Del mismo modo que el mercado ha empezado a expulsar a las compañías más contaminantes o las que no cumplen con determinados requisitos de calidad en sus productos, desde la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (Aefa) están convencidos de que la ética y el respeto por determinados valores también serán imprescindibles para que un negocio sea aceptado por los consumidores y pueda tener éxito.

Por eso y con el objetivo de dar ejemplo y servir de guía, la organización presidida por Maite Antón ha aprobado este miércoles su primer código ético, en el que se especifican las pautas de comportamiento que deben guardar, tantos sus empleados, como sus asociados en su relación con la entidad y cuáles se consideran inaceptables.

"Si algo caracteriza a las empresas familiares son los valores que tienen detrás y es importante recogerlo en un documento para que quede claro", ha señalado Antón, quien ha recordado la frase que siempre decía el primer presidente de Aefa, Manuel Peláez, sobre esta cuestión: "estamos aquí para servir, no para servirnos".

Conflictos de interés

Así, el documento establece la necesidad de un cumplimiento estricto de la legalidad vigente en todas las actividades de la organización y la "tolerancia cero con la corrupción y el soborno", tanto en el trato con las administraciones públicas, como entre particulares.

Además, exige atajar la aparición de cualquier conflicto de interés, en el que los intereses particulares de un miembro de Aefa puedan primar sobre las del conjunto de la asociación. Igualmente, se exige el respeto por la integridad de las personas, lo que se traduce en la responsabilidad de mantener un entorno de trabajo libre de toda discriminación, ya sea por "género, sexo, etnia, raza, religión, ideas o cualesquiera otras". Además, se evitará y se denunciará cualquier conducta de acoso moral y también el acoso sexual.

Los miembros de la comisión que ha elaborado el código ético. David Revenga

El código ético también exige promover entornos de trabajo seguros y saludables y el respeto de las leyes de protección de datos y de la privacidad de todos que se relacionan con la asociación.

En otro orden de cosas, se establece que las relaciones con las autoridades y los organismos públicos deberán estar presididas por el respeto institucional, la transparencia y la colaboración, por lo que se prohíbe la realización de "ningún tipo de oferta indebida a funcionarios públicos" o se rechaza la utilización de "ningún tipo de influencia derivada de una relación personal". Además, se establece una estricta neutralidad política.

Cumplir con Hacienda

Como no podía ser de otra forma, el documento también hace hincapié en el cumplimiento de la normativa tributaria en toda la actividad de la organización y cita de forma expresa que toda la información que se facilite para la obtención de subvenciones públicas deberá ser "veraz y coherente". Además, manifiesta el compromiso de Aefa con el cumplimiento de la ley de blanqueo de capitales y, por último, se promoverá el respeto por el medioambiente y los recursos naturales.

Según han explicado tanto la presidenta de Aefa, Maite Antón, como el secretario y responsable de la comisión que ha redactado el documento, Gustavo Lubián, el código ético afectará a los empleados y socios Aefa en los comportamientos que mantengan en su relación con la asociación, y no en el desempeño de su actividad privada en sus empresas. No obstante, han señalado que el objetivo es que los miembros de la organización vayan aprobando este tipo de códigos también en sus negocios, es decir, que la intención es que sirva de inspiración para la extensión de esta buena práctica. Además, han recordado que, por ejemplo, los estatutos de Aefa ya prevén que un miembro pueda ser expulsado en el caso de cometer un delito grave.

El responsable de la Fundación Baleària, Josep Vicent Mascarell. David Revenga

Igualmente, el documento establece la creación de un canal confidencial para realizar consultas sobre aspectos éticos o presentar posibles denuncias de incumplimiento del código.

Según ha apuntado Antón, la aprobación del código ético es solo un primer paso dentro de la estrategia que emprenderá la organización para promover la ética en los negocios y que también incluye la redacción de un plan de cumplimiento legal (compliance) para la propia asociación.

Tras la asamblea extraordinaria que ha organizado Aefa para aprobar el código ético, se ha celebrado una conferencia con el responsable de la Fundación Baleària, Vicent Mascarell, como ponente.