Las elevadas temperaturas y la sequía reducen la cosecha de cerezas un 70 % y causan pérdidas de 10 millones

Las zonas productoras de El Comtat y la Marina Alta, situadas a una menor altura, son las más afectadas. Desolación entre los agricultores, que encadenan seis años de campañas desastrosas

El presidente de la Denominación de Origen, Hilario Calabug, contempla la raquítica cosecha de una plantación de cerezos en Planes.

El presidente de la Denominación de Origen, Hilario Calabug, contempla la raquítica cosecha de una plantación de cerezos en Planes. / Juani Ruz

M. Vilaplana

M. Vilaplana

El sector provincial de la cereza no levanta cabeza. Las elevadas temperaturas, unidas a la falta de lluvias, van a reducir la cosecha alrededor de un 70 %, causando con ello pérdidas superiores a los 10 millones de euros. Las zonas productoras de parte de El Comtat y la Marina Alta son las que están más afectadas, debido a que su menor altura propicia que hayan registrado a lo largo de los últimos meses el ambiente más cálido. La cuestión es que con esta ya van a ser seis las campañas desastrosas que se encadenan, ante la desolación de unos agricultores que están empezando a arrojar la toalla.

La cosa ya pintaba mal cuando la floración de los cerezos arrancaba con adelanto el pasado mes de marzo debido precisamente a las temperaturas anormalmente altas, en un proceso irregular marcado también por la sequía. Y los pronósticos, desgraciadamente, han terminado confirmándose. Así lo señala el presidente de la Denominación de Origen Cerezas Montaña de Alicante, Hilario Calabuig, quien explica que, sobre todo en la comarca de El Comtat y los valles de Gallinera, Vall d’Alcalà y Laguar, en la Marina Alta, la cosecha va a ser irrisoria. «Si conseguimos recoger un 10 %, ya será para darse con un canto en los dientes», manifiesta. La falta de lluvias y la calidez de las temperaturas, que ha impedido a los árboles descansar convenientemente durante el invierno, se encuentra detrás de esta situación.

Mejor han ido las cosas en el área del Vinalopó y l’Alcoià, con plantaciones situadas a más altura y, gran parte de ellas, con la posibilidad de disponer de riegos de socorro, lo que permitirá que la producción en estos puntos se sitúe alrededor del 50 %.

Este es el caso de la explotación Cerezas Aitana, con fincas en Muro, Planes y Benifallim. Según explica uno de sus responsables, Rafael Pérez, cuentan con plantaciones más tecnificadas, lo que ayuda a que la cosecha vaya a ser positiva en líneas generales.

Por su parte, Aleixandre Beltrá, del Mas de Roc, entre Alcoy y Xixona, señala que la producción será irregular, dependiendo de su ubicación. Según sus palabras, «las plantaciones situadas en cotas más altas van a tener mayor producción, dado que las temperaturas no han sido tan cálidas y los árboles han podido reposar mejor cuando les tocaba». También hace referencia al problema de la sequía. «Nosotros la hemos podido combatir mejor porque contamos con riego de apoyo, pero donde no tengan, es evidente que las cosechas serán muy pobres», lamenta.

Con todo y en conjunto, la cosecha va a reducirse cerca de un 70%, con lo que apenas se podrán recolectar un millón y medio de kilos de los cinco que tienen de potencial las 1.200 hectáreas que forman parte de la Denominación de Origen Montaña de Alicante. Una situación que está llevando a los agricultores a abandonar, sobre todo a los que cuentan con plantaciones en El Comtat y la Marina Alta.

Así lo señala Hilari Calabuig, quien destaca que ya son seis los años que se vienen encadenando de malas cosechas, bien por la sequía, las heladas o las lluvias a destiempo. «La gente -subraya- está desencantada, porque ya son muchos palos seguidos, Así que hay agricultores, sobre todo los más mayores, que lo están dejando, porque no obtienen ningún tipo de rentabilidad».

A eso se le suma, añade, el problema de los seguros, «que por culpa de estos años tan malos se están encareciendo, y cada vez se contratan menos», concluye.

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