Mercado laboral

La empresa que quiere trabajar 32 horas: "En un futuro será obligatorio, mejor avanzarnos"

Los primeros estudios internacionales sobre experiencias concretas de reducir la jornada loan los beneficios para la salud mental de los trabajadores

Trabajadores de Publiservei, en su nave de Sant Boi.

Trabajadores de Publiservei, en su nave de Sant Boi. / Jordi Otix

Gabriel Ubieto

Su imprenta está repartida por las principales calles de Barcelona desde hace 35 años. Estampa los carteles de una de popular cadena de ropa, también para unos históricos grandes almacenes y viste los estands de la Fira de Barcelona, entre otros. Algunos puede que recuerden el toldo en 3D que en 1997 cubrió la fachada del Palau Robert, obra del artista estadounidense Philip Stanton pero imprimido por ellos en Cataluña. Aunque próximamente el nombre de esta pyme puede quedar asociado como una de las primeras empresas catalanas que aplica la jornada laboral de 32 horas o cuatro días.

“En unos años será obligatorio para todo el mundo, estoy seguro. El futuro pasa por aquí, por trabajar menos horas y lo que queremos es avanzarnos”, afirma el propietario de PubliserveiJoan García, en conversación con EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica. “Es una buena oportunidad y si encima te lo incentivan con subvenciones”, añade. 

El próximo 13 de mayo vence el plazo para que toda aquella pyme del sector industrial presente su candidatura para optar a una ayuda de hasta 200.000 euros si reduce la jornada laboral de sus empleados y les mantiene el sueldo. Y Publiservei ya ha iniciado el papeleo para postular al programa piloto y pactarlo con sus 40 trabajadores, según confirman desde su gestoría.  

García está ultimando los números para lanzarse a esa piscina con su nave en Sant Boi llena hasta los topes. “Hacemos también carteles electorales y este año, como te puedes imaginar, no paramos. Estamos 24/7”, explica. Los primeros estudios internacionales sobre experiencias concretas de reducir la jornada a 4 días o 32 horas loan los beneficios para la salud mental de los trabajadores

Y en un momento en el que las empresas adolecen la escasez de ciertos profesionales, esta pyme de artes gráficas ve en la jugada un ‘extra’ para atraer trabajadores. “Cuando se empiece a correr la voz que ofrecemos jornadas de 32 horas el problema espero tenerlo yo para gestionar tanto currículo”, afirma García.   

Trabajadores de Publiservei, en su nave de Sant Boi.

Trabajadores de Publiservei, en su nave de Sant Boi. / Jordi Otix

¿Cómo piensan hacerlo?

¿Cómo pretende esta pyme pasarse a las 32 horas? Uno de los objetivos del piloto coordinado por el Ministerio de Industria es que las empresas participantes mejoren su productividad para poder amortiguar el sobrecoste que les implicará sacar la misma faena en menos horas. No obstante y pese a las mejoras en los procesos que puedan introducir, desde Publiservei tienen claro que “la única manera que tenemos de implementarla es contratando a más gente, no hay más”.

Otra vía es la reducción de tiempos muertos. “El viernes por la tarde ya no trabajamos y nos estamos dando cuenta de que es un día cada vez más inútil. Mucha gente tiene turno de nueve de la mañana a dos de la tarde y a las 12 del mediodía ya se les ha acabado la faena”, cuenta el propietario. Su idea pasa por compactar esas horas en el resto de la semana y liberar un día entero. “Es dar un paso más. Además la gente cuando ya sepa seguro que ese día no trabajará, todos los recados, los médicos y demás cuestiones personales los concentrará y no faltará el resto de días”, afirma.  

¿Cuáles son los riesgos?

El modelo de la semana laboral de cuatro días tiene sus luces y sombras. A los beneficios ya mentados se confronta una batería de riesgos, como sobrecargar a los trabajadores ante el menor tiempo disponible o no poder atender a todos los potenciales clientes. García reconoce que este cambio puede despertar los recelos de algunos de sus clientes. “¿Podrán atenderme igual?”, teme que piensen algunos, especialmente en un contexto como el actual en el que faena no les falta. 

Desde el departamento de recursos humanos son conscientes que se verán obligados a hacer un sobreesfuerzo al principio, con el fin de reorganizar los turnos de los trabajadores e ir adaptándolos a los picos de faena. Aquí García confía en el apoyo de la consultora que, según las bases del programa piloto, toda empresa participante debe contratar para implementar el nuevo modelo. También en la veteranía de la plantilla.

“Tampoco estamos inventando nada nuevo. En otros países de Europa también están aplicando pilotos de este tipo, ¿por qué nosotros no? Soy consciente de que al principio será duro, no te voy a engañar, pero le veo más beneficios que inconvenientes”, concluye.