Aunque el importe de las prestaciones de la Seguridad Social únicamente dependen de las cotizaciones individuales que haya pagado cada beneficiario a lo largo de su carrera laboral, lo cierto es que el mayor peso de una actividad económica u otra, o la presencia de jubilados de otras zonas de España provoca que las pensiones medias de los distintos municipios de la provincia varíen enormemente.

Así, por ejemplo, la paga media que reciben los pensionistas empadronados en Benifallim -la más elevada de la provincia- prácticamente duplica a la que reciben los residentes en Almudaina, la población con las pensiones medias más bajas de la provincia. Y eso a pesar de que entre ambas apenas hay 21 kilómetros de distancia y de que se trata de dos municipios del interior, en el entorno de Alcoy, y con una población muy reducida.

Sin embargo, en el primer caso la pensión media alcanza los 1.170 euros, gracias a que gran parte de sus actuales jubilados trabajaban en la Administración, según apunta su alcalde, José Carlos Barrachina. La cercanía con Alcoy ha permitido que el municipio ejerza de una especie de ciudad-dormitorio, que permitía a sus residentes ir y volver cada día a sus empleos en la ciudad.

Por el contrario, en Almudaina la mayoría de sus residentes trabajaban como autónomos en el régimen especial agrario, lo que ahora se ha traducido en que la pensión media apenas alcance los 609 euros. El hecho de que todos sean propietarios de sus viviendas y que tampoco haya dónde gastar el dinero en la población permite que los residentes lleguen a fin de mes con una cantidad tan exigua, según su alcalde, el veterano José Luis Seguí, informa M. Vilaplana.

Estas dos poblaciones sintetizan, de alguna forma lo que ocurre a nivel general en toda la provincia. De esta forma, además de algunas otras pequeñas poblaciones como Tollos (1.169 euros) o Benillup (1.081 euros), las pensiones medias más elevadas se encuentran principalmente en el área metropolitana de Alicante, donde coinciden un mayor peso de la administración -lo que significa más funcionarios jubilados, que suelen cobrar buenas pagas-, de servicios avanzados y también de pensionistas procedentes de otras partes del país, que han escogido la zona para pasar su retiro.

Así, en la ciudad de Alicante la pensión media llega a 1.139 euros, en Sant Joan alcanza los 1.166 euros; en El Campello, los 1.066; y en San Vicente, los 1.087. Cabe destacar que en términos generales, sólo hay 11 municipios en toda la provincia donde la paga media supere los 1.000 euros. Para el conjunto de la provincia, este indicador se sitúa en 945 euros, lo que sitúa a Alicante como la undécima demarcación española con las pensiones más bajas de todo el país.

Entre los municipios con las prestaciones más elevadas también hay algunas poblaciones industriales, como Novelda, con 1.030 euros de media, donde se nota el peso de los jubilados del mármol, que durante los años dorados de esta actividad pagaba sueldos muy elevados a sus trabajadores.

Por el contrario, buena parte de las poblaciones con pensiones medias más bajas se sitúan en zonas eminentemente agrarias, muchas de ellas en la Vega Baja, como ocurre con Rojales (700 euros), Redován (762) o Rafal (696).

En un término medio se sitúan las poblaciones de costa, donde, aunque los trabajadores del turismo acumulen pensiones más bien bajas –muchas veces por la temporalidad de sus empleos-, cuentan con jubilados procedentes de otras zonas de España con mejor nivel de vida. Así, en Benidorm la pensión media es de 971 euros, en Dénia se sitúa en 953; en Altea en 929; en Torrevieja, 892; y en Orihuela, 870.

En unas cifras similares a estas últimas –y, por tanto, por debajo de la media provincial- se mueven también las dos principales ciudades zapateras de la provincia. Así, en Elche la pensión media se situaba al cierre del pasado año en 882 euros y en Elda, en 862.

Con la esperanza puesta en la reforma laboral y el SMI

A la vista de los datos, el secretario general de CCOO en l’Alacantí-les Marines, Paco García, y su homóloga de UGT, Yaissel Sánchez, destacan la importancia de medidas como la Reforma Laboral o la subida del SMI, que permitirán reducir la temporalidad y mejorar los ingresos medios de los trabajadores. Unas medidas que, dentro de unos años, también supondrán pensiones más elevadas.