El final de la campaña navideña destruye casi 12.000 empleos en Alicante en el peor enero en once años

La mitad de los afiliados a la Seguridad Social que se han perdido en la provincia pertenecen a la hostelería y al comercio debido a la conclusión de los contratos de refuerzo. El paro también se incrementa en 1.923 personas

Un camarero sirve a los clientes esta pasada Navidad en un restaurante de Benidorm.

Un camarero sirve a los clientes esta pasada Navidad en un restaurante de Benidorm. / David Revenga

M. Vilaplana

M. Vilaplana

El inicio del año nunca ha sido un buen momento para el empleo, sobre todo en una provincia, como es Alicante, que tanta dependencia tiene del sector servicios. Y en esta ocasión no solo no se ha producido una excepción, sino que se ha asistido al peor mes de enero desde 2012 en lo que respecta a la destrucción de puestos de trabajo. Nada menos que 11.835 personas han dejado de cotizar a la Seguridad Social como consecuencia, principalmente, del final de la campaña navideña. De hecho, la mitad de los afiliados que se han perdido pertenecen a la hostelería y al comercio, debido a la conclusión de los contratos de refuerzo en estas dos actividades. También son malos los datos del paro, toda vez que 1.923 personas han pasado a engrosar la relación de inscritos en las oficinas de Labora. 

La provincia de Alicante había venido manteniendo, con ligeras oscilaciones, una línea ascendente de creación de empleo desde que se empezaron a levantar las restricciones relacionadas con la pandemia de coronavirus. Sin embargo, los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo, correspondientes al mes de enero, han venido a manchar una trayectoria hasta ahora prácticamente inmaculada.

La peor parte se la lleva la afiliación a la Seguridad Social, con casi 12.000 cotizantes menos, que dejan la cifra total en 696.717. Y en este desplome ha tenido mucho que ver el final de las celebraciones navideñas, dado que el 51% de esta pérdida de afiliación corresponde a la hostelería y al comercio, justo las actividades que en esas fechas suman más contrataciones de refuerzo para hacer frente al aumento de la clientela. En el caso de los bares y restaurantes ha habido un descenso de 3.902 afiliados, mientras que en los establecimientos hosteleros la reducción ha sido de 2.175. El resto de ocupaciones han resistido mejor, si bien solo escapan al descenso generalizado de cotizantes sectores como la industria, la construcción o la educación, que han registrado ligeros repuntes.

Para encontrar unos datos peores en un mes de enero hay que remontarse a 2012, cuando se perdieron 13.766 puestos de trabajo, aunque la cifra sólo es ligeramente inferior a las de 2020 y 2019, cuando se dieron de baja 11.092 y 10.627 cotizantes, respectivamente, y a la de 2021, todavía con los efectos de la pandemia, momento en el que se llegaron a perder 11.561.

El paro, por otro lado, también ha presentado una evolución negativa. En este apartado, el incremento de casi 2.000 empleados ha dejado la cifra global en 142.418. En consonancia con lo acontecido con la Seguridad Social, también son los servicios los que se llevan la palma, con 2.238 nuevos desocupados que elevan el cómputo hasta los 98.056. También gana parados, aunque solo 56, la agricultura, que se queda con 4.888. En la parte contraria aparece la industria, con un descenso del paro de 288 personas, que deja la cifra total en 17.409, y la construcción, que también resta 153 para situarse en 12.145.

Comportamiento general

El único consuelo es que la provincia no ha hecho otra cosa que tener este mes de enero un comportamiento muy parecido al registrado tanto en España como en la Comunidad Valenciana. En el caso de la Seguridad Social, la afiliación ha caído en el conjunto del país en 215.047 personas, lo que deja un registro total de 20.081.224. A nivel autonómico la afiliación ha descendido en 31.549 cotizantes, para situar el cómputo en 2.041.479. El número de parados, por otro lado, ha crecido a nivel nacional hasta 2.908.397 tras un incremento de 70.744, mientras que en la Comunidad el aumento ha sido de 6.776, para alcanzar los 345.019.

Pese a estas malas cifras, la situación es ahora mismo mucho mejor que la de hace ahora justo un año, cuando la provincia de Alicante tenía 24.895 afiliados menos en la Seguridad Social, y contaba con 8.761 parados más. 

¿Y qué es lo que opinan acerca de todo esto los agentes sociales y la Administración? Desde CC OO, el secretario de Empleo en l’Alacantí-Les Marines, José María Ruiz, atribuye los malos datos en el empleo «a un mercado productivo estacional y precario que reclama contratación temporal y precaria durante las campañas y se beneficia de unos despidos todavía muy baratos a la finalización de las mismas». 

En este sentido, resalta la necesidad de corregir lo que considera un monocultivo casi exclusivo del sector servicios. Según sus palabras, «la estacionalidad productiva sigue pidiendo a gritos una reforma del modelo económico que se oriente a impulsar las actividades estables a lo largo del año y a conseguir un modelo de turismo que se reparta también durante todo el ejercicio».

Contratación indefinida

En parecidos términos se expresa Yolanda Díaz Serra, responsable de Política Social, Igualdad y Empleo de UGT en las mismas comarcas. Tras atribuir la destrucción de empleo al final de la campaña navideña, como es tradicional en esta provincia, destaca, por otro lado, la senda de estabilidad abierta tras la entrada en vigor de la reforma laboral, lo que ha posibilitado que la contratación indefinida ya suponga el 53% del total. Pese a ello, la dirigente sindical destaca la necesidad de seguir por la vía del acuerdo para atajar problemas que aún persisten, como es el paro de larga duración. «Por ello -explica- se debe poner en valor la utilización de las políticas activas de empleo, que contribuyen a brindar oportunidades a las personas que más lo necesitan, para lo cual es necesario que se dote a los servicios públicos de los medios y recursos necesarios para desarrollar su labor de manera efectiva».

Tanto CC OO como UGT, además, se congratulan del pacto alcanzado el pasado martes con el Gobierno central para incrementar el salario mínimo interprofesional, lo que contribuirá a ayudar a miles de trabajadores a hacer frente a una inflación que continúa desbocada.

La Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), por otro lado, realiza una valoración negativa de los datos de enero, subrayando que esta autonomía es la tercera región en aumento del paro en términos absolutos con relación a diciembre, aunque se sitúa como la sexta en la que mas ha bajado respecto al mismo mes del año anterior. Con todo, y según señala la secretaria general de la patronal, Esther Guilabert, en este contexto resulta necesaria «la implementación de aquellas medidas de política económica que realmente fomenten la productividad y el trabajo, y no acometer otras que lastren la competitividad del tejido empresarial». Así, destaca los efectos negativos que puede tener la subida del salario mínimo interprofesional, al coincidir con un escenario inflacionista y de elevados precios de la energía, «lo que impactará especialmente en las pymes y en aquellos sectores donde el problema de costes es más acuciante, como la agricultura y la ganadería», enfatiza.

Más positivo es el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, quien, tras señalar que en el primer mes del año «es habitual registrar incrementos del paro», pone en valor que la cifra de desempleados en estos momentos en la Comunidad Valenciana sea la menor desde el año 2008. También indica que las cifras actuales tienen un claro componente estacional y que no tendrían que afectar de ninguna manera al dinamismo que la economía valenciana ha ido consolidando, y que puede verse reforzado en un contexto más favorable en este 2023.

El desempleo crece el doble entre las mujeres

La fragilidad en el empleo ha vuelto a tener este mes de enero rostro de mujer, dado que el paro femenino en la provincia de Alicante ha crecido el doble que el masculino. Así, si las oficinas de Labora han registrado 628 nuevos desempleados, lo que deja la cifra total en 56.212, y las mujeres que han pasado a engrosar las listas del paro son 1.295, lo que sitúa el cómputo global en 86.206. De esta forma, la brecha de género continúa estando muy presente, hasta el punto de que el desempleo femenino supone en estos momentos el 60,53% del total.