La próxima revolución tecnológica capaz de transformar la sociedad y la economía, como lo ha hecho internet en los últimos 20 años, será la revolución espacial. Al menos así lo aseguran los responsables de la firma ilicitana PLD Space, que a finales de este año se convertirá en la primera compañía nacional en lanzar un cohete, convirtiendo a España en el décimo país de todo el mundo con esta capacidad.

El CEO y cofundador de la firma, Raúl Torres, y el presidente ejecutivo de la misma, Ezequiel Sánchez, han sido dos de los ponentes destacados del congreso Opendir, que este miércoles ha organizado El Círculo-Directivos de Alicante en el Auditorio de la Diputación. Una intervención en la que no sólo han contado los orígenes del proyecto, sino que también han destacado la importancia que tendrá este sector en el futuro.

"En los próximos cinco o diez años, todos vais a utilizar la infraestructura espacial y va a ser clave para el futuro, igual que ha ocurrido con internet", ha asegurado Torres, dirigiéndose al público del evento, formado por alrededor de un millar de empresarios y ejecutivos de toda España. "Va a transformar la industria, se habla ya de una economía que moverá 1,4 trillones de dólares, más que la comida", ha apuntado por su parte el presidente de la firma, sobre lo que supondrá el despliegue de miles de satélites y las capacidades que estos tendrán.

Una nueva revolución en la que PLD quiere convertirse en "un actor clave" y situar a España en una "posición estratégica", al conseguir la capacidad necesaria para poner en órbita estos satélites.

Satélites más pequeños

Como ha recordado Torres, todo el proyecto, que ya ha invertido más de 50 millones de euros en el desarrollo de su tecnología, surgió ante la intuición de sus fundadores hace algo más de una década de que en el futuro los dispositivos orbitales serían cada vez más pequeños, lo que habría la posibilidad al uso de cohetes también de menores dimensiones, generando una nueva oportunidad. Así, frente Raúl Torres ha puesto de ejemplo que, mientras que satélites con cierta antigüedad como el Meteosat medían 20 metros, el 95% de los que se han lanzado al espacio en los últimos cinco años "caben en la palma de la mano o son del tamaño de una lavadora". Unos satélites que, sin embargo, ya son clave para seguir los incendios forestales o que permiten acceder a internet con velocidades de 300 megas por segundo.

El ensayo de misión que completó recientemente PLD Space.

Esto permite que, frente a los cohetes convencionales, que miden el equivalente a un edificio de 30 plantas, estos dispositivos puedan ponerse en órbita en aeronaves más pequeñas, como el Miura 5 que prepara la firma, que medirá el equivalente a nueve plantas.

La confianza en su proyecto y, sobre todo, el empeño que han puesto en toda esta trayectoria ha permitido que PLD vaya cumpliendo hitos. Así, son ya la tercera compañía europea en desarrollar un cohete de combustible líquido, algo que hasta ahora solo habían logrado Airbus y Rolls Royce. Pero, además, lo han hecho con un cohete reutilizable, lo que reduce la inversión necesaria para los lanzamientos y resulta más sostenible medioambientalmente, algo que sólo han logrado otras dos firmas privadas en todo el mundo: Space X, la firma participada por el fundador de Tesla, Elon Musk; y Blue Origin, impulsada por el creador de Amazon, Jeff Bezos.

En estos momentos la compañía ilicitana acaba de completar su primer ensayo de vuelo con el Miura 1, el demostrador tecnológico con el que probarán la mayor parte de la tecnología que más tarde aplicarán al Miura 5, su cohete comercial. Si nada falla, este primer cohete realizará su vuelo inaugural desde Huelva a finales de año y para 2024 empezará a operar definitivamente el Miura 5. Para ello la compañía quiere construir una "gigafactoría" en su Elche natal, donde ya se está tramitando el proyecto.

Y todo gracias al sueño de un adolescente que se aficionó al aeromodelismo, en el que invertía la paga de 20 euros semanales que le daba su madre, y que acabó recibiendo la visita de la Guardia Civil porque, básicamente, lo que hacía era "comprar explosivos por internet" para impulsar sus modelos, como ha recordado Torres durante su ponencia.