Siete de cada diez empresas familiares de la provincia prevén facturar más este año

Casi la mitad de los asociados de Aefa también contempla aumentar su plantilla, a pesar de la ralentización económica

La presidenta de Aefa, Maite Antón, durante un acto de la asociación.

La presidenta de Aefa, Maite Antón, durante un acto de la asociación. / David Revenga

David Navarro

David Navarro

A pesar de la ralentización que muestran los principales indicadores macroeconómicos y de todas las amenazas y la incertidumbre que se ciernen en el horizonte, las grandes empresas familiares de la provincia de Alicante se muestran optimistas sobre la evolución de su negocio y la mayoría prevé un aumento de sus ingresos a lo largo de este ejercicio. Eso sí, una percepción que no comparten cuando se les pregunta por la evolución de la economía en su conjunto, que ven con bastante mayor escepticismo.

Al menos así se desprende de la encuesta que todos los años realiza Aefa entre sus asociados con motivo de su asamblea general y que supone una de las mejores radiografías del estado de ánimo del empresariado provincial. Un estado de ánimo que en esta ocasión viene marcado por la inflación y la petición de rebaja de impuestos, pero que en términos globales muestra un deterioro muy moderado sobre los resultados del año pasado, aunque hay que tener en cuenta que entonces la asamblea de la organización que preside Maite Antón se celebró en mayo, cuando ya se había producido la invasión de Ucrania y los precios de los carburantes y la energía alcanzaban máximos históricos.

De esta forma, el número de empresas que prevé una caída de su facturación aumenta ligeramente, desde el 9,1% al 12,1%, pero lo cierto es que una inmensa mayoría pronostica que su negocio seguirá en crecimiento. En concreto, hasta el 69,7% de los consultados espera tener más ingresos, una cifra similar a la que aseguraba lo mismo en 2022. Por su parte, los que prevén repetir facturación suman un 18,2%, dos puntos menos.

Un polígono industrial en la provincia.

Un polígono industrial en la provincia. / Información

Y algo similar ocurre con las previsiones de empleo. Hasta un 48,5% de las grandes firmas familiares de la provincia contempla incrementar su plantilla a lo largo de este ejercicio. Son seis puntos menos que el año pasado (54,5%), lo que apunta a cierta ralentización en la creación de empleo en la provincia, pero siguen siendo muchos más que los que anticipan recortes de personal, que apenas suman un 3%. Otro 48,5% espera mantener su fuerza de trabajo.

Como ocurría en años anteriores y suelen reflejar también las encuestas del CIS, una de las cosas que llama la atención es que los empresarios tienen una percepción bastante mejor de su propia situación, que de la evolución general de la economía. Así, cuando se abre el objetivo, sólo un 21,2% de los consultados cree que la economía mejorará este año, mientras que un 39,4% considera que se mantendrá y otro 39,4% apuesta por un empeoramiento de la situación general.

Inflación

En este sentido, el principal problema que apuntan la mayoría de los empresarios alicantinos es la inflación en general, con un 25,3% de respuestas, que desbanca de este lugar al aumento de los costes energéticos que el año pasado ocupaba la primera posición y este año desciende a la tercera.

Por su parte, el segundo lugar lo ocupa la escasez de talento, con un 20,9% de empresarios que considera que es el problema más acuciante y que refleja lo problemas para encontrar personal cualificado que se dan en sectores como el tecnológico o la construcción. La escasez de materias primas ocupa el cuarto lugar y, sorprendentemente, la subida de tipos que ha disparado el coste de financiación de empresas y particulares en el último año no aparece hasta la quinta posición.

En cuanto a las peticiones a la Administración y la clase política, este año ocupa un lugar destacado la reducción de la carga tributaria que soportan las empresas, que señalan como su prioridad en este terreno casi una cuarta parte de los encuestados. Una reivindicación de la que ya se hizo eco este lunes la presidenta de Aefa, Maite Antón, durante su discurso. La segunda reclamación sería la reducción de las estructuras administrativas y los gastos de las administraciones, que señalan un 16,5% de los consultados, mientras que la supresión del Impuesto de Sucesiones –la reivindicación histórica del colectivo- pierde peso tras la extensión a todo tipo de empresas familiares, con independencia de su facturación, de la bonificación autonómica del 99% que se aplica a este tributo en la Comunidad Valenciana.

Suspenso rotundo a la situación económica

La encuesta de Aefa vuelve a mostrar el descontento de los empresarios con la situación política, que recibe una nota mucho peor que la económica. Así, hasta un 83,3% concede la peor nota posible (un 1 sobre 5) a la situación nacional, un porcentaje que incluso empeora el del año pasado, que ya era del 81%. Algo mejor ver la situación en la Comunidad Valenciana, donde los que suspenden con la peor nota el panorama político autonómico se reducen hasta el 57,6%, aún así, una mayoría.