Alicante no sólo debe soportar que año tras año los Presupuestos Generales del Estado releguen a la provincia a los últimos puestos en las inversiones previstas. Es que, además, de las escasas cantidades que se consignan, no llegan a ejecutarse ni la mitad.

Así lo ha denunciado este lunes el presidente del Instituto de Estudios de la Provincia de Alicante (Ineca), Nacho Amirola, durante la presentación del Informe de Coyuntura Trimestral que elabora esta organización y en el que ha aprovechado para poner de relieve, una vez más, la discriminación que sufre la zona por parte del estado.

Una falta de inversiones que suponen un lastre para la competitividad de la provincia, especialmente en momentos como el actual, en el que la situación económica empieza a empeorar, según ha apuntado por su parte el coordinador del comité de estudios del 'think tank', Quino Palací.

En este sentido, de acuerdo con la información recopilada por Ineca, entre los años 2008 y 2021 la ejecución de los Presupuestos del Estado en Alicante apenas ha alcanzado el 42%, lo que se traduce en que muchos de los proyectos previstos se van postergando en el tiempo y alargan notablemente su finalización o nunca llegan a realizarse. Así, año tras año las cuentas públicas suelen repetir muchas partidas que no se realizaron en el ejercicio precedente.

Al respecto, Amirola también ha denunciado la imposibilidad de evaluar la ejecución de los Presupuestos partida por partida, ya que desde la Administración no facilitan esta información, a pesar de las peticiones formuladas por Ineca. Un bloqueo informativo, que, según el presidente de Ineca, incumple con lo establecido en la Ley de Transparencia.

En la misma línea, Palací ha insistido en que, fruto de este déficit inversor del Estado, Alicante no está en disposición de "competir en igualdad de condiciones con otras provincias". Una situación especialmente preocupante, a su juicio, ante el empeoramiento económico que anticipan todos los organismos internacionales, fruto de la inflación y la guerra de Ucrania.

Un momento de la presentación del estudio de coyuntura trimestral de Ineca en Alicante. Información

Así, el director de Estudios de Ineca, Francisco Llopis, ha señalado algunas de estas debilidades, como la importante reducción de volumen de ahorro depositado en las sucursales de la provincia desde el estallido de la pandemia –más de 3.000 millones, aunque en el último trimestre se recuperaron algo-, lo que suponen menos recursos para afrontar situaciones de dificultad. Una caída que, además, contrasta con el aumento del volumen de depósitos que se ha registrado en el conjunto del país.

Igualmente, ha señalado que, aunque supone una buena noticia que el número de autónomos acumule ya 119 meses de crecimiento interanual ininterrumpido, esto también muestra un tejido productivo muy atomizado, lo que significa menos capacidad para innovar, invertir en digitalización o exportar.

Segundo trimestre

En cuanto al balance del segundo trimestre del año, Ineca destaca la buena evolución de prácticamente todos los indicadores, con el empleo en máximos históricos, la recuperación del turismo hasta niveles muy cercanos a los anteriores a la pandemia y un notable dinamismo en la creación de empresas.

Unos datos que muestran un panorama optimista, según han reconocido los responsables de la organización, que, sin embargo, han llamado a la prudencia ante la incertidumbre actual y ante algunos datos que no son tan positivos. Por ejemplo a pesar de que las exportaciones han crecido con fuerza, lo cierto es que apenas suponen el 1,71% del conjunto nacional, cuando el peso de la economía alicantina en el PiB español es de más del doble.

En la misma línea, a pesar del récord de afiliación a la Seguridad Social, desde Ineca alertan de la persistencia de una importante bolsa de paro, con más de 141.000 inscritos en las oficinas públicas de empleo. Un dado muy alejado del que se contabilizaba en 2007, cuando no se llegaba a los 100.000 desempleados registrados. Al respecto, Francisco Llopis ha señalado, además, que el colectivo más numeroso entre estos desempleados son los mayores de 45 años y ha señalado la necesidad de reciclar a estas personas y dotarlas de competencias en temas digitales, entre otros.