La Comunidad Valenciana gana empresas pero pierde negocio con los traslados entre autonomías

El año pasado llegaron a la región 491 mercantiles de otras zonas del país frente a las 451 que se marcharon

Una imagen del polígono industrial de Las Atalayas.

Una imagen del polígono industrial de Las Atalayas. / Información

David Navarro

David Navarro

Puede ser por la necesidad de buscar un terreno más grande para ampliar instalaciones o porque quiere acercarse a su principal mercado. En ocasiones, es el propietario el que decide trasladarse por motivos personales o fiscales y se lleva a todo el equipo detrás, y otras veces es fruto de una fusión o una absorción, o también puede influir la inestabilidad política, como ocurrió en 2017 y 2018 con el proceso independentista en Cataluña. El caso es cada año miles de empresas españolas deciden hacer las maletas y cambiar su domicilio social a otra comunidad autónoma, en un intercambio en el que no siempre está claro quién gana o quién pierde.

Es el caso de la Comunidad Valenciana, que el año pasado fue la segunda autonomía con un mejor balance entre entradas y salidas –es decir, que atrajo a más empresas de las que se marcharon- aunque eso no se tradujo en un mayor volumen de facturación global para la región. Al contrario, el mayor tamaño de las empresas que se marcharon provocó una reducción de la cifra de negocio global de la zona.

Así lo recoge el informe que ha realizado Informa D&B sobre este fenómeno migratorio empresarial, que señala que en total el año pasado fueron 5.034 las compañías españolas que pasaron de una autonomía a otra, un 6,8% menos. Un intercambio en el que la comunidad que más empresas ganó fue Madrid, que logró captar 332 sociedades más de las que abandonaron su territorio, pero donde la que más negocio se llevó fue el País Vasco, al ganar 2.280 millones de facturación, principalmente por el traslado de Pan American Energy.

El saldo de la cifra de empresas de cada autonomía

El saldo de la cifra de empresas de cada autonomía / Informa D&B

Por su parte, la Comunidad Valenciana fue la segunda que presentó el mejor saldo entre entradas y salidas, lo que le permitió ganar 40 empresas durante el pasado ejercicio. En concreto, hasta 491 mercantiles aterrizaron en la autonomía procedentes de otras partes del país, frente a 451 que se marcharon.

Así, la Comunidad presenta un saldo neto positivo con Cataluña, Andalucía, Castilla- La Mancha o Galicia, entre otras regiones. Por el contrario, sigue perdiendo empresas en favor de Murcia y, sobre todo, de Madrid, con la que tuvo un saldo negativo de 35 mercantiles.

Sin embargo, si lo que se analiza es el volumen de facturación que representan las empresas que se trasladan, el resultado no fue nada favorable para la Comunidad Valenciana, ya que las empresas que se marcharon sumaban unas ventas anuales conjuntas de 345 millones de euros, mientras que las que llegaron solo aportaron 294 millones de facturación. Es decir, que se perdió 51 millones de volumen de negocio. En otras palabras, que las empresas que abandonaron la autonomía eran de mayor tamaño que las que se instalaron procedentes de otras zonas de España.

El saldo de ventas de las empresas trasladadas.

El saldo de ventas de las empresas trasladadas. / Informa D&B

Es algo que también le ocurrió a Madrid, que en este intercambio perdió 429 millones de facturación, o Andalucía, que ganó 34 empresas, pero se dejó en este baile más de mil millones de producción. Por el contrario, además del País Vasco, la autonomía que más negocio ganó fue Asturias, que suma 1.115 millones de facturación, gracias al traslado de la eléctrica EDP Clientes.

Si se analiza el balance desde el año 2015, el tejido productivo de la Comunidad Valenciana ha sumado hasta 516 mercantiles por esta vía a lo largo de este periodo. Los mayores flujos se produjeron en los años 2017 y 2018, coincidiendo con el punto álgido del proceso independentista de Cataluña, que supuso el traslado de numerosas compañías a la región, entre ellas CaixaBank o el Banco Sabadell.