Los promotores alicantinos quieren vender casas a los turistas americanos

Provia iniciará el próximo año una estrategia para abrir mercado en Estados Unidos y diversificar la procedencia del turismo residencial de la provincia

Una vista de los bloques de apartamentos de Benidorm.

Una vista de los bloques de apartamentos de Benidorm. / David Revenga

David Navarro

David Navarro

Hace ya varias décadas que los promotores alicantinos están acostumbrados a recorrer toda Europa en busca de compradores para sus residenciales. Desde Rusia –ahora de capa caída por la guerra- hasta Islandia, prácticamente no hay una nacionalidad del continente que no aparezca en las estadísticas de compraventa de viviendas de la provincia, donde los extranjeros en general acaparan cerca de la mitad de todo el mercado inmobiliario. Por eso, los empresarios han decidido que ha llegado el momento de ir más allá y de atacar también el mercado norteamericano.

De esta forma, la Asociación Provincial de Promotores (Provia) concentrará el próximo año sus esfuerzos de promoción en Estados Unidos, dentro de una estrategia a largo plazo con la que esperan contribuir aún más a la diversificación de su negocio. "Es un mercado con mucho potencial y en el que cada vez hay más interés por España y por Europa, en general, por lo que consideramos que puede ser una buena oportunidad", asegura el secretario general de la organización, Jesualdo Ros.

Al respecto, Ros recuerda que, más allá del cliente tradicional del turismo residencial en la Costa Blanca, la expansión del teletrabajo ha abierto la posibilidad a que muchos profesionales puedan pasar periodos largos, de varios meses, alejados de su residencia habitual, lo que puede favorecer la llegada de este tipo de compradores al Mediterráneo. Además, en el caso de Alicante, puede convertirse en una buena opción para pasar estas estancias también por sus numerosas conexiones aéreas, por lo que la provincia puede servir de base también para quienes tengan que desplazarse a diferentes puntos del continente europeo por negocios o por cualquier otro motivo.

Un bloque de viviendas en construcción en Alicante.

Un bloque de viviendas en construcción en Alicante. / Álex Domínguez

Velocidad de crucero

Durante los últimos años, desde Provia han desarrollado un intenso trabajo para ampliar el origen de los compradores internacionales que vienen a la Costa Blanca en busca de una segunda residencia, más allá de los mercados tradicionales del Reino Unido o los países nórdicos, con Suecia a la cabeza. Una tarea que ha conseguido a día de hoy belgas, holandeses, alemanes o polacos se hayan convertido en una clientela casi tan frecuente –en algunos casos, incluso más- que los anteriores.

"Son mercados donde hemos realizado esfuerzos importantes, pero que ahora ya van solos, por lo que creemos que es un buen momento para abordar Estados Unidos, que va a necesitar una dedicación importante", explica Jesualdo Ros.

De momento, desde la patronal de los promotores ya han empezado a dar los primeros pasos, solicitando diversos informes al ICEX o recabando información de plataformas como AirBnB, lo que les ha permitido empezar a afinar el tiro. En concreto, han podido detectar que los estados en los que más búsquedas se realizan sobre información para viajar hasta la provincia de Alicante son California, Texas, Florida, Nueva York y Ohio.

También se han establecido ya los primeros contactos con algunas asociaciones de agentes inmobiliarios del país, para estudiar la mejor forma de abordar la entrada en este mercado. Los detalles finales de la estrategia se perfilarán a lo largo de las próximas semanas.

Explotación turística

Al respecto, Jesualdo Ros señala que los motivos de los norteamericanos para comprar una segunda residencia en el Mediterráneo son variados y que, por ejemplo, también se han detectado casos de compradores que han llegado después de que alguno de sus hijos haya estudiado en la zona. Se trata, además, de un mercado donde también es frecuente encontrar clientes que compran la vivienda para disfrutarla una serie de semanas al año y el resto del tiempo las ceden para su explotación turística. Un sistema bastante habitual, por ejemplo, en las inversiones de este tipo que muchos norteamericanos realizan en el Caribe mexicano.

En los años previos a la pandemia, el número de visitantes estadounidenses en España creció con fuerza, al pasar de 1,2 a 3,3 millones entre los años 2014 y 2019. Una cifra que, eso sí, se desplomó con la llegada del covid, debido a las restricciones impuestas, y que aún no se ha recuperado. De ese total de turistas norteamericanos de 2019, Alicante apenas captó un 2%, lo que supone unos 70.000 turistas.

Pasajeros en el aeropuerto de El Altet, este otoño.

Pasajeros en el aeropuerto de El Altet, este otoño. / TONY SEVILLA

La importancia de la conexión directa por vía aérea

Una de las claves para que los planes de los promotores alicantinos para atraer compradores norteamericanos funcione –o, al menos, tenga más posibilidades de tener éxito- pasa por conseguir que la provincia cuente con una conexión aérea directa con Estados Unidos. Un objetivo nada sencillo y en el que, además, otros competidores en el sector del turismo residencial, como Tenerife, Mallorca o Málaga, se han adelantado al contar ya con estos enlaces.

De momento, los promotores, directamente y a través de la patronal CEV, ya han trasladado esta petición en diferentes foros para recabar la ayuda de las administraciones para facilitar la puesta en marcha de estas rutas. Un objetivo que, por ejemplo, también hacía suyo el director del Patronato Provincial de Turismo, José Mancebo, que en unas jornadas celebradas el pasado mes señalaba la importancia que también tendrían estos vuelos directos para potenciar el denominado turismo idiomático o para consolidar Alicante como base de cruceros. Así, según las estimaciones que maneja el sector y que Mancebo facilitó en esta jornada, ahora mismo existiría una demanda para mantener uno o dos vuelos semanales entre El Altet y Estados Unidos.

Para los promotores la importancia de continuar diversificando la procedencia de sus compradores queda clara si se tiene en cuenta que más del 60% de las viviendas de obra nueva que se venden en la provincia las compra un ciudadano extranjero.