La venta de casas a extranjeros: un negocio millonario que bate récords en Alicante

Británicos y belgas lideran el mercado, pero holandeses y alemanes son los que más ha incrementado sus compras en la Costa Blanca

Una vista de los edificios de apartamentos en Benidorm.

Una vista de los edificios de apartamentos en Benidorm. / David Revenga

Los clientes internacionales nunca habían comprado tantas casas en la provincia de Alicante. La demanda retenida durante la pandemia y los cambios sociales promovidos por los meses de confinamiento han provocado una auténtica avalancha de operaciones en el último año, que ha disparado las cifras de un negocio en el que la Costa Blanca ya ocupaba tradicionalmente un lugar destacado.

Sólo en los nueve primeros meses de 2022 la compraventa de inmuebles por parte de ciudadanos extranjeros movió 4.238 millones de euros en el conjunto de la provincia, según los datos facilitados por el Colegio Notarial de València. Un cantidad que ya supera holgadamente a la registrada durante todo el año anterior, cuando este negocio supuso una aportación a la economía alicantina de 3.588 millones, pero que también resulta hasta un 80% superior a la contabilizada en el mismo periodo de 2019, antes de la aparición del coronavirus.

"Ha sido un año excepcional", corrobora el vicedecano de los notarios de la Comunidad, el alicantino Delfín Martínez, que destaca la importante inyección económica que este negocio supone para la Costa Blanca y aboga por "cuidarlo" para que sea sostenible en el tiempo. "No es solo la cantidad que invierten en la compra, es todo el gasto que luego conlleva esta adquisición: las reformas, los muebles… Es un recurso que tenemos y que en momentos de crisis ya ha demostrado que puede ser muy valioso", insiste Martínez.

Una vista del PAU 5 de la playa de San Juan, en Alicante.

Una vista del PAU 5 de la playa de San Juan, en Alicante. / Pilar Cortés

El espectacular aumento de 2022 es fruto tanto del aumento de la cifra de operaciones, como de los mayores precios medios que se han pagado. De esta forma, de acuerdo con las cifras recopiladas por las notarías –por las que obligatoriamente pasan todas estas operaciones-, entre enero y septiembre los ciudadanos de otros países compraron 23.920 viviendas en la provincia, una cifra que supera a las operaciones realizadas por los españoles, que sumaron 21.930.

Esta cifra supone un incremento del 69% sobre las contabilizadas en el mismo periodo del año pasado, cuando aún pesaban muchas de las restricciones que impedían el movimiento entre países, pero también un 46% más que las registradas en 2019, antes de la irrupción de la pandemia.

Más caras

Igualmente, el importe medio de cada transacción también ha crecido de forma notable. Si en el último ejercicio antes del covid cada casa que compraron los extranjeros en la provincia supuso un desembolso de 144.157 euros, la media de los nueve primeros meses de 2022 ya ascendía a 177.213 euros, aunque si se tiene en cuenta solo el tercer trimestre, el precio medio ya alcanza los 182.645 euros.

Una cantidad todavía más reseñable si se tiene en cuenta que la inmensa mayoría el mercado –el 86,16%- lo copan los inmuebles de segunda mano, con un precio más asequible que los de obra nueva. No obstante, hay que tener en cuenta que una parte importante del aumento de transacciones ha venido por el lado de las viviendas unifamiliares, como chalés o bungalós, que ya copan casi un 35% del mercado internacional en la Costa Blanca.

En total, en los primeros nueve meses de 2022, la provincia de Alicante acaparó hasta el 20,11% de todas las compraventas de viviendas que los extranjeros realizaron en España. "Seguimos teniendo un atractivo innegable para estos clientes", señala el secretario general de la Asociación Provincial de Promotores (Provia), Jesualdo Ros, que también destaca la importancia en estos resultados de la importante red de ventas internacional que han desarrollado las empresas alicantinas a lo largo de las últimas décadas, que les confiere una importante ventaja competitiva.

Por países

En cuanto a la evolución por nacionalidades, los británicos se mantienen como líderes indiscutibles entre los compradores internacionales de viviendas en Alicante, a pesar del Brexit y de todas las vicisitudes por las que atraviesa el país. Hasta septiembre sumaron 3.599 adquisiciones, un 71% más que el año pasado y un 14% más que antes de la pandemia.

Bloques de apartamentos en la costa de Orihuela.

Bloques de apartamentos en la costa de Orihuela. / Iván Vaz

En segundo lugar también repiten los belgas, uno de los mercados más asentados del inmobiliario provincial, con 2.204 operaciones, un crecimiento interanual del 42% y del 29% sobre las cifras precovid.

Sin embargo, las dos nacionalidades que han tenido una evolución más destacada en el último año han sido los holandeses y los alemanes, que se han convertido, respectivamente, en el tercer y cuarto mercado en importancia. Los primeros sumaron en nueve meses 2.099 transacciones, un 164% más de lo que era habitual antes de la pandemia; mientras que los segundos alcanzaron las 2.078, también un 128% más.

Por su parte los suecos sumaron 1.683 compraventas (+24% sobre las cifras de 2019) y los franceses, 1.399 (+39%). Entre las pocas nacionalidades que reflejan un descenso en sus compras se encuentran los rusos, ya que con las sanciones aplicadas por la guerra de Ucrania solo pueden comprar los que ya tuviera residencia dentro de la UE. Aún así, sumaron la nada despreciable cifra de 736 transacciones, un 24% menos.

Igualmente, el mercado noruego sigue un 15% por debajo de las cifras precovid, con 692 transacciones, aunque recupera terreno con respecto a 2021.

Los ucranianos triplican sus compras en la Costa Blanca

El éxodo de desplazados ucranianos provocado por la invasión rusa ha disparado las compras de viviendas por parte de estos ciudadanos en la provincia de Alicante. Según los datos del Colegio Notarial de València, hasta septiembre se registraron 709 transacciones, casi el triple que en el mismo periodo de 2021, cuando sumaron 261, y el doble que en 2019, cuando fueron 326. También se han disparado las compras de lituanos, que suman 443 operaciones, cuatro veces más que en todo 2019 y, en menor medida, estonios (79 operaciones) y letones, con 88 transacciones.