¿Por qué se han disparado las bajas laborales en Alicante?

La cifra de trabajadores que se aumenta por enfermedad común está en máximos históricos

La sede del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Alicante.

La sede del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Alicante. / Héctor Fuentes

David Navarro

David Navarro

Nunca antes se habían registrado tantas bajas laborales en la provincia de Alicante. La recuperación de la actividad económica tras la pandemia ha impulsado el empleo en la provincia hasta un nuevo máximo histórico, pero también ha disparado la cifra de procesos de incapacidad temporal por enfermedad común hasta llevarlos a niveles desconocidos desde la época del 'boom' inmobiliario e, incluso, superarlos en algunos indicadores.

De esta forma, el año pasado se batió la cifra absoluta de bajas tramitadas, con un total de 165.288 procedimientos iniciados en la provincia, según datos oficiales de la Seguridad Social, lo que representa un 45% más que el año anterior, un 32% más de las registradas en 2019 (antes del estallido de la pandemia) y casi un 5% más que en el año 2007, hasta la fecha el ejercicio con más procedimientos.

Es cierto que la comparativa no es del todo correcta ya que la cifra de cotizantes ha aumentado en estos años, por lo que también es lógico que el volumen de bajas se haya incrementado. Por eso, lo realmente preocupante es que la incidencia media también haya crecido. Así el año pasado se registraron hasta 23,28 bajas mensuales por cada 1.000 ocupados, frente a las 16,86 de 2021 (un 38% más) o las 18,42 del último ejercicio antes de la pandemia (+26%). Un volumen que también se queda muy cerca de las 23,8 de la época de la burbuja inmobiliaria.

Pacientes esperando en un centro de salud de Alicante.

Pacientes esperando en un centro de salud de Alicante. / HECTOR FUENTES

Y otro indicador más, el de la prevalencia, que incida la cifra de trabajadores que estaban de baja efectiva al finalizar el año, y que también se encuentra en máximos históricos, con 38,7 por cada mil cotizantes. En otra palabras, que más 23.000 alicantinos se comieron las uvas enfermos.

Se trata de una realidad común a todo el estado y que ha puesto sobre alerta tanto a los empresarios, que ven en este repunte del absentismo uno de los mayores problemas actuales para mantener la productividad de sus negocios; como a los sindicatos, que muestran su preocupación por lo que este incremento refleja sobre la salud laboral de los trabajadores. Tanto es así, que decidieron incluir la cuestión dentro del último Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, para tratar de buscarle una solución, aunque no resulta sencillo.

Los expertos consultados coinciden en señalar una conjunción de factores como las causas que han provocado este incremento, aunque uno de los que más se repiten es el aumento de los problemas de salud mental, derivados del estrés laboral. "Nos estamos encontrando con muchos, muchísimos pacientes que no pueden con la carga de trabajo ni con la presión a la que están sometidos", señala la presidenta de la Presidenta en Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, María Ángeles Medina, que no duda en relacionarlo con los cambios provocados por la pandemia.

Una tendencia que también corrobora la directora Médica de Zona de Contingencias Comunes en Ibermutua, Adela Fadón, que asegura que estos problemas de salud mental y los trastornos musculoesqueléticos suponen en la actualidad "más de la mitad de los procesos de baja".

Saturación

En cualquier caso, no es el único motivo que citan ambas facultativas para explicar esta evolución. También coinciden en apuntar que la saturación que vive la sanidad pública y, en especial, las listas de espera que registran muchas pruebas diagnósticas, favorecen que haya más trabajadores que se vean obligados a coger la baja mientras esperan y que éstas se prolonguen durante más tiempo. A todo ello hay que sumar, como también apunta Fadón, el progresivo envejecimiento de la población activa (en la provincia uno de cada cinco trabajadores ya supera los 55 años) y la prolongación de la vida laboral.

A todo lo anterior, el profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la UA David Montoya añade la mejora de las condiciones laborales -como el avance del empleo indefinido-, que ha reducido las reticencias de algunos trabajadores a ejercer sus derechos por temor a las posibles consecuencias. "Los trabajadores temporales no cogen bajas", recalca Montoya, que igualmente considera clave el cambio normativo que se produjo en julio del año pasado y que ha pasado a considerar nulos los despidos de trabajadores en esta situación, lo que ha reforzado su protección.

Un paciente realiza rehabilitación en el hospital de Alicante.

Un paciente realiza rehabilitación en el hospital de Alicante. / Pilar Cortes

Eso sí, también hay quien opina que este cambio podría estar provocando cierto abuso de las bajas para evitar despidos, como apunta la presidenta del Colegio de Graduados Sociales de Alicante, María Antonia Oliva.

Por su parte desde la CEV insisten en que la tasa de absentismo es "uno de los grandes retos que perjudican la productividad de las empresas y, por tanto, la competitividad y el crecimiento económico", y lamenta la permisividad que existe a nivel social en las situaciones de "abuso del sistema". Por este motivo, insta a poner en marcha cuanto antes una mesa con los sindicatos para abordar el problema, tal y como se plantea en el Acuerdo Nacional de la Negociación Colectiva.

Por su parte, los sindicatos también quieren abordar la situación, pero atajando las causas que, a su juicio, provocan las bajas. En este sentido, recalcan que buena parte de estas bajas por enfermedad común se derivan de situaciones profesionales, por lo que deberían abordarse como enfermedades profesionales, tal y como coinciden en apuntar Javier Pérez, desde CC OO, y Marisa Baena, desde UGT. Los problemas de salud mental provocados por el estrés laboral o muchos casos de cáncer vinculados a las condiciones del puesto de trabajo son algunos de los ejemplos que citan.

Un papel mayor para las mutuas

Entre las propuestas que plantean patronal y sindicatos para atajar el aumento de las bajas por enfermedad común en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva destaca la de instar a las Administraciones Públicas a desarrollar convenios con las mutuas para la realización de pruebas diagnósticas y tratamientos que permitan agilizar las listas de espera de la Sanidad Pública. De esta forma, también se pretende acortar la duración de los procesos por los que pasan muchos trabajadores para recuperarse de sus problemas de salud.