Ineca alerta de la pérdida de competitividad de Alicante frente a las provincias más dinámicas

Alicante no es capaz de seguir el ritmo a las provincias españolas más dinámicas. A pesar de que en términos globales la situación de la economía local ha mejorado considerablemente desde el inicio de la recuperación económica en 2015, lo cierto es que en muchos indicadores, como las exportaciones o el volumen de pernoctaciones hoteleras, Alicante ha perdido peso en el conjunto nacional, lo que supone un síntoma claro de una menor competitividad.

Así lo ha advertido este jueves el presidente del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca), Nacho Amirola, durante la presentación del Informe de Coyuntura Socioeconómica correspondiente al tercer trimestre de 2022, en el que también se ha presentado una comparativa de la evolución de los últimos ocho años.

"La economía de la provincia de Alicante mantiene un crecimiento lento. Los indicadores sociales como la afiliación y el empleo han mejorado considerablemente aproximándose a parámetros previos a la crisis financiera de 2008 pero nuestra actividad productiva no termina de despegar y si se le añade el recorte del trasvase Tajo-Segura, nuestra competitividad pierde empuje", ha señalado Amirola. "Avanzamos, sí, pero muy despacio", ha insistido el presidente de Ineca, que señala que la provincia es incapaz de "seguir la estela de crecimiento de otros territorios más dinámicos de España” como podría ser Valencia, Málaga, Guipúzcoa o Pontevedra.

El caso más claro es el de las exportaciones, según ha apuntado el director de Estudios del 'think tank' alicantino, Francisco Llopis. A pesar de que las empresas de la provincia  aumentaron un 15,25% sus ventas al exterior durante el un el tercer trimestre del año, lo que supone un dato muy positivo, lo cierto es que la cifra se queda por debajo del aumento del 24,4% registrado a nivel nacional. Un crecimiento dispar que se traduce en un menor peso de los envíos desde Alicante en el conjunto nacional.

En concreto, las exportaciones alicantinas apenas concentraron el 1,8% de todo el comercio exterior español –una cifra muy alejada de su peso poblacional, de alrededor del 4%-, lo que supone un descenso en relación al mismo periodo del año anterior, cuando fue del 1,94%.

Aún peor resulta la comparativa de las pernoctaciones hoteleras de los últimos ocho años. Así mientras que Málaga contabilizó entre enero y septiembre 570.000 estancias más que en 2015, y en el caso de València el aumento fue de 1.159.000 –lo que en ambos casos les permitió mejorar su cuota de mercado en el conjunto nacional-, Alicante anotó alrededor de 783.000 pernoctaciones menos, según los datos de Ineca.

En la misma línea, también la construcción de nuevas viviendas crece en estas dos provincias, mientras desciende en Alicante, a pesar del enorme dinamismo de las compraventas en la zona, que se concentran en la segunda mano.

Esta evolución a dos velocidades también se observa en las cuentas corrientes. Así, mientras que el volumen de depósitos que los alicantinos tienen en el banco ha crecido algo más de un 20% en los últimos ocho años –una cifra más que considerable-, de nuevo queda muy lejos del aumento del 40% registrado en Málaga y Pontevedra, o del 52,9% de València.

Una tendencia que, además, va acompañada de una caída considerable del crédito –el saldo vivo de los préstamos pendiente de pago en Alicante ha retrocedido un 28,5% en este periodo-, mientras que ha crecido a dos dígitos en las provincias más dinámicas con las que compara el estudio.

Aunque son múltiples los factores que propician esta situación, Nacho Amirola ha recordado que las inversiones estatales y autonómicas ayudan a equilibrar el territorio y a empujar proyectos que transforman el entorno. "Todos tenemos en la cabeza los cambios que han sufrido estas provincias en los últimos veinte años. Ahora piensen en los cambios que ha tenido nuestra provincia en esos años”, ha puntualizado el presidente de Ineca, quien, eso sí, peses a todo se ha mostrado "moderadamente optimista" de cara al presente 2023.

La factura del covid

Por otro lado, el Informe de Coyuntura Socioeconómica de Ineca también recoge la actualización de los datos de PIB provincial que realiza el INE y que acaba de publicar las cifras del año 2020, es decir, el de la pandemia. Un ejercicio en el que Alicante sufrió la pérdida del 9% de su riqueza (frente al 10,2% de retroceso nacional), lo que supuso la pérdida de 3.353 millones de euros.

Más incidencia tuvo sobre el valor del PIB per cápita, donde el descenso se elevó hasta el -9,8% (el-10,7% en el conjunto de España), que se traduce en una renta individual de 17.999 euros, frente a los 19.944 del año 2019. Eso sí, pese a este retroceso, la provincia asciende un escalón en el ranking nacional, pasando ahora a ocupar el puesto 43.

En cuanto a los datos del tercer trimestre, el coordinador del Comité de Estudios, Quino Palací, ha llamado la atención sobre el hecho de que, a pesar de la mejora de las cifras, el mercado laboral alicantino sigue sin poder absorber a un número considerable de parados, lo que mantiene la tasa de desocupación de la provincia por encima de la media nacional. "Si el mercado laboral de la provincia no puede asumir a los trabajadores tenemos un gran problema estructural", ha recalcado Palací.