El boom que vive la venta de viviendas en la provincia de Alicante desde que la situación sanitaria empezó a normalizarse tras la pandemia se prolongó durante el pasado verano, a pesar del repunte del euríbor, que empezó a acelerarse durante esos meses. Así, lejos del freno que experimenta el mercado actualmente por ese encarecimiento de la financiación, entre los meses de julio y septiembre se formalizaron hasta 14.540 transacciones en la provincia, lo que supuso un incremento del 22,4% con respecto al mismo periodo del año pasado, muy superior al 3,8% que creció la media nacional, según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Se trata del mayor volumen de operaciones para esta época del año desde 2006 –cuando en plena burbuja inmobiliaria se llegaron a vender 17.223 viviendas en verano-, aunque se queda algo por debajo de la cifra del segundo trimestre (16.243), algo habitual ya que en el mes de agosto las vacaciones de las notarías reducen el ritmo de inscripciones.  

Con estos nuevos datos, el acumulado de los nueve primeros meses del año ya arroja un balance de 44.134 viviendas vendidas en la provincia, un 38,7% más que en el periodo comparable de 2021.

Extranjeros

De nuevo, una de las causas de este elevado número de transacciones hay que buscarla en el dinamismo del mercado internacional, que durante el tercer trimestre copó el 53% de todas las operaciones registradas en la provincia, con casi 7.700 compraventas. Además, la mayoría de estas transacciones - 5.441- fueron operaciones protagonizadas por extranjeros no residentes, es decir, que fueron compras de segundas residencias puras y duras.

Un segmento en el que la Costa Blanca no parece tener rival, al concentrar más de un tercio de todas las ventas de este tipo en el conjunto del país, a bastante distancia de Málaga, donde en el mismo periodo se compraron una casa 3.083 extranjeros no residentes; o Baleares, con 1.165.

Bloques de apartamentos en la Playa de San Juan. Héctor Fuentes

Este importante porcentaje de clientes internacionales es otros de los motivos que permitió que el negocio creciera a pesar de la subida de tipos, ya que buena parte de estos compradores no necesita financiación.

Tampoco es despreciable la cifra de compradores que llegaron desde otras provincias españolas, que sumaron 1.894 durante el tercer trimestre, la mitad de ellos con residencia en Madrid. Eso sí, en este caso el volumen apenas ha aumentado desde al año pasado, que fue cuando este segmento experimentó un notable crecimiento ya que fueron los primeros clientes foráneos que pudieron llegar, mientras se mantenían muchas de las restricciones a la movilidad internacional.

Municipios

En cuanto a la distribución por poblaciones, por segundo trimestre consecutivo la ciudad de Torrevieja desbanca a Alicante como el mayor mercado inmobiliario de la provincia y, además, con uno de los crecimientos más importantes. El municipio salinero contabilizó hasta 2.030 viviendas vendidas este verano, un 52% más que en 2021. Por su parte, la capital de la provincia sumó 1.930 transacciones y un incremento mucho más moderado, de apenas un 12% sobre el ejercicio anterior, probablemente por el mayor peso de la demanda local, que es la más sensible a los tipos.

Por su parte, Orihuela sumó 1.284 operaciones, un 15,5% más que en el mismo periodo del año pasado. Le siguen Elche, con 850 transacciones y sólo un 5% más; Santa Pola, con 699 y un crecimiento del 61,4%; y Benidorm, con 627 viviendas vendidas, un 52% más.

Un edificio en construcción en Alicante. Álex Domínguez

En cuanto a la tipología, hasta el 88% de todas las casas que cambiaron de manos durante el pasado verano en la provincia fueron de segunda mano, con un total de 12.856, un 26,3% más; mientras que sólo un 12% fueron de nueva construcción, con 1.336 unidades que, de hecho, supone un ligero descenso del 5% sobre el verano de 2021, aunque más por falta de oferta que por una caída de demanda. Y es que, como reconocían desde Provia hace unos meses, durante el segundo trimestre en muchas promociones se vendieron hasta aquellos pisos que siempre cuesta más colocar, los peor distribuidos o con peor orientación, por lo que apenas hay producto disponible en el mercado.

Lo que está por ver es cómo acaba el año. Aunque los profesionales del sector aseguran que sigue existiendo demanda e interés por comprar, también reconocen que se están empezando a truncar operaciones debido a que el alza del euríbor ha disparado el precio de las hipotecas. Así muchos compradores se empiezan a encontrar con que sus ingresos ya no les da para la casa que querían, lo que les obliga a optar por pisos más baratos o a posponer la compra.