La pandemia de coronavirus tuvo un fuerte impacto sobre la economía de la provincia de Alicante, del que ha logrado salir bastante airosa pese a las adversidades que han ido llegando después en forma de inflación y un complicado contexto internacional generado por la guerra de Ucrania. También el empleo se ha recuperado, hasta alcanzar cifras nunca conocidas con anterioridad. Lo sorprendente de ello es que ha sido el sector público el que ha tirado con más fuerza de la ocupación, hasta el punto de contar en la actualidad con 34.300 ocupados más que en 2019. Factores como los contratos que se formalizaron en la sanidad y los servicios sociales para hacer frente a la crisis sanitaria, así como los planes de inserción laboral que se han venido implementando después con el apoyo de la Unión Europea (UE), han tenido una relación directa con este incremento. No ha sucedido lo mismo, sin embargo, en el sector privado, toda vez que en este mismo periodo solo ha podido sumar 6.500 empleados como consecuencia de una incertidumbre económica que sigue lastrando la actividad.
Los últimos datos publicados por el Instituto Valenciano de Estadística, en base a la Encuesta de Población Activa (EPA), ponen de manifiesto que la provincia de Alicante contaba en el último trimestre del año pasado con 696.300 personas ocupadas y asalariadas, lo que supone un incremento de 40.800 con relación al mismo periodo de 2019, antes de que irrumpiera la pandemia. Lo curioso del caso es que a lo largo de este intervalo de tiempo, y después del fuerte descenso de la ocupación registrado en los momentos más duros del covid, ha sido el empleo público el que ha tirado con mayor fuerza, al pasar de 114.800 trabajadores a 148.900, lo que supone un aumento del 30% El sector privado, sin embargo, ha tenido una evolución mucho más discreta, saltando de los 540.900 ocupados a 547.400, lo que representa apenas un 1%. Solo en el último trimestre de 2022 la ocupación privada registró un mejor comportamiento que la pública, algo que hay que atribuir a la campaña navideña y al incremento de la actividad en sectores como la hostelería o el comercio.
En materia de afiliación a la Seguridad Social, eso sí, el empleo privado sale mejor parado en la comparativa entre 2019 y 2022, toda vez que registra un incremento del 7,8%, que deja la cifra total en 624.055 cotizantes. El empleo público, por su parte, sube un 20% para situarse en 84.497.
A la hora de buscar explicaciones a lo sucedido en estos últimos tres años, la directora general de Empleo y Formación, Rocío Briones, hace referencia a los refuerzos llevados a cabo en sanidad, servicios sociales y educación en plena pandemia, pero también, añade, "al compromiso del Gobierno autonómico con ofrecer a los ciudadanos unos servicios públicos cada vez más potentes y a los programas puestos en marcha para conseguir la inserción laboral de aquellos colectivos más desfavorecidos, como son las mujeres, los jóvenes o los mayores de 55 años". Briones, con todo, subraya que este aumento del empleo público se ha compatibilizado también con el privado, "motivo por el que estamos en estos momentos en cifras históricas de ocupación. A pesar de todo lo que ha caído y sigue cayendo, se ha demostrado que contamos con una economía resiliente y que nuestras empresas han sabido aguantar", enfatiza.
Los sindicatos se expresan en parecidos términos. Yaissel Sánchez, secretaria de UGT en l'Alacantí-Les Marines, señala que, "a raíz del covid, se reforzó todo aquello que tenía que ver con los cuidados a los ciudadanos, al tiempo que se han incrementado las políticas activas de empleo. Y esa es una apuesta en la que se debe insistir, aunque siempre buscando el equilibrio con lo privado".
Por su parte, Paco García, secretario de CC OO en las mismas comarcas, destaca el cambio radical registrado con relación a cuando gobernaba Rajoy. "La estrategia de desmantelar lo público para fortalecer lo privado tuvo efectos muy negativos. Ahora, gracias también a la presión de la UE, estamos en las antípodas, aunque nos queda todavía un largo camino que recorrer para alcanzar la media europea", enfatiza.
Desde el sector privado, por otro lado, justifican la menor creación de empleo en la incertidumbre económica y los altos costes de producción que siguen teniendo que soportar las empresas. Tanto el presidente de la Federación de Empresas del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), Luis Rodríguez, como la de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Marián Cano, destacan que la actividad sigue sin recuperarse del todo. Una prueba de ello es una encuesta realizada por Avecal entre sus asociados, que revela solo un 14% de las empresas esperan aumentar su facturación este año entre un 5% y un 6%, mientras que un 25% apunta a un 1%. "El sector -señala Cano- mantiene unas previsiones de crecimiento moderadas y en general se muestra precavido para este 2023, ya que afronta con incertidumbre y preocupación la actual volatilidad de los mercados y la inestabilidad que sigue existiendo en los precios de las materias primas y la energía".
Los técnicos y los trabajadores cualificados son los que más suben
Los técnicos y los trabajadores cualificados son los perfiles en los que se ha registrado un mayor incremento de la ocupación tanto en el sector público como en el privado, confirmándose de esta forma la tendencia que se viene registrando en los últimos tiempos en lo que respecta a una necesidad de empleados cada vez más preparados. En el caso de la actividad privada, se ha pasado de los 275.400 trabajadores cualificados de 2019 a los 281.600 de finales de 2022, mientras que los técnicos han subido de 98.600 a 103.200. En el ámbito público se ha pasado de 22.200 ocupados a 39.600 en el primer apartado, y de 62.500 a 77.000 en el segundo. m. v.