Todos los indicadores apuntan a que se avecina un invierno más que complicado en términos económicos y que la creación de empleo se va a estancar a lo largo del próximo año. Pero mientras eso llega a suceder, la provincia está aprovechando al máximo los tiempos de bonanza. Y es que Alicante ha cerrado el tercer trimestre con nada menos que 812.800 ocupados, lo que supone la cifra más alta jamás alcanzada. Para encontrar el anterior récord hay que remontarse a 2007, cuando la cifra se quedó en 796.500 trabajadores. El tirón del turismo, en plena campaña estival, ha sido la principal causa de este despegue, aunque también la industria ha realizado una contribución más que notable. La tasa de paro, que cae al 13,6%, se mueve igualmente en baremos históricos, si bien continúa por encima de la media tanto nacional como autonómica.

Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) han arrojado un balance más que positivo para la provincia de Alicante en términos de ocupación, después del incremento de 20.800 personas registrado en comparación al anterior trimestre. El buen verano vivido por el sector turístico se encuentra detrás de este aumento, toda vez que son los servicios, que incluyen actividades como la hostelería y los alojamientos, los que han experimentado la mejora más sustancial, al pasar de los 594.100 ocupados a 610.400. Las primeras vacaciones sin restricciones tras dos años de covid dispararon la ocupación, y eso se ha terminado reflejando, lógicamente, en el empleo.

La industria, pese a la persistencia de problemas como los altos costes energéticos y la incertidumbre en los mercados a causa de la elevada inflación, también ha tenido un comportamiento favorable, saltando de los 108.800 trabajadores a 121.400. No ocurre lo mismo, sin embargo, con los otros dos sectores, que experimentan retrocesos. En el caso de la construcción la diferencia es mínima, habida cuenta que pasa de 63.000 ocupados a 62.300. Más significativa es la de la agricultura, ya que, de los 24.000 empleados del segundo trimestre, ha caído a los 18.700, coincidiendo con una menor actividad en los campos.

La población inactiva, por otro lado, ha pasado de las 691.900 personas a 677.200, consecuencia de que son muchos los que se deciden a buscar empleo en los meses en los que el mercado laboral es más receptivo por la estacionalidad y la dependencia del turismo que tiene el tejido productivo alicantino. Lo activos, por contra, se incrementan, transitando desde los 920.000 a los 940.800, una evolución íntimamente ligada a la subida registrada en el número de ocupados

En lo que respecta a la tasa de paro, desciende en 0,52 puntos y se queda en el 13,61%, por lo que en estos momentos son 128.100 las personas que se encuentran en situación de desempleo en la provincia. Se trata del porcentaje más bajo desde 2008, aunque sigue 0,11 puntos por encima de la tasa de la Comunidad Valenciana y 0,94 de la nacional.

Las valoraciones, como no podía ser de otra forma, han sido positivas, a la espera de lo que pueda suceder en los próximos meses. El secretario de empleo de l'Alacantí-Les Marines, José María Ruiz Olmos, se congratula por el hecho de que, por primera vez, la provincia haya sido capaz de superar los 800.000 ocupados. Para el dirigente sindical, resulta incontestable "tanto la mejora cuantitativa del empleo como la insuficiencia de esa mejora en lo cualitativo", por lo que insta a mejorar los salarios y a romper, añade, "la dependencia patológica del sector servicios".

Yolanda Díaz Serra, responsable de empleo de UGT en la misma demarcación, también hace hincapié en la necesidad de potenciar el empleo de calidad, subrayando que eso no será posible sin unos salarios suficientes. En este sentido, denuncia que en este 2022 siguen incrementándose muy por debajo de la inflación, toda vez que los de convenio solo lo han hecho en un 2,6% hasta septiembre, cuando el IPC se encuentra en el 8,9%. "Esta diferencia -enfatiza- está suponiendo un grave deterioro para la capacidad adquisitiva de los trabajadores".

Por último, la secretaria general de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Esther Guilabert, se centra en los datos de la EPA en la Comunidad, indicando que si bien las 46.600 personas que han entrado en el mercado laboral están por encima de la media nacional, el contexto económico y las expectativas sólo han posibilitado que un 50% de estas incorporaciones netas se hayan transformado en ocupación. Así, y teniendo en cuenta la desaceleración económica prevista para los próximos meses, insiste en reclamar acciones para reducir los costes energéticos y ayudar a las empresas.

Continúa la discriminación de las mujeres en el mercado laboral

Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) han vuelto a poner de manifiesto la discriminación de género que sigue existiendo en el mercado laboral. Y es que las mujeres ocupadas solo han aumentado en 4.100, situándose en 365.800, frente a un total de 18.800 hombres, que dejan la cifra total en 447.000. Otro dato que pone en evidencia la brecha existente es que, mientras 2.200 varones han salido del paro, en cambio han sido 200 las mujeres que se han incorporado a las listas del desempleo. La diferencia en estos momentos es de 12.000 mujeres paradas más que hombres. Tanto CC OO como UGT han criticado esta situación, que continúa sin resolverse.