Transportes

El problema con unos acuíferos que supone una nueva traba para la Variante de Pajares

Transportes asegura al Gobierno del Principado que "en modo alguno" se retrasará la llegada del AVE a Asturias, prevista para el mes de noviembre

Imagen de archivo de trabajadores de la Variante, con el agua por las rodillas tras la destrucción de varios acuíferos.

Imagen de archivo de trabajadores de la Variante, con el agua por las rodillas tras la destrucción de varios acuíferos.

J. Sámano Lucas / R. Díaz

Adif tendrá que reparar los daños ocasionados a varios acuíferos de León durante la construcción de la variante de Pajares, pero no habrá retrasos y el AVE llegará a Asturias en el mes de noviembre, tal y como ha prometido el Ministerio de Transportes. Ese al menos es el mensaje que trasladó ayer el presidente del PrincipadoAdrián Barbón: "Desde el Ministerio nos han dicho que en modo alguno se retrasaría. Si hubiera la más mínima duda de que va a haber un retraso, el primero que se opondría sería yo".

Salía así al paso del temor de un nuevo aplazamiento en la apertura de la Variante, que acumula ya 13 años de retraso sobre la previsión inicial (debió abrir en 2010). El temor surge de una orden del Ministerio para la Transición Ecológica, publicada ayer en el "Boletín Oficial del Estado" (BOE), que obliga a Adif a reparar todos los daños provocados por la destrucción de varios acuíferos subterráneos, que surtían agua a varios pueblos, a explotaciones agroganaderas y a parajes protegidos de gran interés medioambiental.

El problema surgió en 2007, durante las tareas de excavación de los túneles de Pajares, al aparecer en ellos fugas y drenajes de caudales, muy superiores a los previstos inicialmente. En concreto, el "drenaje accidental no previsto" desde la cuenca hidrográfica del Duero (subcuenca del río Bernesga) hacia la cuenca hidrográfica del Cantábrico (subcuenca del río Huerna), se cifró en 319 litros por segundo de media, lo que equivale a unos 10 hectómetros cúbicos al año, un 10% más que la capacidad máxima del embalse de Alfilorios, que abastece de agua potable a varios localidades de la zona central de Asturias, entre ellas Oviedo.

Consecuencias de aquellas fugas fueron manantiales y arroyos –algunos utilizados para suministro humano– desaparecidos, y graves perjuicios a suelos, turberas, cultivos, vegetación y fauna protegida. El Ministerio ha atendido la mayoría de las demandas de los denunciantes, la Asociación Lacerta y la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores. Así, ordena a Adif realizar estudios exhaustivos de los daños provocados; completar el sellado de las fracturas y fugas existentes; minimizar el trasvase de agua entre León y Asturias; y garantizar el suministro de agua y compensar a los afectados.

Los denunciantes estiman que Adif tendrá que invertir 30 millones para cumplir todas esas exigencias, más otros 2 millones al año para el mantenimiento de los bombeos y las balsas que debe construir.

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