La incertidumbre sobre la evolución económica y sobre el impacto que tendrá la subida de tipos, y, sobre todo, el incremento de costes empiezan a pasar factura al sector de la construcción. Tal y como venían advirtiendo los promotores, la complejidad de la situación está llevando a que algunos empresarios estén optando por esperar antes de poner en marcha nuevos proyectos, lo que se ha traducido en una caída del número de viviendas iniciadas durante el tercer trimestre del año.

En concreto, entre los meses de julio y agosto se emitieron 1.284 visados para la construcción de nuevas casas, lo que supone una caída del 6,4% sobre las cifras del mismo periodo del año anterior, la primera que se registra desde el cuarto trimestre de 2020, según los datos del Colegio Oficial de Aparejadores de Alicante.

Eso sí, de momento el balance acumulado del año todavía se mantiene en cifras ligeramente positivas, sobre todo por los buenos datos del primer trimestre, antes del inicio de la guerra de Ucrania. En el segundo semestre la cifra prácticamente se estancó y ha sido este verano cuando ha empezado a caer.

En el conjunto de estos nueve meses el número de visados de inicio de obra asciende a 4.117, solo un 1,6%, lo que lleva a pensar al presidente de los aparejadores alicantinos, Carlos Casas, que el cierre del año no será muy bueno. Así, a pesar de que aún no se atreve a pronosticar un cambio absoluto de tendencia, sí apunta que "las expectativas no son muy positivas y es probable que el año termine con caída de la actividad con respecto al año pasado".

Eso sí, los aparejadores también señalan las diferencias que se producen entre comarcas. Por ejemplo, durante el tercer trimestre se incrementaron las viviendas iniciadas en las Marinas, que sumaron 419 visados, un 15,7% más, aunque el acumulado anual en esta zona presenta un balance negativo, con 1.032 viviendas iniciadas, un 12,4% menos.

Un bloque en construcción en la ciudad de Alicante. Pilar Cortés

Justo lo contrario ocurre en la Vega Baja, donde en el tercer trimestre se empezaron a construir 480 nuevas casas, lo que supone una importante caída del 18,5%, pero el acumulado de los nueve primeros meses del año es positivo por las cifras de la primera mitad del año. Así, hasta septiembre suma 1.579 visados, un 35,9% más.

Donde no parece haber duda de que la actividad de la construcción se frena es en las dos grandes áreas metropolitanas alrededor de las ciudades de Alicante y Elche. En este último caso se produce un descenso del 34,6% en el tercer trimestre y del 25,5% en el acumulado anual, con apenas 432 visados en nueve meses.

Por su parte, el área de Alicante, que en los últimos años ha sido uno de los grandes motores del sector, anota un retroceso de cerca del 7% en ambos periodos, con 840 nuevas viviendas entre enero y septiembre.

Aún así, cabe destacar que en ese periodo la ciudad de Alicante se mantiene como el municipio con mayor actividad, con 662 viviendas iniciadas, por delante de Orihuela, con 540; Dénia, con 262; o Pilar de la Horadada, con 236.

Lo cierto es que esta ralentización contrasta con el constante aumento del ritmo de ventas, que ha llevado el mercado inmobiliario a máximos de los últimos 15 años en la primera mitad del ejercicio. Sin embargo, lo cierto es que muchos promotores se están limitando a finalizar los proyectos que ya tienen en marcha -y que ya tienen vendidos en su mayoría- y están esperando a que se estabilicen los precios de los suministros antes de arrancar nuevas promociones para no pillarse los dedos con los compradores.