El veto a los anuncios de helados en horario infantil subleva al sector al temer una caída de las ventas del 20%

Los productores de la provincia rechazan la normativa que prepara el ministro Garzón y lamentan que se esté ignorando el esfuerzo por reducir los azúcares y las grasas en el proceso de elaboración

Una dependienta sirviendo helados en un establecimiento artesanal de Alicante.

Una dependienta sirviendo helados en un establecimiento artesanal de Alicante. / PILAR CORTES

M. Vilaplana

M. Vilaplana

En pie de guerra. Así están los heladeros como consecuencia de una normativa que prepara el Ministerio de Consumo de Alberto Garzón para prohibir la publicidad de los helados en horario infantil. El sector provincial considera que la medida tendrá efectos devastadores sobre las ventas, con una merma que sitúa alrededor del 20%, al tiempo que lamenta que no se esté teniendo en cuenta el esfuerzo llevado a cabo para elaborar productos cada vez más saludables y bajos en azúcares. Los heladeros, de hecho, temen que la normativa pueda tener efectos negativos para su imagen

El ministerio está trabajando una iniciativa legislativa que busca regular la forma en la que determinados alimentos, con altos contenidos de azúcar e incidencia en la obesidad infantil, se publicitan en televisión. El objetivo, según explicó en su momento Alberto Garzón, es poner fin al modelo de autorregulación publicitaria que lleva vigente desde 2005, al considerarse que no es suficiente para frenar el aumento de los niveles de obesidad en los menores. De ahí que se pretendan concretar unas franjas horarias en las que este tipo de productos no puedan anunciarse, tomando como referencia un listado en el que han sido incluidos los helados.

Y la noticia no ha pasado desapercibida para el sector, que se muestra indignado ante los efectos que esta iniciativa pueda llegar a tener. Especialmente en una provincia como es la de Alicante, con un elevado nivel de producción, y donde la facturación, en términos de ventas en el propio territorio, supera ampliamente los 40 millones de euros. Esta cifra asciende a 560 millones en el ámbito nacional.

El presidente de la Asociación Nacional de Heladeros Artesanos (Anhcea), Marco Miquel, con un establecimiento en Dénia, no duda a la hora de señalar que se va a producir un fuerte impacto que, de entrada, va a traer consigo un descenso de la comercialización de alrededor del 20%. Según sus palabras, «aunque se intente enfocar como una medida dirigida a la gran industria, esta norma nos hace daño tanto a las empresas de mayor tamaño como a los heladeros de a pie de calle, lo cual cobra más importancia en una provincia como la nuestra, donde se trata de un sector tradicional de gran peso».

Para Miquel, la prohibición de los anuncios «es una enorme exageración, porque la gente no come tantos helados como para llegar a la obesidad. Además, no se tiene en cuenta para nada el esfuerzo que estamos llevando a cabo para elaborar productos cada vez más saludables, eliminando azúcares y determinados edulcorantes y grasas, y apostando por ingredientes naturales».

El representante de los heladeros también hace referencia a la mala imagen que este tipo de medidas generan para el sector sobre el que se aplican. «No lo entendemos -enfatiza-, a no ser que se mire desde un contexto de campaña electoral».

Reconocimiento

Por su parte, Joaquín Lancis, CEO del Grupo Alacant, desea mantenerse al margen de la polémica, aunque coincide con Marco en el aspecto de la mala imagen y también en la falta de reconocimiento a la apuesta del sector por los productos saludables. «Estamos elaborando helados bajos en grasas y azúcares, y enfocados también a los celiacos. En consecuencia, lo coherente sería que este tipo de productos no formaran parte del listado de los que se van a ver afectados por las restricciones publicitarias», sentencia.

La medida enfrenta a los ministerios de Consumo y Agricultura

La propuesta para prohibir la publicidad de helados dirigida al público infantil no solo ha sublevado al sector, sino que también ha provocado un enfrentamiento entre los ministerios de Consumo y Agricultura, debido a que este último mantiene la iniciativa bloqueada. Y es que normativa propuesta por el departamento dirigido por Unidas Podemos tendría que haber entrado en vigor en 2022, algo que no ha sido posible porque el ministerio del socialista Luis Planas lo mantiene bloqueado.

Desde el Ministerio de Agricultura se argumenta que en estos momentos hay un debate técnico entre ambos departamentos, sobre la base de que, al igual que hay bebidas alcohólicas que también se comercializan sin alcohol, igualmente hay productos que tradicionalmente han sido azucarados y que se fabrican sin azúcar, en referencia a una parte importante de los helados. Planas, además, defiende la importancia económica de sectores como el heladero, al que considera que hay que defender por tratarse de un sector tradicional del país.

El ministerio de Alberto Garzón, por su parte, subraya que la normativa ajusta las limitaciones publicitarias a los criterios emitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sí considera los helados como azucarados, y que lo que persiguen es proteger a los menores como consumidores vulnerables que son.