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Retribución del ahorro

La banca española sube el tipo de los depósitos menos de la mitad que la europea

España fue el quinto de los 19 países de la zona euro con menor remuneración de los nuevos depósitos en septiembre

Sede del BCE en Fráncfort.

En un gesto muy poco habitual, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE)Luis de Guindosanimó hace unas semanas a los clientes bancarios a exigir a sus entidades que les suban los tipos que les pagan por guardarles el dinero: "Si ustedes son ahorradores y tienen una cuenta corriente o un depósito a plazo, yo me iría al banco a pedirle: oiga, actualíceme usted la remuneración". El mensaje, alineado con el endurecimiento de la política monetaria de la zona euro para combatir la inflación mediante el fomento del ahorro y la reducción del gasto, es especialmente pertinente en España. Así, los bancos del país han subido los tipos de los depósitos a los hogares menos de la mitad que la media europea en el último año.

Según los últimos datos del BCE publicados hace unos días, los nuevos depósitos a plazo a los particulares contratados en septiembre tuvieron un tipo medio en la zona euro del 0,69%, 0,47 puntos porcentuales más que en el mismo mes del año pasado. En España, en cambio, el tipo medio fue del 0,27%, con un incremento interanual de 0,22 puntos porcentuales. Puede no parecer una gran diferencia, pero implica que la banca europea ha subido la remuneración del pasivo un 113% más que la española y hasta un nivel un 155% superior.

Por ponerlo en perspectiva, España fue el quinto país de los 19 de la zona euro donde menos se retribuyeron los nuevos depósitos de los hogares en septiembre, solo por detrás de Portugal (0,05%), Chipre (0,14%), Grecia (0,15%) e Irlanda (0,17%). En consecuencia, se situó en la cola entre los grandes socios de la moneda común, ya que la remuneración fue muy superior en Alemania (0,96%), Italia (1,25%) y Francia (1,3%). Y por supuesto, estuvo a años luz de los tipos que se pagaron en los que se situaron a la cabeza: Holanda (1,64%), Estonia (1,39%) y Finlandia (1,28%), además de la citada Francia. 

Respuesta de la banca

El sector, sin embargo, relativiza este diferente comportamiento de la banca española respecto a la media europea. "No es fácil comparar entre diferentes sistemas bancarios que presentan características propias. Tampoco debemos generalizar, puesto que en un entorno de elevada competencia cada entidad toma su decisión en función de su política comercial. Lo importante es que la vuelta a la normalidad de la política monetaria también permitirá la normalización en la retribución del ahorrador en depósitos", argumenta el portavoz de la patronal bancaria AEB, José Luis Martínez Campuzano.  

Lo cierto, en cualquier caso, es que todo apunta a que la gran banca española se está resistiendo a trasladar la subida de tipos oficiales del BCE a los depósitos. La pasada primavera, las entidades calculaban que comenzarían a pagar por el pasivo a partir de la vuelta del verano de forma gradual en el tiempo y limitada en cuanto a clientes beneficiarios. Pero dichas alzas no terminan de llegar de forma clara y los banqueros han puesto públicamente de manifiesto en las últimas semanas que no tienen ninguna prisa por acelerarlas.

En privado, admiten la razón. Cuanto más retrasen las entidades la subida de tipos del pasivo, más podrán beneficiarse sus cuentas de resultados del alza que registran los intereses del crédito. Así, el tipo medio de las hipotecas concedidas en España en septiembre subió al 2,21%. Es cierto que su incremento interanual (0,77 puntos porcentuales) fue menor que el medio de la zona euro (1,14 puntos, hasta el 2,44%), pero también fue muy superior al que han aplicado a los depósitos (0,22 puntos). En el total de hipotecas vivas (no solo las nuevas), el tipo medio en España ha pasado en un año del 1,1% al 1,54%, mientras que en el de los depósitos totales apenas ha aumentado del 0,04% al 0,08%. Ello implica que las entidades obtienen han aumentado la rentabilidad que obtienen de sus clientes. 

Normalización

Durante las recientes presentaciones de sus resultados trimestrales, los banqueros argumentaron que desde junio de 2014 hasta el pasado julio a las entidades les costó dinero (hasta un 0,5%) guardar sus fondos en el BCE, pero nunca trasladaron dicho coste a sus clientes particulares. Ello provocó, continuaron, que los bancos perdieran dinero durante años con los depósitos, con lo que la situación actual (en las que el banco central les ha comenzado a pagar un 0,75% en septiembre, que en noviembre subió al 1,5% y que continuará al alza) no es más que una vuelta a la normalidad. 

La banca cuenta con la ventaja de que los españoles tienden a tener un perfil conservador con sus ahorros. Prueba de ello es que no han dejado de aumentar el dinero guardado en los bancos en los últimos años pese a no recibir apenas rendimiento, lo que en la práctica supone una pérdida de poder adquisitivo con relación a la inflación que se ha extremado en el último año. Así, los particulares cerraron septiembre con 994.300 millones guardados en la banca, 52.503 millones y un 5,57% más que un año antes. Los 929.493 millones en cuentas corrientes y los 64.807 millones en depósitos a plazo tenían una remuneración media del 0,02% y el 0,08%, frente a un IPC del 8,9%.

Otra ventaja fundamental para la banca lo constituye el que, al contrario que en la crisis de 2008-2014, ahora tienen mucha liquidez (sus depósitos superan a los créditos y han recibido inyecciones masivas del BCE durante años). Ello hace que no tengan necesidad de captar recursos de sus clientes de forma masiva para financiarse. Así, parece que solo si una gran entidad rompiese el mercado con una oferta comercial agresiva para ganar clientes podría producirse una subida veloz de los tipos de los depósitos, algo hoy por hoy juzgado como poco probable por el sector aunque no totalmente descartable.

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