Menos participación a cambio de más unidad. Esa es la frase que utilizaron los participantes para definir el desarrollo de la concentración convocada por la Plataforma per un Finançament Just en Alicante para protestar contra el déficit inversor del Estado en la provincia y reclamar un nuevo modelo de financiación para la Comunidad Valenciana. Porque la protesta, después de las tensiones generadas por la convocatoria unilateral de hace 15 días de la Cámara de Comercio, logró reunir este viernes a todos los consellers del Gobierno autonómico, salvo al jefe del Consell, Ximo Puig; representantes políticos, a la plana mayor del empresariado; y a los principales dirigentes sindicales bajo un mismo paraguas y un mismo objetivo. Un acto casi elitista por el alto nivel de representatividad de los asistentes, que, sin embargo, pinchó en cuanto a número de participantes, toda vez que estuvo incluso por debajo del organizado por la entidad cameral.

La plaza de la Montañeta asistía este viernes al segundo asalto de las protestas contra el agravio al que está sometiendo el Estado a la provincia de Alicante en sus Presupuestos Generales. El anterior estuvo protagonizado por la Cámara, que desoyó las peticiones de aplazamiento que partieron desde la Plataforma per un Finançament Just, en la que están representados la patronal, los sindicatos y los partidos políticos -salvo Vox-, y convocó por su cuenta una concentración ante la Subdelegación del Gobierno que solo fue secundada por los empresarios y las fuerzas de derechas.

Así que se esperaba con expectación lo que pudiera llegar a suceder en esta segunda convocatoria que, en teoría, tenía que escenificar la unidad que tanto se echó a faltar en la primera. Para ello, aparte de reivindicar un trato justo para la provincia de Alicante, también se puso el acento en seguir reclamando un nuevo modelo de financiación para el conjunto de la Comunidad, en lo que se configuraba como un reclamo para captar adhesiones de las provincias de Valencia y Castellón.

Y lo cierto es que, en cuanto a representatividad, el acto cumplió con las expectativas. De entrada, porque a la cita acudió el Consell en pleno, eso sí, con la ausencia significativa y comentada de su máximo representante, Ximo Puig, que tras la reunión celebrada por su Gobierno en la Casa de las Brujas, partió rumbo a València para participar en un congreso con la vicepresidenta Yolanda Díaz. También estuvo presente el presidente de la Diputación de Alicante y máximo responsable del PP en la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, acompañado en esta ocasión por su número dos, María José Catalá, que en un principio no iba a asistir. Acudió, asimismo, el presidente de la Diputación de Valencia, el socialista Toni Gaspar.

Participantes en la concentración sosteniendo una pancarta reivindicativa. EUROPA PRESS

En la cita, asimismo, estuvo toda la plana mayor del empresariado, con el presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), Salvador Navarro, al frente, los máximos responsables de esta organización en Alicante, Valencia y Castellón, y más de 20 organizaciones patronales del conjunto del territorio autonómico. Todos ellos hicieron bueno el lema de su máximo representante, cuando ayer volvió a insistir en aquello de que «los problemas de Alicante, son también los problemas de la Comunidad Valenciana», al tiempo que ponía en valor la unidad que se había conseguido en esta concentración.

Cámara

Junto a ellos, pero ocupando un plano más discreto, y llegando en el último momento, apareció el presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Baño, que quiso asistir también a esta protesta pese a considerar que «llega con retraso», remarcando, en cualquier caso, que «todo lo que sea defender los intereses de la provincia va a contar con mi apoyo». A pesar de estas aseveraciones, la entidad a la que representa no figuraba en el listado de las que habían mostrado su adhesión a la protesta, precisamente cuando las relaciones entre la Cámara y la CEV no atraviesan en la actualidad por su mejor momento. Cierto es que no había tampoco otras organizaciones empresariales en el escrito con el listado de adhesiones, pero fue la institución que lidera Baño quien optó por tomar la delantera con las protestas para tratar de abanderar la causa del agravio. En el acto también estuvo el presidente de la Unión Empresarial de la provincia de Alicante (UEPAL), Juan José Sellés, que quiso sumarse a esta convocatoria para defender los intereses de este territorio.

En el acto también se dejó ver el presidente del Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana, José Vicente Morata, o el responsable de la Cámara de Orihuela, Mario Martínez, y los sindicatos, encabezados por los secretarios de CC OO-PV y UGT-PV respectivamente, Ana García Alcolea e Ismael Sáez. A ellos hay que añadir una nutrida representación de alcaldes de la provincia, así como de responsables de diferentes entidades de la sociedad civil.

Así, la escenificación de unidad que tanto se perseguía, al menos de puertas para afuera, fue un objetivo que se cumplió con creces en esta concentración, y, además, con los primeros espadas de cada organización. De hecho, todos los presentes incidieron en ese hecho, como la mejor fórmula para que las reivindicaciones tengan un mayor peso ante el Gobierno central

No pasó lo mismo, en cambio, en lo que respecta al número de asistentes, toda vez que la participación fue incluso inferior a la que obtuvo la protesta de la Cámara hace 15 días. La hora de las once de la mañana en día laborable, desde luego, no era un factor que jugara a favor de una asistencia masiva, sobre todo de ciudadanos de a pie. Además, el hecho de que por parte del Ayuntamiento se instalara una bola gigante de Navidad en el centro de la plaza propició que el espacio quedase constreñido y que los presentes apareciesen apelotonados, lo que todavía daba la apariencia de una menor asistencia. El acto, asimismo, comenzó con retraso por las declaraciones que los representantes de la Plataforma per un Finançament Just realizaron a los medios de comunicación, circunstancia que restó incluso más público, dado que algunos de los asistentes optaron por marcharse antes. Los organizadores, en cualquier caso, se esforzaron por remarcar que se había primado más el aspecto de la unidad que un evento multitudinario, mostrándose satisfechos con los resultados obtenidos.

Por lo demás, llamó la atención la imagen de una pancarta, en la que se podían leer los lemas «Por un modelo de financiación justo» y «Más inversiones para Alicante», sostenida por los empresarios y los sindicatos, acompañados, igualmente, por los representantes políticos y de las entidades ciudadanas.

Manifiesto

Todo ello antes de que se procediese a la lectura de un manifiesto por parte de la redactora jefa de Política y Economía de INFORMACIÓN, María Pomares, y el periodista de À Punt, Manel Biosca, en el que se reclamaba una reforma inmediata del sistema de financiación que haga justicia con la Comunidad Valenciana, y, sobre todo, un reparto equitativo de los fondos de los Presupuestos Generales, especialmente con Alicante, que, destacaba el manifiesto, por segundo año consecutivo se ha visto relegada al último puesto del ranking provincial en inversiones por habitante.