Cuando el teletrabajo sale caro

La mayoría de profesionales que se acogen a esta modalidad deben asumir los gastos que conlleva

Una teletrabajadora en Alicante.

Una teletrabajadora en Alicante. / Manuel R. Sala

Para muchos profesionales supone un ahorro de tiempo al evitar el desplazamiento diario hasta la oficina y también permite una mayor flexibilidad para conciliar la vida laboral y familiar. Sin embargo, el teletrabajo también tiene sus inconvenientes y puede acabar resultando caro.

Sobre todo porque en el 80% de los casos son los propios trabajadores y no las empresas quienes se hacen cargo de los gastos que lleva asociados esta modalidad laboral, como pueden ser la conexión a internet o el propio ordenador.

Así lo revela el informe El teletrabajo en la Comunidad Valenciana, que ha presentado este jueves el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, y que han elaborado los profesores de la Universitat de València Adrián Todolí y José María Peiró, por encargo de Labora, el Servicio Valenciano de Formación y Ocupación. Un trabajo para el que ha encuestado a más de 2.000 personas en la autonomía.

El primer dato que destaca es que hasta el 29,5% de los consultados asegura teletrabajar en alguna medida, lo que supone casi un millón de personas en la Comunidad Valenciana, y un 90% lo hace desde su domicilio.

De la misma forma, hasta un 80% de los participantes aseguraba correr con los gastos que lleva aparejado el realizar las tareas fuera del centro de trabajo, en lugar de hacerlo la empresa, con el perjuicio que esto conlleva.

Desconexión digital

El impulso del trabajo en remoto también ha supuesto un nuevo desafío, el de garantizar el derecho a la desconexión digital, que, de momento no se cumple en la mayoría de los casos. Así, un 60% de los encuestados asegura que no ha firmado ningún documento que lo regule, como sería preceptivo. En este sentido, más del 56% de los encuestados han manifestado haber recibido correos fuera del horario de trabajo, un 35,2% han recibido llamadas telefónicas y casi un 40% mensajes de texto o de audio fuera de su jornada de trabajo.

Una mujer teletrabajadora.

Una mujer teletrabajadora. / Wundervisuals

En la misma línea, y relacionado con lo anterior, el análisis destaca los riesgos psicosociales que conlleva trabajar desde casa, entre los que destaca la afectación a las relaciones interpersonales y, por ejemplo y aunque parezca contradictorio, las dificultades para la conciliación, sobre todo por no poder separar esferas.

En cuanto a los sectores donde más se teletrabaja, destacan los oficios del sector científico, técnico, educativo, y el de información y telecomunicaciones.

A pesar de estos riesgos y de los inconvenientes citados, lo cierto es que la mayoría de los profesionales valora positivamente la posibilidad de teletrabajar. Así le conceden una puntuación de 7,74 sobre 10, lo que evidencia, según los autores del informe, que el teletrabajo es una realidad laboral que ha venido para quedarse.