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El frío resucita las alcachofas

La bajada de las temperaturas anima las ventas tras los cálidos meses del inicio de la campaña e incrementa los precios por encima del 50%, lo que mejora en siete millones la cifra de negocios

Una plantación de alcachofas en la comarca de la Vega Baja.

Una plantación de alcachofas en la comarca de la Vega Baja. / AXEL ALVAREZ

M. Vilaplana

M. Vilaplana

Los productores de alcachofas de la provincia de Alicante han visto atendidas sus plegarias. Tras un inicio desolador de campaña, en el que las cálidas temperaturas habían mermado la cosecha y complicado su comercialización, el drástico descenso de los termómetros ha sido recibido como un auténtico maná. Y es que el frío, más allá de leves afecciones en las hojas, está mejorando la calidad y se ha convertido en un elemento dinamizador de las ventas. El resultado es que los precios que reciben los agricultores se han incrementado en un 50% en apenas dos semanas, lo que permitirá mejorar la cifra de negocios del sector en cerca de siete millones de euros. 

Si hay algo que distingue a las hortalizas de invierno en general, y a las alcachofas en particular, es que precisan de temperaturas bajas para poder desarrollarse de manera adecuada. Y eso justo es lo que estaban echando de menos en el inicio de la campaña, toda vez que el frío no solo había brillado por su ausencia, sino que los termómetros estaban muy por encima de lo que se espera para una estación como esta. Así lo señala el presidente de Alcachofas Vega Baja, Antonio Ángel Hurtado, quien resalta que «no habíamos conocido nunca una situación como esta. Las temperaturas eran primaverales, y eso estaba repercutiendo tanto en la producción como en la calidad». De hecho, se estimaba que la cosecha en la zona productora, conformada por la Vega Baja y el Camp d’Elx, había caído cerca de un 30% con relación al año pasado, situándose en unas 30.000 toneladas

Pero esa no era la única consecuencia, toda vez que el clima templado también estaba incidiendo en la comercialización. «Puede que se trate de un tema psicológico, pero la realidad es que la gente solo se anima de verdad a comprar hortalizas de invierno cuando llega el frío, y eso, desafortunadamente, no estaba sucediendo», lamenta Hurtado.

La situación, sin embargo, ha dado ahora un giro de 180 grados, con un drástico desplome de las temperaturas que ha cambiado por completo la dinámica pesimista en la que estaba sumido el sector. De entrada, el responsable de la asociación señala que «las ventas, como cabía pensar, se han animado de forma destacada en estos últimos días, en que la demanda ha aumentado de forma considerable».

Calidad

La calidad de las alcachofas, por otro lado, también está mejorando en líneas generales. Según Hurtado, «hay algunas zonas en las que el frío ha marcado un poco las hojas externas, pero esta bajada de las temperaturas está resultando positiva a nivel global. Además, los frutos que puedan sufrir más afecciones siempre se pueden derivar a la industria conservera».

Y la cosa no queda ahí, dado que la irrupción del frío también concede ventajas competitivas a los productores alicantinos. «Con las temperaturas tan cálidas que veníamos teniendo hasta la fecha estaban entrando alcachofas de otras latitudes que, en condiciones normales, ya tendrían que haber dejado de producir. Ahora, por tanto, se reducirá la oferta, lo que supondrá un beneficio para nosotros», argumenta.

Alcachofas marcadas ligeramente por el frío en un mercadillo de Orihuela.

Alcachofas marcadas ligeramente por el frío en un mercadillo de Orihuela.

Todos estos elementos, consecuentemente, han tenido una incidencia en los precios que reciben los agricultores, que se han llegado a incrementar en un 50%. La cotización se sitúa en estos momentos entre 1,50 y 2 euros, dependiendo de las variedades y los calibres, lo que supone un salto cuantitativo respecto a las condiciones económicas del inicio de la campaña. Teniendo en cuenta que en estos momentos queda la mitad de la producción por recolectar, los ingresos podrían incrementarse en alrededor de siete millones de euros sobre lo previsto inicialmente.

En parecidos términos se expresa Pedro Valero, productor y presidente de Asaja en Elche. Según sus palabras, «está haciendo mucho frío pero, afortunadamente, no hiela, por lo que estamos teniendo justo lo que hace falta para que el cultivo evolucione de forma correcta y pueda salir al mercado en las mejores condiciones». Y todo ello, añade, a unos precios mejores, porque , añade, «está demostrado que las bajas temperaturas animan las ventas».

Valero, con todo, no es partidario de lanzar las campanas al vuelo, porque, explica, «la bajada de la producción debido al cálido inicio de la campaña ya es un hecho, y habrá que ver cómo evolucionan las cosas de aquí a final de la temporada, tanto en lo que respecta a la demanda del mercado como a las cotizaciones. De momento, las cosas han dado un giro radical para mejor y hay satisfacción en el sector, pero tendremos que esperar para hacer balance».

Por su parte, Alberto Diego, productor de La Unió en el Camp d’Elx, reconoce que los precios están subiendo, aunque al mismo tiempo llama la atención sobre el incremento de costes al que están teniendo que hacer frente los agricultores. «La luz, el agua y los fertilizantes se han disparado, por lo que los beneficios no van a ser los mismos que antes de que asistiéramos a esta escalada de la inflación. La verdad es que estamos asistiendo a un auténtico abuso», lamenta.

Las alcachofas, por el nivel de producción que alcanzan en la provincia y su prestigio en el mercado, son la hortaliza que más ha mejorado sus previsiones económicas con la irrupción del frío. Sin embargo, la práctica totalidad de las hortalizas de invierno están saliendo beneficiadas por esta bajada de los termómetros. Sin alcanzar los incrementos de precios del 50%, sí que han mejorado también sus cotizaciones tras un inicio de campaña igual de desolador. Este es el caso de productos como el brócoli, la coliflor o el romanesco, que también habían visto mermada su producción y estaban sufriendo problemas de calidad. Incluso las lechugas, que se estaban materialmente cociendo en los campos y contaban con muchos problemas de comercialización, han visto cómo el frío se ha convertido en un aliado perfecto para cambiar de manera radical su situación.

La agricultura ecológica consigue mejores cotizaciones en la comercialización de proximidad

La bajada de las temperaturas está resultando beneficiosa para los productores de alcachofas en general, sobre todo en lo que respecta al aumento de la cotización en los mercados. La agricultura ecológica, sin embargo, va un paso más allá, por el prestigio que tienen sus productos entre determinados consumidores, y también por su vocación de comercio de proximidad.

Alberto Diego se dedica a este tipo de cultivos en el Camp d’Elx, donde cuenta con una finca en la que, aparte de alcachofas, produce hortalizas variadas de temporada, como coles, habas, cebollas o ajos tiernos, entre otras. Según sus palabras, «nosotros vendemos directamente a los particulares en mercadillos ecológicos y grupos de consumo, y eso nos permite tener un margen más amplio que el resto de productores, que dependen de las cotizaciones que se fijan en las lonjas a través de los mayoristas». El motivo, explica, es que «ofrecemos unos productos de calidad diferenciada por la forma en la que se han cultivado, y apostamos por un producto de proximidad y por una economía circular que cada vez está mejor valorada y cuenta con un número creciente de adeptos».

Pese a todo, subraya que, ni mucho menos, pueden cargar los precios que permitirían cubrir adecuadamente los costes y obtener un mínimo de ganancias. «El aumento de costes que hemos venido sufriendo a todos los niveles es imposible de repercutir, porque espantaríamos a la clientela. Los consumidores también están sufriendo la inflación y, por tanto, no están en condiciones de asumir incrementos de costes desorbitados. Así que, al final, no tenemos otra opción que estrechar nuestros márgenes para poder mantener a nuestros clientes», lamenta.

Alberto Diego, por otro lado, considera que las medidas que ha adoptado hasta el momento el Gobierno para rebajar los costes de la cesta de la compra «son una pantomima. La rebaja del IVA no la están notando los consumidores, porque el final es solo un 4%».