Previsiones económicas

Bruselas augura que el déficit español seguirá por encima del 3%, pero eleva su previsión de crecimiento

La Comisión Europea mejora las previsiones de crecimiento de la economía española para 2023 con un alza del 1,9% del PIB y recorta su estimación de inflación

El mejor comportamiento de la economía este año se sustentará en la recuperación del consumo y el mantenimiento de la inversión.

El mejor comportamiento de la economía este año se sustentará en la recuperación del consumo y el mantenimiento de la inversión. / EP

Silvia Martínez

Tras un crecimiento robusto el año pasado, la actividad de la economía española se ralentizará este año pero seguirá creciendo en torno al 2%. Según las últimas previsiones de primavera presentadas este lunes por la Comisión Europeael crecimiento se situará en el 1,9% en 2023 y el 2% en 2024, en ambos casos por debajo del 2,1 y 2,4% respectivamente pronosticado por el Gobierno de Pedro Sánchez en la actualización del programa de estabilidad 2023-2026, aunque muy por encima de las previsiones comunitarias de invierno cuando auguró un 1,4% para este año. Aún así, el Ejecutivo comunitario no se cree que España vaya a ser capaz de reducir el déficit público por debajo del 3% en 2024, tal y como augura el Ejecutivo español, debido a un menor crecimiento de los ingresos y apunta a que agujero en las cuentas públicas será del 4,1% este año y del 3,3% en 2024. Esta estimación sobre las cuentas públicas se asemeja a la de la Autoridad fiscal (Airef).

El panorama dibujado por Bruselas es en general de optimismo. España seguirá creciendo los próximos dos años por encima de la media de la zona euro (1,1 y 1,6% en 2023 y 2024 respectivamente), a un ritmo mayor del que auguraban hace tan solo tres meses (cinco décimas por encima) por encima de las principales potencias europeas como Alemania (0,2%), Francia (0,7%) e Italia (1,2%). “En España, se espera que la actividad económica, que aún se está recuperando del bache provocado por la pandemia, se desacelere este año al igual que en otros países de la UE. Pero la tasa de expansión del 1,9% en 2023 sigue siendo muy superior a la media de la UE, gracias a la aplicación del Plan de Recuperación y Resistencia y a un mercado laboral muy fuerte. Y la economía del país se expandirá aún más, un 2%, en 2024, impulsada por el consumo y la inversión”, ha valorado el comisario Paolo Gentiloni durante la presentación de las previsiones que servirán de base para elaborar las recomendaciones de política presupuestaria por país que presentará en diez días.

"España será uno de los países europeos que más crecerá en 2023, lo que le permitirá liderar el crecimiento entre las principales economías de la zona euro por tercer año consecutivo", ha celebrado el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital que ha destacado que el empleo mantendrá su dinamismo, con crecimientos superiores a la media de la zona euro, y que España se situará como uno de los países con menor inflación este año. Crecer por encima de la media de la Eurozona será posible gracias al efecto arrastre de 2022, la resistencia del mercado laboral y el aumento de los ingresos reales de pensionistas y trabajadores con salario mínimo. El Banco de España se apuntó la semana pasada a este panorama optimista al anunciar que volverá a revisar al alza la previsión de crecimiento para este año hasta el entorno del 2%.

También contribuirá a la buena marcha de la economía los fondos de recuperación Next Generation que seguirán apuntalando la inversión. “La continua movilización de los fondos plan de recuperación y resiliencia contribuirá a sostener la inversión, especialmente en la construcción no residencial, mientras que los menores precios de importación previstos y la reducción de los estrangulamientos en la cadena de suministro deberían favorecer la recuperación del sector de bienes de equipo, tras la brusca caída registrada en el segundo semestre de 2022”, sostiene el análisis de la Comisión que apunta como elementos adicionales la recuperación del turismo internacional hasta los niveles previos a la pandemia y el efecto positivo sobre la competitividad de la bajada de los precios de la energía que ayudará a mejorar los resultados del sector exterior. 

Todo esto hará que España cierre la brecha prepandemia entre el segundo y tercer trimestre del año. El escenario, sin embargo, no está exento de riesgos y los técnicos comunitarios mencionan el posible "impacto adverso" del endurecimiento de las condiciones financieras tanto para hogares como para empresas debido al "alto nivel de deuda externa" tanto pública y privada. En el caso de los hogares, apunta el informe, mientras que la mayor parte de los nuevos préstamos hipotecarios se conceden con tipos de interés fijos, el saldo vivo sigue concentrado en préstamos a tipo variable.

En cuanto al mercado laboral, el diagnóstico de Bruselas sostiene que el comportamiento fue bueno en 2022 gracias a la creación sostenida de empleo y a la reducción de la proporción de empleados temporales en el sector privado. Esto hizo que la tasa de paro cayera al 12,9% en 2022. Una tendencia que se mantendrá en los próximos dos años con tasa de paro del 12,7% en 2023 y 12,4% en 2024. Respecto a la evolución de los salarios, tras el importante descenso en términos reales registrado en 2022, “se espera que el crecimiento de los salarios nominales se acelere en 2023, aunque aún se mantendrá ligeramente por debajo de la inflación media anual de este año”, apuntan. 

Las nuevas previsiones también apuntan a una desaceleración de la inflación gracias a la moderación de los precios de la energía. Según Bruselas, la prórroga hasta finales de 2023 de la mayoría de las medidas de apoyo a la economía adoptadas el año pasado por el Gobierno y la introducción de otras adicionales, incluida la reducción del IVA sobre varios productos alimenticios, contribuirá al descenso progresivo de la inflación general. En conjunto, se prevé que alcance el 4% en 2023 y siga disminuyendo hasta el 2,7% en 2024. “No obstante, la transmisión de los precios de la energía y los alimentos a otros bienes y servicios, que se hizo cada vez más visible a partir del último trimestre de 2022, hará que la inflación subyacente se mantenga elevada durante el periodo de previsión”, alerta la Comisión que advierte que la inflación subyacente podría verse también alimentada por “los riesgos al alza resultantes de un ajuste salarial más rápido, derivados también de la ampliación de las cláusulas de inflación y del aumento del 8% del salario mínimo”.

La nota más negativa se refiere a la evolución del déficit público. Aunque en 2022 siguió reduciéndose gracias sobre todo a la “solidez de los ingresos” y se redujo al 4,8%, la evolución, a ojos de Bruselas, no será tal halagüeña como la pronosticada hace poco más de dos semanas por el Gobierno debido a un menor crecimiento de los ingresos. “Los datos disponibles para los primeros meses de 2023 apuntan a un dinamismo continuado de los ingresos, pero con cierta desaceleración, que se espera continúe a lo largo del año”, apunta la Comisión en el informe en el que constata que la evolución del déficit en 2023 se verá afectada por la supresión completa de las medidas temporales de emergencia adoptadas por el covid19, que se estima ascendieron al 0,5% del PIB en 2022. Esto hará que el déficit de las Administraciones Públicas se reduzca, aunque de forma más gradual, hasta el 4,1% del PIB en 2023 y el 3,3% en 2024. Esto significa que seguirá situándose por encima del 3% que fija como límite el Pacto de Estabilidad y Crecimiento en el año en que volverán a aplicarse las reglas fiscales europeas. En cuanto al ratio de deuda pública, también seguirá en descenso aunque de forma más gradual, hasta el 110,6% este año y 109,1% en 2024.