Estos son los oficios en los que faltan trabajadores en Alicante

El Sepe ha realizado un estudio con las profesiones donde más cuesta encontrar candidatos

Es una de las grandes paradojas del mercado laboral. A pesar de que en las listas del paro aún hay inscritos más de 137.000 personas en la provincia, cada vez más empresas se quejan de que no encuentran candidatos suficientes para cubrir sus vacantes, lo que les impide crecer o atender toda la demanda de sus clientes. Unas quejas que se han hecho especialmente frecuentes con la recuperación de la actividad tras la pandemia y los sucesivos récords de ocupación que se han registrado desde entonces, especialmente por el tirón del turismo y la hostelería.

La situación ha llamado la atención de los responsables del Observatorio de las Ocupaciones del Sepe que, por primera vez, han decidido abordar la cuestión en el informe anual que elaboran sobre el mercado laboral alicantino. Así, tras encuestar a expertos y profesionales del sector de los recursos humanos –incluidos los directores de las oficinas de empleo- los técnicos de este organismo han detectado hasta una veintena de oficios en la provincia en los que existen problemas para contratar a todo el personal que demandan las empresas.

Como era de esperar, el sector de la hostelería es uno de los que aparecen destacados en este listado de profesiones con vacantes sin cubrir. Faltarían tanto camareros, como cocineros, de acuerdo con la consulta realizada por los técnicos del Sepe.

En el transporte escasean los conductores de camiones –algo que también han denunciado las patronales del sector- y en las actividades anexas a este negocio el estudio detecta problemas para encontrar profesionales como representantes de aduanas, pero también contables, aunque en este último caso más que la falta de candidatos, el problema está en las competencias transversales que deben cumplir. Es decir, en la falta de idiomas o del manejo de nuevas tecnologías. Algo que también ocurre con los administrativos, otra de las profesiones donde habría más ofertas de empleo que solicitantes con los requisitos necesarios, según el estudio.

En el caso de sectores como el sanitario, la falta de mano de obra afecta a la contratación de médicos especialistas, enfermeros no especializados y fisioterapeutas; y en las industrias creativas y artísticas, las dificultades se concentran en los diseñadores gráficos y multimedia.

La construcción es otros de los puntos donde oferta y demanda no acaban de encajar en la provincia y, de hecho, es uno de los sectores donde la patronal correspondiente, en este caso Fopa, ha abogado por facilitar la contratación de trabajadores extranjeros. Así, los expertos consultados por el Sepe señalan a fontaneros, montadores de estructuras cableadas, instaladores de climatización y operadores de grúas como los oficios donde se registran el mayor volumen de vacantes sin cubrir.

En los talleres de automoción faltan chapistas y mecánicos eléctricos, y en el sector metalúrgico, soldadores. Además, las empresas tampoco encuentran mecánicos ajustadores de maquinaria naval o ferroviaria.

Pero esta situación se empieza a extender a otros negocios bastante más comunes. Por ejemplo, el estudio señala que el comercio tiene dificultades para contratar carniceros o pescaderos, y que también las peluquerías empiezan a sufrir a la hora de encontrar al personal de requieren.

El estudio señala que, en el caso de esta veintena de ocupaciones, los consultados aseguran que existen problemas para cubrir las vacantes en un 71% de las ocasiones y que en el 24% de ellas ha sido directamente imposible encontrar un candidato adecuado, por lo que se han quedado sin ocupar.

Las causas

En cuanto a los motivos de estas dificultades para encontrar personal, la principal causa que citan el 38% de los consultados es la carencia de profesionales con formación o experiencia; mientras que la falta de competencias técnicas propias de cada puesto de trabajo es la razón que esgrimen otro 31%. Sin embargo, también hay un 19% de ocasiones en que el problema está en las condiciones laborales, es decir, en el desacuerdo sobre el salario o la jornada entre los candidatos y el empleador. Por último, en otro 12% son las competencias transversales (idiomas, manejo de tecnologías) lo que da al traste con las contrataciones.

Más allá de este estudio, el análisis que realizan empresarios y sindicatos de esta situación es muy distinta. Desde la CEV insisten en que la escasez de talento en los puestos cualificados "es uno de los principales retos con los que se encuentran actualmente las empresas" e insisten en que el problema se extiende cada vez más a todo tipo de sectores. Por este motivo, demandan que la oferta formativa se acerque más a las necesidades del tejido productivo, al mismo tiempo que ven con buenos ojos propuestas como la formulada por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, para facilitar la regulación de los trabajadores inmigrantes que se encuentran en situación irregular. Además, también reclaman que se actualicen los criterios para poder contratar trabajadores extranjeros en origen.

Por su parte, aunque los sindicatos también son partidarios de mejorar la situación de los migrantes que ya están en España, ven el problema de una forma muy distinta. De hecho, incluso lo niegan. "Lo primero que deberían hacer los empresarios es acudir a Labora –el servicio público de empleo- cuando necesiten encontrar un trabajador. Y eso es lo que no hacen", señala el secretario general de CC OO en l'Alacantí y la Marina, Francisco García, que también insisten en que, en realidad, es un problema de condiciones laborales, de que los empresarios no quieren pagar los salarios que los profesionales demandan. Así, recuerda el reciente estudio de la Confederación Europea de Sindicatos que asegura que los sectores con mayores dificultades para encontrar mano de obra pagan salarios un 9% por debajo de la media.

En la misma línea, el secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez, cree que el problema es la falta de recursos de los servicios públicos de empleo y de las políticas activas de ocupación. Es decir, en el acompañamiento que reciben los parados y que debería permitirles regresar al mercado laboral. Un acompañamiento que se muestra eficaz en otros países europeos, pero que en España es casi inexistente.