Inversión

El interés de los particulares por la deuda pública sorprende al Tesoro y el Banco de España

La web del Tesoro deja de estar operativa unas horas para cursar compras y el supervisor registra colas en sus sedes

El interés de los particulares por la deuda pública sorprende al Tesoro y el Banco de España.

El interés de los particulares por la deuda pública sorprende al Tesoro y el Banco de España.

Pablo Allendesalazar

El creciente interés de los particulares por la deuda pública ante la nimia rentabilidad que ofrecen los depósitos bancarios pese a la subida de los tipos de interés oficiales está sorprendiendo esta semana al Tesoro Público y al Banco de España. Se trata de dos de las instituciones a través de las que se pueden adquirir títulos —en la web o de forma presencial, respectivamente— en las nuevas emisiones del Estado. La otra, más cara por las mayores comisiones, es cursar una orden a través de un banco, agencia o sociedad de valores

El servicio de compra de valores de la web del Tesoro ha estado este jueves inoperativo durante unas horas, mientras que en las sedes del Banco de España se han registrado colas en los últimos días. En las últimas subastas de letras, el interés ha llegado a rozar el 3% a nueve meses y los ahorradores quieren aprovecharlo. Frente a esta rentabilidad, los nuevos depósitos bancarios tuvieron un interés medio del 0,7% en noviembre, último dato disponible. El próximo 7 de febrero hay una nueva emisión de títulos a seis y 12 meses, mientras que el 14 de febrero habrá una colocación de valores a tres y nueve meses. 

Fuentes del Tesoro explican que se ha decidido dejar inoperativa durante unas horas la web de compra de valores ante el elevado volumen de operaciones registradas en los últimos días. Ha sido necesario, añaden, para garantizar el correcto envío de la información al Banco de España, que es el que tiene que certificar los datos. Con todo, aclaran, nadie se ha visto perjudicado, ya que el plazo para cursar órdenes de cara a las subastas de este jueves (bonos y obligaciones) y la semana que viene (letras) acabó este martes.

Colas en la calle

Las colas en el Banco de España, por su parte, se han producido después de que el pasado viernes anunciase que a partir del próximo 7 de febrero, el martes de la semana que viene, será necesario haber solicitado cita previa (en su web o en el teléfono 913 385 000) para acudir de forma presencial (lunes a viernes de 8:30 a 14h) al servicio de cuentas directas del organismo, tanto en su sede central en Madrid como en sus sucursales territoriales. Las cuentas directas son cuentas de valores abiertas en el Banco de España para mantener los saldos de deuda del Estado comprados por sus titulares en el mercado primario (emisiones directas del Tesoro).

La apertura de una cuenta directa se produce como consecuencia de la compra directa de deuda del Estado en el Banco de España o a través de la página web de Tesoro; el traspaso de saldos de valores desde una entidad participante en los mercados de deuda pública españoles (como un banco o caja de ahorros) al Banco de España; o el traspaso de una cuenta directa de un fallecido a sus herederos

Dichas cuentas permiten ejercer los derechos económicos que se derivan de la deuda adquirida (cobro de intereses, amortizaciones o canjes, mediante una transferencia bancaria), así como la reinversión de la deuda amortizada, siempre y cuando coincida la amortización con el día de nuevas emisiones de deuda (el calendario de emisiones de letras se confecciona de tal forma que todas las emisiones enlazan con una amortización). También permiten traspasar los títulos de deuda antes de su vencimiento a otra entidad autorizada. En cambio, no permiten operar en el mercado secundario (compraventas de deuda pública entre inversores privados). 

Interés renovado

La deuda pública del Estado vuelve a tener atractivo como inversión para los hogares españoles por primera vez desde 2015. Entonces, el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a adquirir títulos soberanos de los países del euro para evitar la deflación, unas compras que hundieron durante años el interés pagado por dichos valores. Ahora, en cambio, el endurecimiento acelerado de la política monetaria para combatir la espiral inflacionista está elevando la rentabilidad de las letras, bonos y obligaciones del Tesoro. Y las familias están actuando en consecuencia: los datos apuntan a que en 2022 aumentaron su inversión en deuda pública por primera vez en ocho años.

Según las últimas cifras del Banco de España, los particulares cerraron noviembre con 2.232 millones de euros invertidos en títulos del Tesoro (950 millones en letras a corto plazo y 1.282 millones en bonos y obligaciones de más largo vencimiento). La cifra es 1.222 millones y un 120% superior a la de un año antes y 869 millones y un 63% superior a la de octubre. Dada la tendencia de todo el año, es previsible que la diferencia se incrementase en diciembre y que 2022 se cerrara, efectivamente, con la primera subida anual de la cartera de deuda pública de los hogares desde 2015. De hecho, solo en este enero, el Tesoro vendió 400 millones de deuda a través de su web, más que en todo 2022.

La subida de tipos del BCE —2,5 puntos desde julio, hasta el 2,5%— se ha trasladado al interés de la deuda pública y explica su mayor atractivo para los hogares. Así, el tipo medio de la deuda en circulación se situó al cierre del año pasado en el 1,727%, desde el 1,636% de un año antes, en la que fue su primera subida desde 2011. Más representativo para entender el renacido interés de los hogares son los tipos de las nuevas emisiones de deuda. Dos ejemplos: el de las letras a seis meses pasó del -0,69% en las subastadas en diciembre de 2021 (el Estado devolvía al inversor menos dinero del que le había prestado) al 2,09% en diciembre, mientras que el de los bonos a 10 años se disparó del 0,39% al 2,9%. 

Depósitos poco rentables

Otro factor que explica el creciente interés de las familias es la bajísima rentabilidad ofrecida por los depósitos por parte de los bancos pese a la subida de tipos del BCE. Así, el tipo medio de las nuevas imposiciones en noviembre fue del 0,7% y el del saldo sigue en un nimio 0,16%. Las entidades están aprovechando la amplia posición de liquidez que les proporcionaron las inyecciones del BCE de los últimos años para no aumentar la remuneración del pasivo y obtener así una mayor rentabilidad de sus clientes gracias al encarecimiento de los créditos.

Frente a una inflación media anual del 8,4%, tanto la deuda pública como los depósitos supusieron el año pasado una pérdida de poder adquisitivo para los hogares, pero menor en el caso de los títulos soberanos. Lo previsible es que la ventaja a favor de los valores del Tesoro se mantenga en 2023. El BCE, así, ha confirmado que prevé seguir subiendo los tipos de referencia (el mercado espera entre dos y tres veces alzas en este principio de año, hasta el 3,5% y el 4%, la primera este jueves). Y pese a ello, los expertos prevén que el interés medio de los depósitos no vaya mucho más allá del 2% en un plazo de entre uno y dos años, o incluso se quede por debajo.