Si la mayoría de inmobiliarias y los promotores alicantinos miran al extranjero para vender sus inmuebles no es por casualidad. Los compradores internacionales que llegan a la Costa Blanca suelen contar con presupuestos bastante más generosos que la clientela local, por lo que resultan también mucho más rentables para el sector. En concreto, el precio medio pagado por los extranjeros que adquirieron una casa en la provincia durante el primer semestre del año alcanzó los 174.741 euros de media, de acuerdo con los datos del Colegio Notarial de València, lo que representa casi un 50% más –el 47,7%, para ser exactos- de lo que invirtieron los españoles, tanto residentes en la zona, como los llegados de otras autonomías.

Una diferencia aún más significativa si se tiene en cuenta que en esa media también se incluyen las operaciones protagonizadas por inmigrantes económicos, como los marroquís o los argelinos, que rebajan la cifra al contar con menor poder adquisitivo.

De esta forma, según los datos de las notarías son los holandeses los que más dinero gastan cuando compran una vivienda en Alicante, con una media de 281.301 euros. Una cantidad que, además, supone un considerable incremento sobre el presupuesto que manejaban los compradores de esta nacionalidad hace un año, cuando pagaban 239.436 euros. A esto hay que añadir que se trata de uno de los mercados que más ha crecido tras la pandemia, de forma que el número de operaciones actual prácticamente triplica al registrado en el inicio de 2019.

En segundo lugar, se sitúan los suizos, que desembolsaron 279.393 euros por cada casa que compraron en la Costa Blanca, aunque en este caso lo cierto es que el volumen total de adquisiciones es bastante más modesto: sólo 178 entre enero y junio frente a las 1.412 de los holandeses.

Algo similar ocurre con los terceros de la clasificación, los estonios, que pagaron una media de 234.187 euros pero sólo sumaron 38 compraventas.

Con un presupuesto medio por encima de los 200.000 euros también se sitúan los belgas, que desembolsan una media de 232.853 euros; los noruegos, con 212.683 euros; los franceses, con 208.343; y los alemanes, con 202.156.

La urbanización de lujo de Altea Hills. David Revenga

Con cifras más modestas, aunque igualmente superiores a las que invierten los compradores nacionales, se sitúan los dos grandes mercados tradicionales de la provincia en el extranjero: los británicos y los suecos. Los primeros abonan 176.741 por cada vivienda que compran, aunque, como son los que más operaciones protagonizan -2.372 en el primer semestre-, en conjunto suponen el mayor volumen de negocio para las inmobiliarias alicantinas: 415 millones entre enero y junio, el 15% de los 2.778 millones que movió esta actividad.

Por su parte, los suecos destinan174.288 euros por casa, aunque compran la mitad de propiedades que los anteriores.

Como es lógico, al contar con mayor presupuesto, los compradores europeos acaparan los segmentos de mercado más caros. Así, los extranjeros suponen hasta el 55% de los compradores de viviendas de nueva construcción en la provincia y, sobre todo, tienen un peso muy superior en las transacciones de unifamiliares. En concreto, según los datos del Colegio Notarial, dos de cada tres chalés que se venden en Alicante -el 66%- acaban en manos de algún comprador llegado de otro país.

Frente a estas cantidades más abultadas que manejan los europeos, los extranjeros que menos gastan a la hora de hacerse con algún inmueble en la provincia son los procedentes del Magreb, aunque con notables diferencias. Así, los argelinos invierten de media 99.051 euros por cada piso o casa que compran en la provincia, una cantidad que más que duplica a lo que gastan los marroquís, que firmaron escrituras por importe de 41.262 euros por operación. En este sentido, hay que señalar que los marroquís suelen ser inmigrantes económicos que vienen para trabajar, mientras que entre los argelinos también hay muchos compradores de clase media y alta que buscan una segunda residencia fuera de su país.

 Los ingleses prefieren Orihuela y los suecos, Torrevieja

Los datos de las escrituras notariales también permiten conocer las preferencias de las distintas nacionalidades a la hora de comprar una vivienda en la provincia. Así, por ejemplo, los británicos son los más numerosos en Orihuela, donde acapararon en el primer semestre 535 de las 2.317 operaciones internacionales que se contabilizaron, y también encabezan la clasificación en Xàbia. Por su parte, los suecos siguen prefiriendo Torrevieja, donde en los primeros seis meses del año compraron 542 viviendas.

Por su parte, los belgas lideran el mercado en Guardamar, Calp o Benissa; mientras que sus vecinos holandeses ya son los principales compradores de casas en El Campello, Teulada o Altea. Dénia y Pego son territorio alemán, mientras que los rusos, a pesar de las restricciones, son los extranjeros que más compraron en el primer semestre en Benidorm y La Vila. En la ciudad de Alicante son los argelinos los extranjeros que más operaciones protagonizan, mientras que en Elche, Villena o Alcoy son los marroquís. Por su parte, en Elda el mayor volumen de transacciones de clientes de otros países lo concentra el colectivo rumano, aunque lo cierto es que el número de operaciones es muy bajo, solo 13.