Lobi empresarial

Las farmacéuticas presionan para elevar el precio de los medicamentos por el alza de costes

El informe encargado por la patronal Farmaindustria a AFI constata el impacto de la inflación en el sector, a pesar de las medidas acordadas entre el Gobierno español y autoridades europeas para fijar un límite al precio del gas

Eduardo López Alonso

El sector farmacéutico español afronta el futuro con dificultades por el impacto de la inflación al ser un sector de precios regulados. La patronal Farmaindustria informó este martes de que ha asumido un sobrecoste global de unos 1.500 millones de euros en dos años (2021-22) por el alza de los precios de la energía, el transporte marítimo y las materias primas. Dado que el precio de los medicamentos está regulado, la capacidad de repercutir alzas de costes es limitada. En consecuencia, crecen las presiones en el sector para que el Gobierno que salga de las urnas el próximo 23 de julio acometa una subida progresiva del precio de los medicamentos financiados por el sistema público de salud. Según cálculos de Farmaindustria, los sobrecostes se dispararon en el 2022, alcanzando 1.000 millones de euros, equivalente al 5% de la facturación global del sector. Un estudio realizado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) asegura que "el alza de los costes de producción de los dos últimos años ha dejado en una difícil situación a buena parte del tejido industrial farmacéutico español", lo que está afectando "la capacidad de producción e inversión de estas empresas".

Las farmacéuticas operan en un mercado de precios regulados. Por ello, no han podido repercutir en alzas de precios la subida de los costes. Pese a que actualmente los costes energéticos han bajado, el efecto bola de nieve en las cuentas de resultados será mayor en los próximos meses, consideran en el sector. En este contexto, se ha producido un incremento paulatino de los desabastecimientos en las farmacias, algo que en el sector de las farmacias se ha achacado a que buena parte de la producción se está redirigiendo a países con precios más altos. Un mismo medicamento puede llegar a ser vendido por precios hasta siete veces superior en Alemania. Según AFI, el impacto de la inflación "continuará en el 2023, y se verá acrecentada a principios del 2024 por los ajustes salariales compensatorios del pasado convenio colectivo".

El informe encargado por la patronal Farmaindustria a Analistas Financieros Internacionales (AFI) constata el impacto de la inflación en el sector, a pesar de las medidas acordadas entre el Gobierno español y autoridades europeas para fijar un límite al precio del gas. El sobrecoste de 1.500 millones de euros calculado es superior a todo el gasto en I+D del sector en 2020 (1.267 millones de euros), o a los costes laborales anuales de 25.000 empleados de la industria farmacéutica española (uno de los sectores con personal más cualificado). Según el análisis de Afi, esta situación va a afectar sobre todo a pequeñas y medianas compañías españolas, las cuales representan el 47% del valor de la producción del sector y emplean al 35% de los trabajadores del sector en nuestro país, según datos del Registro Mercantil.

El principal responsable de este impacto ha sido el aumento del precio de la electricidad, el gas y el petróleo, que ha supuesto que la factura energética del sector farmacéutico se haya incrementado durante el bienio 2021-2022 en cerca de 820 millones de euros. El grueso del sobrecoste (67%) se ha producido en 2022, cuando las empresas del sector han debido afrontar una factura energética cinco veces mayor que la de 2020. La factura energética de la industria farmacéutica representó en 2021 y 2022 el 4,9% y el 7,7% del total de costes, respectivamente, más del doble de lo habitual en otros años.

El incremento de los precios del transporte marítimo en 2021 y 2022 también generó un sobrecoste para el sector farmacéutico de cerca de 83 millones de euros, originados en su mayor parte por el aumento del precio de los fletes en las rutas marítimas que conectan España con el sudeste asiático. El impacto de las fricciones en las cadenas de valor ha estado más dividido entre 2021 y 2022, si bien este último año supone el 55% del coste total. Además -apunta el estudio- un gran número de empresas de diversos sectores han trasladado a los precios de sus productos sus mayores costes energéticos, lo que se ha reflejado en un encarecimiento de las materias primas empleadas en los procesos de fabricación de fármacos. En su conjunto, el sobrecoste ligado al encarecimiento de las materias primas rondaría los 200 millones de euros en 2021 y los 400 millones para el conjunto de 2022.

Comercio exterior

El estudio de Afi avisa de que este impacto de la inflación puede afectar a la competitividad exterior de la industria farmacéutica española, ya que cualquier variación de los costes de producción "puede alterar la competitividad en precio de las exportaciones farmacéuticas españolas, ya que éstas pueden haberse encarecido más que las de su competencia en los principales mercados de destino". Hay que reseñar que la exportación de medicamentos es una de las grandes fortalezas del sector -suponen más del 70% de las ventas de la industria farmacéutica española- y el medicamento ya es el tercer producto más exportado en España. El informe refleja que, en 2022, las exportaciones y las importaciones de productos farmacéuticos fueron 30 y 15 veces superiores, respectivamente, a las registradas en 1995, cuando en este mismo periodo el comercio agregado de España solo se ha quintuplicado. 

Este incremento sostenido en los costes de transformación y de aprovisionamiento de las plantas industriales farmacéuticas, unido a unos precios de venta regulados, pone en una difícil situación a buena parte del tejido empresarial del sector, según señala el informe, que estima que muchas empresas farmacéuticas españolas no tienen el margen económico suficiente para asumir completamente esos sobrecostes. 

Los incrementos salariales derivados de la cláusula de garantía salarial del convenio colectivo de la industria química serán del entorno del 12%. El ajuste salarial supondrá un impacto medio en la industria farmacéutica del 2,3% de su cifra de negocio en 2024, y ello sin contar el impacto del incremento general de las cotizaciones a la Seguridad Social. De llevarse a cabo en su integridad, este coste adicional que habrían de asumir las compañías en 2024 repercutirá de forma más importante en aquellas compañías que generan más valor añadido en el país y tienen más empleo.

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