Chocolates Valor y Famosa se apuntan a los exoesqueletos

Participan en un proyecto del Instituto de Biomecánica que busca potenciar en el sector industrial la utilización de estos dispositivos con el objetivo de minimizar las lesiones entre los empleados

Una técnica comprueba el rendimiento de un exoesqueleto en un trabajador.

Una técnica comprueba el rendimiento de un exoesqueleto en un trabajador. / Gorodenkoff Productions OU

M. Vilaplana

M. Vilaplana

La prevención de los riesgos laborales se ha convertido en un elemento fundamental y estratégico para las empresas, con la finalidad principal de velar por la salud de sus empleados, pero también para evitar incidencias que afecten a las cadenas de producción. En este contexto, en los últimos años se ha producido un auge en el uso de exoesqueletos para reducir problemas musculares en los trabajos que conllevan una elevada carga física. En paralelo, también se ha generado la necesidad de identificar por parte de las compañías qué puestos de trabajo son más susceptibles de incorporar dispositivos de este tipo, y cuáles pueden ser los más adecuados considerando las tareas de cada puesto en concreto. Y ahí, precisamente, es donde se encuadra un proyecto que está desarrollando el Instituto de Biomecánica de València (IBV), en colaboración con empresas de la provincia de Alicante como Chocolates Valor y Famosa, el cual busca potenciar en el sector industrial el uso de los exoesqueletos para generar entornos laborales más saludables y, por lo tanto, más productivos.

El proyecto en cuestión, denominado Innowork, cuenta con la financiación del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), y a través del mismo se pretende dar un paso más en la investigación en el ámbito de la prevención de contracturas y trastornos muscoesqueléticos en general por medio de la creación de nuevas herramientas que ayuden a las empresas a incorporar estos dispositivos.

En este sentido, el Instituto de Biomecánica está elaborando una guía que permita a las empresas detectar qué puestos de trabajo son susceptibles de mejorar sus condiciones con la introducción de los modelos de exoesqueletos más adecuados en cada caso. Esta guía contará con un protocolo que acompañará a las empresas en el proceso de selección e implantación, así como en la posterior validación del propio dispositivo.

El empleado de un centro logístico con un exoesqueleto.

El empleado de un centro logístico con un exoesqueleto.

Pero ahí no queda la cosa, dado que, una vez integrado el exoesqueleto, y desde el punto de vista preventivo, se requieren técnicas que permitan analizar el efecto del mismo. Es por ello por lo que desde el propio instituto se está trabajando en el desarrollo de un modelo biomecánico que permita a los técnicos de las empresas conocer la descarga muscular que supone la utilización de este tipo de dispositivos en una determinada tarea.

Y todo porque, según la directora de Salud Laboral y Bienestar del IBV, Mercedes Sanchis, las metodologías de evaluación clásicas «no permiten medir en qué medida disminuye el nivel de riesgo ergonómico por carga física cuando la persona trabajadora usa un exoesqueleto». Sin embargo, añade, a través de los modelos biomecánicos «sí somos capaces de predecir en qué medida baja la actividad muscular o la carga articular». Para lograr estos objetivos, está previsto llevar a cabo ensayos con exoesqueletos a nivel de laboratorio con el fin de validar el modelo que se está desarrollando.

Técnicas de monitorización

En el proyecto, por otro lado, se está trabajando en la creación de procedimientos actualizados para evaluar el riesgo ergonómico de un puesto de trabajo. Para ello, se van a utilizar técnicas de monitorización a través de sensores o cámaras que registren información concreta para su posterior evaluación. También se están diseñando protocolos para que las empresas puedan interpretar estos registros y puedan prevenir con efectividad los trastornos muscoesqueléticos.

«La seguridad y salud de los trabajadores debe ser la prioridad de todas las compañías, dado que este tipo de trastornos siguen siendo la principal casa de las bajas laborales», apunta Sanchis.

Estas investigaciones, por otro lado, también van a contribuir a que las empresas puedan adaptar los puestos de trabajo a las características propias de las personas que los vayan a ocupar, dado que, según la portavoz del IBV, «aprovechar las herramientas de monitorización en tiempo real de cada puesto de trabajo les ayudará a incorporar los cambios necesarios para que el riesgo ergonómico al que están expuestos los empleados sea tolerable».

En esta iniciativa, el instituto cuenta con la participación de empresas de diferentes sectores del conjunto de la Comunidad Valenciana. Este es el caso de SPB, dedicada a la limpieza; Panamar, de bollería; Zummo Innovaciones Mecánicas, fabricante de máquinas expendedoras de zumos; Colevisa, de restauración y catering; Platos Tradicionales, de comida preparada; Embutidos F. Martínez, del sector cárnico; Grefusa, de snacks y frutos secos; Becsa, de la construcción; y Tetma, de gestión de residuos.

En el caso de la provincia de Alicante, las elegidas han sido la juguetera Famosa y Chocolates Valor. Desde la empresa de La Vila Joiosa explican que han decidido participar en el proyecto para conocer si el uso de los exosesqueletos ayuda realmente a la salud laboral de sus empleados, concretamente la de aquellos que manipulan cargas. En este sentido, destacan que la seguridad de las personas que trabajan para Chocolates Valor es la máxima prioridad, y que el principal objetivo es evitar cualquier tipo de accidente y trabajar en la mejora de las condiciones laborales, eliminando riesgos y previniendo lesiones.

En el caso de Famosa, con sede central en el polígono de Las Atalayas de Alicante, la finalidad es la misma, teniendo en cuenta, además, que la compañía cuenta con un centro logístico de grandes dimensiones ya automatizado en el que el manejo de cargas es una constante.