Subida de las cotizaciones

¿De dónde saldrá el dinero para las pensiones? Escrivá apunta a médicos, industriales o bancarios

Los expertos consultados alertan de que la subida de las bases de cotizaciones pueda frenar la promoción interna, pero los impactos sobre creación de empleo serán "mínimos"

Dos cirujanos, durante una intervención, en una imagen de archivo.

Dos cirujanos, durante una intervención, en una imagen de archivo. / Carlos Montañés

Gabriel Ubieto

Las nóminas de médicosoficiales industriales, altos funcionarios bancarios, entre otros, están en el punto de mira de la nueva reforma de pensiones. O más bien las empresas (y el Estado) que las pagan. Estos días los gestores han sacado la calculadora para actualizar sus números y saber qué sobrecoste les supondrá la nueva norma recién aprobada por el Gobierno. Y es que la subida de bases máximas y el recargo para los salarios más altos con las que el ministro José Luis Escrivá pretende llenar la hucha de las pensiones tendrán un efecto especialmente focalizado en determinados sectores y perfiles, de cargos intermedios para arriba, según coinciden en señalar las diferentes fuentes consultadas para este reportaje. 

A falta de ver y evaluar los efectos que tenga el anunciado incremento de costes a partir del 2025, que es cuando empezará progresivamente a regir esta parte de la reforma, las agencias de intermediación apuntan a que ese doble recargo para los salarios altos pueda frenar en algunos casos la promoción interna en las empresas. Si bien esas mismas fuentes reconocen que el efecto será menor o imperceptible a la hora de fichar a profesionales altamente cualificados y externos a la compañía.

Según los últimos datos disponibles de la encuesta de población activa (EPA), referentes al 2021, en España el 10% de los asalariados mejor pagados tiene un sueldo, de media, superior a la base máxima de cotización. Es decir, parte de su nómina no cotiza y sobre dicha porción, a partir del 2025, empezará a regir una tasa especial que no generará derechos y que correrá a cargo de las empresas. Lo que vendrían a ser 1,6 millones de trabajadores, que, de media, cobran cada mes 5.092 euros brutos. Según los cálculos de la Seguridad Social, dicha cifra bajaría a 1,2 millones.  

¿Dónde trabaja esa élite laboral? "En términos generales, cobrar un salario de más de 4.500 euros al mes es poco habitual. Pero entre el nicho de trabajadores cualificados, esa remuneración es incluso baja", apunta la directora comercial de Hays en España, Noelia De Lucas. Un cirujano de una clínica privada, un director de sucursal bancaria, un representante comercial de una farmacéutica, un analista de datos de una tecnológica o un consultor senior de las 'Big Four' son algunos de los ejemplos de afectados que cita De Lucas.  

Si bien en términos generales, a mayor tamaño de empresa, mayor sueldo, desde la consultora Randstad apuntan a que la afectación no se circunscribirá únicamente a las grandes multinacionales, sino también a ciertas pymes. Aquí el sector y el grado de especialidad de la compañía será determinante.

¿Frenará las contrataciones?

Unos días antes de que la reforma de las pensiones recibiera la luz verde del Consejo de Ministros, el gabinete de estudios económicos del BBVA anticipó una primera aproximación sobre el posible impacto que podrían tener los cambios sobre el mercado laboral: unos 200.000 empleos menos a largo. Dicho diagnóstico no coincide con el realizado por los expertos consultados para este reportaje.

"Muchas empresas ya están pagando dinerales para fichar a aquellos profesionales altamente cualificados que son imprescindibles para su actividad. Y su principal preocupación no es el dinero, sino la capacidad de retenerlos mucho tiempo y evitar que se vayan a la competencia. Pagar más de cotizaciones no será algo determinante", apunta el catedrático de Economía Aplicada de la UAB, Josep Oliver.

"Creo que el impacto será mínimo nulo. Al contrario de lo que hubiera pasado si la subida de cotizaciones hubiera sido tan intensa para todos los salarios como lo ha sido para los altos. Entonces, probablemente y sumado al efecto de las últimas subidas del salario mínimo, sí hubiera destruiría empleos entre el personal menos cualificado", coincide el director del Executive Master en Dirección Económico Financiera de Esade, Jordi Fabregat.

Posibles efectos secundarios

Si bien las empresas no dejarán de contratar a esos trabajadores de élite pese a tener que pagar más por ello, el incremento de bases máximas sí puede tener una serie de efectos secundarios en otras áreas. "Si este aumento de costes genera un desequilibrio en las empresas, es más probable que se reduzca la contratación de posiciones que no sean claves para el desarrollo de su actividad, a diferencia de las mencionadas", apunta el director de Randstad Research, Valentín Bote.

Otro posible efecto secundario que intuye Fabregat, de Esade, es que, como todo aumento de costes, puede traducirse en futuras subidas de precios. "Aquellas empresas que se lo puedan permitir lo repercutirán", apunta. "Las compañías seguirán contratando porque lo necesitan, pero deberán readaptar su estructura de costes. Sobre todo en aquellos casos que dependan de multinacionales y al final esos mayores costes se traducirán en menor rentabilidad y eso se trasladará a la cuenta de resultados. Y eso puede tener efectos sobre la inversión", apunta el director de The Adecco Group Institute, Javier Blasco.

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