La firma de servicios inmobiliarios Solvia acusa en sus cuentas la pérdida del contrato que mantenía con la Sareb para la gestión de una parte de su cartera. La que fuera antigua filial inmobiliaria de Banco Sabadell –que, a su vez, la heredó de la CAM- registró el año pasado una caída del 24% en su facturación, lo que también redujo de forma considerable su volumen de beneficios.

Así lo recogen las cuentas que la compañía ahora propiedad del grupo sueco Intrum ha depositado en el Registro Mercantil. De acuerdo con estos balances, Solvia anotó el año pasado una cifra de negocios de 119,9 millones de euros, lo que le mantiene entre los principales 'servicers' del país, pero que representa un descenso considerable con respecto al ejercicio precedente, cuando ingresó 158,1 millones.

El principal motivo de este descenso fue la pérdida del que era su principal cliente, la Sareb, que a mediados del año pasado realizó un proceso de selección para renovar los contratos de gestión de sus activos, del que quedó excluida Solvia.

De esta forma, después de siete años realizando esta tarea, la compañía dejó de gestionar las carteras de créditos que tenía asignadas del también denominado 'banco malo' en el mes de junio, y las de inmuebles adjudicados en septiembre. El resultado fue que los ingresos por la prestación de servicios a la Sareb cayeron de 55 a 40,9 millones de euros.

Un cartel anunciando un promoción ejecutada por Solvia, en imagen de archivo. ISABEL RAMON

Como es lógico, la pérdida de negocio también se trasladó al resultado final de la compañía, que vio descender su beneficio un 68%, al pasar de 35,5 a 11 millones de euros.

Nuevos contratos

Desde Intrum restan importancia a este descenso de las cifras de Solvia, que aseguran que se compensaron con incrementos en el negocio de otras filiales, como Aktua. Además, recuerdan que en lo que va de año, la propia Solvia ya ha logrado nuevos contratos de gestión que le permitirán remontar estos números. El más importante de ellos es que ha firmado para la comercialización y el mantenimiento de los activos inmobiliarios de CaixaBank.

Además, desde la compañía también señalan que se encuentran en plena expansión de su cadena de franquicias inmobiliarias, que ya suman más de 70 establecimientos y con el objetivo de llegar al centenar próximamente.

Solvia tiene su origen en la antigua filial que Caja Mediterráneo desarrolló para facilitar la venta de los pisos embargados cuando ya se intuía la crisis inmobiliaria que estalló en 2008. Cuando el Sabadell se adjudicó los activos de la caja alicantina, la rebautizó con su denominación actual y potenció su actividad, abriéndola a la gestión de activos de otras entidades y organizaciones. En 2015 logró el contrato con la Sareb.

En 2018 se anunció la venta del 80% de la sociedad a Intrum, un grupo sueco especializado en la gestión de recobros. Finalmente, en diciembre del año pasado completó la adquisición del 20% restante. A pesar de que su domicilio social se ha trasladado a Madrid, la compañía mantiene uno de sus centros de trabajo más importantes en Alicante.