Los datos de septiembre del año pasado, en que por primera vez en 20 años bajó el paro y se creó empleo en este mes, fueron solo un espejismo. Ni los efectos de la pandemia ni la reforma laboral han logrado modificar el ciclo marcadamente estacional del mercado laboral alicantino, que vuelve a avanzar y retroceder al ritmo que determina la temporada turística.

De esta forma, durante el pasado mes de septiembre el número medio de cotizantes de la Seguridad Social en la provincia descendió en 5.083 personas, hasta los 705.762, lo que sumado al descenso registrado en agosto supone que la economía alicantina ha destruido en dos meses 14.142 empleos. Prácticamente los mismos que creó en los dos meses precedentes, es decir, en junio y julio, cuando el comercio de la costa y la hostelería se preparan para la llegada de los turistas con el refuerzo de sus plantillas, las mismas actividades que ahora recortan personal, una vez que se han marchado los visitantes.

Por ejemplo, la hostelería perdió en septiembre 3.999 cotizantes, como consecuencia del cierre de algunos establecimientos de temporada y el citado reajuste de las plantillas, y lo mismo ocurrió en el comercio, que anotó un recorte de 3.560 afiliados.

Por el contrario, la ocupación creció el pasado mes en la industria en 2.429 personas; en la construcción, con 798 afiliados más; en el transporte, que sumó 286 ocupados; o en las actividades administrativas y de servicios a las empresas, con 228 inscritos más en la Seguridad Social. Unos incrementos, en cualquier caso, que no fueron suficientes para compensar la contracción del empleo en el resto de sectores.

Mejor que hace un año

Con todo, cabe destacar que en la comparativa interanual el balance sigue siendo positivo, ya que en estos momentos se contabilizan 29.008 ocupados más que hace un año. Y, sobre todo, que se trata de la montaña rusa habitual que solía registrar esta estadística en Alicante, antes de la pandemia. Por citar solo algunos ejemplos, en agosto y septiembre de 2019 la afiliación cayó en 19.050 personas; en 2018 el descenso fue de 15.961 y en 2017, de 15.253.

Uno de los aspectos más llamativos del pasado mes de septiembre es que la caída de afiliación a la Seguridad Social solo se trasladó en parte a las cifras de paro registrado, que apenas anotaron una subida de 92 personas. Una diferencia que se explica por el hecho de que muchas personas que finalizan sus contratos de temporada no se molestan en inscribirse si no tienen derecho a prestación y no tienen intención de seguir buscando empleo en los próximos meses, como sería el caso de muchos estudiantes.

Un stand de Labora en una feria de empleo.

Eso sí, se trata del segundo incremento de la cifra de parados, tras diez meses consecutivos de bajadas. La subida acumulada en agosto y septiembre suma ya 2.567 desocupados más inscritos en las oficinas de Labora, lo eleva la cifra total hasta los 142.460.

Lo que sí ha cambiado radicalmente es la calidad del empleo que se crea y, sobre todo, su temporalidad, fruto de los cambios normativos establecidos en la reforma laboral. Así, de las 50.166 contrataciones registradas en la provincia de Alicante durante el pasado mes, hasta 29.311 fueron indefinidas, lo que supone el 58,4% del total, un nuevo máximo. Es decir, seis de cada diez personas que encontraron un empleo el pasado mes ya están indefinidas en cualquiera de sus modalidades, lo que incluye también a los fijos discontinuos.

Pugna por los salarios

Ante esta situación, desde los sindicatos insisten en la necesidad de acometer cambios que contribuyan a desestacionalizar la economía alicantina y, en especial, el sector servicios. Así, el responsable de Empleo de CC OO en l’Alacantí i les Marines, José María Ruiz Olmos, compara el aumento de 992 parados registrados en este sector en la provincia con la reducción de 1.769 desempleados en el sector terciario de València, lo que ha propiciado que en el conjunto de la Comunidad Valenciana haya descendido el paro.

No obstante, el principal caballo de batalla entre sindicatos y empresarios en estos momentos sigue siendo quién carga con el coste de la inflación. Así, la responsable de Empleo de UGT en l’Alacantí y La Marina, Yolanda Díaz, insiste en que la clase trabajadora se ha convertido en la «principal víctima de la crisis internacional», y reclama la reapertura de las negociaciones de los cientos de convenios bloqueados para que suban los salarios. Una reivindicación que estará presente en las concentraciones convocadas el próximo día 7 de octubre, con motivo del Día por el Trabajo Decente.

Por su parte, desde la patronal CEV apuntan la «urgente necesidad de acelerar todas las gestiones que contribuyan a reducir los costes energéticos, que en la actualidad son uno de los principales motivos de preocupación de empresas y familias». Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se agarra al descenso del paro a nivel autonómico para asegurar que se trata del «mejor septiembre de los últimos años» y que se produce en unas circunstancias «extraordinariamente complicadas».