de la Agencia de Inteligencia Artificial. ¿Le ve posibilidades?

Es muy bueno que territorios que están tan avanzados y preparados en este ámbito se postulen para la agencia, porque eso propiciará que quienes deben tomar la decisión lo tengan más fácil. Desde luego, insisto, resulta muy positivo que se planteen candidaturas de tanta calidad.

Personalidad influyente en la Unión Europea

Cristina Gallach es periodista de profesión, y como tal ejerció entre 1986 y 1990 en el Periódico de Catalunya, perteneciente a Prensa Ibérica, el mismo grupo que edita INFORMACIÓN. Es máster en Relaciones Internacionales por la Universidad de Columbia (Nueva York) y la única mujer española que ha estado en puestos de relevancia en las tres grandes organizaciones internacionales, como son la Unión Europea, la ONU y la OTAN, en tareas relacionadas con la comunicación, siendo seleccionada en 2009 por el diario Financial Times como una de las treinta personalidades más influyentes de las instituciones europeas. Tras ser designada en julio de 2018 alta comisionada del Gobierno para la Agenda 2030, pasó en 2020 a ocupar la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores, antes de aterrizar finalmente en su actual cargo de comisionada especial del Gobierno para la Alianza por la Economía de la Lengua.

Con ese bagaje internacional, Gallach contempla con preocupación el actual contexto marcado por la guerra de Ucrania. Según sus palabras, «hay una gran incerteza global y, sin lugar a dudas, nos encontramos en un momento muy difícil, con una gran división en las relaciones multilaterales». Con todo, también quiere lanzar un mensaje de optimismo, sobre todo desde el punto de vista de España. «Contamos -explica- con una visión de transformación muy definida a través de planes perfectamente estructurados y, sobre todo, con unos recursos procedentes de la Unión Europea como nunca antes habíamos tenido. Por eso hay que lanzar a la sociedad un mensaje de confianza».